El sonsonete paró abruptamente esta semana, también los bots en las redes pareciera se quedaron sin internet, otros hacían como que la virgen les hablaba, mientras algunos otros descarados y cínicos, intentaban aventar culpas en medio de la vorágine de la realidad, lo que siempre sostuvimos se había materializado, Genaro García Luna fue sentenciado por casi 40 años por narcotraficante.
El panismo enmudeció, quedó claro y de hecho, que el espurio de Felipe Calderón encabezó un verdadero narcogobierno, y no se trata de los dichos de algunas personas o incluso extrañas “filtraciones” de la DEA en Estados Unidos, se trata de una sentencia que exhibió una vez más, que aquel gobierno usurpador de Calderón encubrió a un criminal que utilizó el aparato del estado, para impulsar una guerra sin cuartel, pero no era la “guerra contra el narcotráfico”, era la guerra por el monopolio del tráfico de drogas, de la mano de un grupo criminal, García Luna, a quien también era conocido como “la metralleta”, supuestamente por ser tartamudo, o ahora podemos pensar que era por la cantidad de personas que fueron asesinadas en aquellas masacres.

Es irónica la forma en que la oposición utilizó contra el ex presidente Andrés Manuel López Obrador antes, durante y actualmente con el intento de acuñar la consigna de "narcopresidente" sin prueba alguna, mientras las autoridades de Estados Unidos llevaban a cabo un proceso penal contra el encargado de seguridad de Felipe Calderón, sobre cinco delitos vinculados al tráfico de cocaína, colusión, fraude y el perjurio para con las mismas autoridades de seguridad estadounidenses.
La realidad les vuelve a reventar en la cara al prianismo, han intentado manchar la imagen de Andrés Manuel y la 4T, de una fantasiosa relación con la delincuencia organizada, sin prueba alguna, en una batalla electoral que ya finalizó, pagaron millones de pesos o dólares para en las redes atacar al ex presidente y ahora a la presidenta, vaya cinismo.
Fue algo medianamente gratificante para quienes luchamos del lado de López Obrador y vivimos aquel fraude en el 2006, y aquel sexenio sangriento que dejó secuelas en la seguridad nacional hasta el día de hoy, porque aquella supuesta “guerra contra el narco”, solo dejó más violencia, más grupos del crimen organizado, el incremento del tráfico de drogas y armas en la frontera y ciudades enteras que no han podido recuperar su vida económica como Ciudad Juárez.
La sentencia es poca para el daño que realizó García Luna bajo el cobijo de Calderón, en Chihuahua recordamos con tristeza y dolor aquellos años en los que los criminales peleaban por la plaza, con las autoridades federales y locales de respaldo de unos y otros, una pesadilla que no ha terminado, y que en una ceguera burda, ahora la oposición intenta achacar a la cuarta transformación, pero los mexicanos tenemos memoria, por eso es necesario que no olvidemos los momentos oscuros de la historia política de México, para no permitir que regresen los gobiernos simuladores y fascistas que se imponen con miedo y sangre sobre la voluntad del pueblo.
Ahora falta que Calderón dé la cara ante la justicia, sus manos están manchadas de mucha sangre, porque en aquellas masacres no solo cayeron quienes conformaban los grupos criminales, Calderón cuando no culpaba a jóvenes de ser criminales como en Salvárcar, en Ciudad Juárez, hasta los “daños colaterales” cuando inocentes eran víctimas de las balaceras y masacres, mientras García Luna traficaba droga a Estados Unidos, Calderón debe dar muchas explicaciones ante los tribunales y ante los mexicanos, no escupitajos que lanza desde su cuenta de Twitter (X), desde España, donde se lava las manos y finge demencia, Calderón siempre supo lo que estaba pasando, y lo más vil que sale a decir tras la sentencia de su “superpolicía”, es que lo “volvería hacer”, hay personas que deben mucho, y lo pagarán en esta vida, o en la otra.