-Arropado, va alcalde con visión renovada
-Aparecen dinosaurios guindas en universidad
-Es pleito entre Moncayo y Salgado

La desaparición de la comisaria de Nuevo Delicias y su marido, Rosa Lisbeth Montañez y Uriel Jacobo Trejo, el domingo por la noche en esa comunidad rural al norte de la capital, de inmediato fue ligada en las investigaciones con una masacre registrada hace poco más de dos meses.
El 28 de junio pasado, seis hombres fueron asesinados en un improvisado campamento que habían instalado, presumiblemente para abrirle el camino a un grupo criminal que pelea por el control en las afueras de la ciudad. Dos personas más fueron dejadas con vida en aquella ocasión.
Los reportes obtenidos luego de multihomicidio apuntaban a que las víctimas eran integrantes del grupo La Línea / La Empresa, a cargo de cuidar y vigilar la población de Flores Magón, Buenaventura, pero habían ingresado desde esa zona al norte del estado hasta los linderos de la capital.
Su muerte habría sido ordenada por un mando del Cártel de Sinaloa o Gente Nueva, identificado únicamente como “El Sol”, a cargo de mantener el dominio para su grupo en diversas actividades delincuenciales, desde los pobladores de Ocampo hasta El Sauz y sus alrededores, es decir, toda la extensa zona no urbana de Chihuahua.
Los delitos ahí son el narcomenudeo, el robo de combustible de los ductos de Pemex y, con mucha más intensidad, el tráfico de personas que ha derivado de la crisis migratoria y humanitaria que padece la entidad.
Pues bien, el levantón de la comisaria y su esposo, de acuerdo con las indagatorias que no ha hecho públicas la Fiscalía General del Estado, tendría relación con ese crimen, pues hay indicios de que la señora y su pareja tuvieron alguna relación con las víctimas de la masacre.
No son consideradas ni ella ni él como integrantes del grupo criminal al que presumiblemente pertenecían los seis hombres asesinados en el campamento -alejado de la carretera Chihuahua-Juárez, aunque a la altura del kilómetro 74- pero los investigadores han encontrado evidencias que los vinculan con el grupo atacado, lo que, desde luego, ya sabían o intuían sus captores que desde el domingo pasado se los llevaron.
Este último hecho delictivo denota, más que nada, la existencia de la abierta pugna entre los grupos criminales por el control de la zona rural capitalina, batalla que está latente y  puede seguir desbordando a cualquier autoridad.

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La entrega del informe del Alcalde Marco Bonilla en sesión de Cabildo fue, entre otras cosas, el cierre de su primer período al frente del Gobierno Municipal y el inicio de un nuevo ciclo, con ánimo y visiones renovadas. 
Junto al equipo que lo acompañó estos últimos tres años así como las y los regidores que integraron el Cabildo, Bonilla repaso sus principales acciones como luminarias, obra pública, transparencia y equipamiento en seguridad. 
Fiel a su estilo de gobernar, agradeció la voluntad de las fuerzas políticas representadas en el Cabildo, lo que generó a su vez el reconocimiento de las regidoras y regidores que tomaron la palabra para emitir sus posicionamientos. Hay que destacar que todos se refirieron a la disposición que hubo para colaborar, no solo con el Alcalde sino también con los titulares de las dependencias municipales. 
Hubo cordialidad y entendimiento para trabajar, y eso lo admitió hasta Eliel García, de Morena.
Más tarde, en el evento realizado en el Teatro de la Ciudad, también se pudo observar la pluralidad con la que ha trabajado el alcalde. Las personas que asistieron provenientes de todos los sectores sociales, empresariales y políticos, reflejaron la integración que ha buscado Bonilla para construir y gobernar sin distingos.
Estuvo arropado por familia, exalcaldes, titulares de los poderes y órganos autónomos, en un escenario donde no cabía un alfiler. Tuvo un agradecimiento personal para la gobernadora Maru Campos, con referencias múltiples en su discurso.
Resaltaron en  el informe los temas de seguridad, obra pública –con desglose puntual de cifras- y rescate de la cohesión social, de la mano de los distintos sectores sociales. No dejó el presidente municipal de reconocer a ciudadanos, colaboradores y autoridades, el apoyo y refuerzo para resultados.
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Han detectado maestros en Conta, Derecho, Ciencias políticas, artes, y otras facultades, que hay alumnos que llegan con licenciatura a estudiar otra carrera. 
Y no sería nada extraño ni malo si realmente existiera un interés genuino de continuar profesionalizándose, pero nos dicen que en el fondo de lo que se trata es de instalar seguidores recalcitrantes de Morena dentro de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), que ya tienen carrera avanzada y colmillo político. 
Tienen esos profes la certeza de que la estafeta de hacerse cargo de la Universidad para controlarla políticamente ya no está en el exdiputado Oscar Castrejón, quien mostró inutilidad para operar; sino en manos de Marco Adán Quezada, quien habría sido el cerebro detrás de las acciones radicales para exigir la gratuidad, donde las puertas principales de Rectoría fueron destrozadas, literal, a punta de garrote. 
Marco Adán Quezada tiene la ventaja de que su esposa, Lucía Chavira, hasta hace muy poco fue la operadora de la defensoría del universitario, desde donde construyó una especie de estructura para operar. 
No sabemos hasta dónde realmente llega dicha capacidad de operar, lo que es cierto es que de nueva cuenta, igual que el semestre pasado, empezaron a caer los nuevos amparos para evitar pagar colegiatura, bajo el pretexto de esa gratuidad que sólo existe en las normas, pero que no está aterrizada en mayores recursos por parte del gobierno federal, operado por Morena, donde Marco Adán Quesada tiene su nueva base de operaciones. 
El problema está en que el transitorio de la reforma crea un fondo económico, el cual tiene cero pesos, por lo cual, careciendo de los recursos, la Universidad de Chihuahua, como el resto de las universidades del país, carecen del dinero para hacer frente a esa gratuidad.
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Hay en el fondo indudable pleito entre Ricardo Moncayo y sus seguidores contra Salvador Salgado y sus propias huestes, en la ingobernabilidad existente en el Sindicato de Trabajadores al Servicio de la UACH.
Lo que hace un par de años acusaba Salgado en la administración de Moncayo al frente del sindicato, ahora se le revierte, particularmente el asunto de los terrenos fraccionados y vendidos.
Ni Moncayo ni él ahora han rendido cuentas claras ante los integrantes del sindicato acerca de esos terrenos y su estatus ni tampoco de otros muchos temas, como el ingreso por sanciones de faltas en sesiones, donde cobran hasta 300 pesos por inasistencia.
Hay un jugoso fideicomiso en el sindicato y otros manejos que no han dejado ni ayer ni hoy conformes al grueso de la base.
Salvador Salgado insiste en la realización de sesiones únicamente para cumplir con requisitos de la Secretaría del Trabajo Federal, pero de todo lo demás, cero.
Por eso al mismo tiempo tiene temor de juntar a las bases, como hizo este domingo, en que salió corriendo junto con su comité, ante los abucheos en el Manuel Bernardo Aguirre.
La polarización ha llegado a tal grado que hay focos de conflicto en algunas facultades entre el personal administrativo, más que todo porque es tal el descontento que hay quienes ya exigen tomar medidas radicales como la suspensión de labores, para obligar a la renuncia anticipada de Salgado.
La otra parte de los sindicalizados pide guardar la calma y esperar al año que entra, cuando termina la gestión de Salgado, momento en el que podrán desahogarse con su voto para correrlo.

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Aquel que fuera ultra defensor de Javier Corral Jurado, Enrique Rodríguez Vázquez, sigue siendo un funcionario menor en el área de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado. Sepa Dios si le rezó a algún santo, pero si lo hizo, le pegó. Transitó de aquella administración a la presente.
Ahí sigue apoltronado en Fiscalía pero escasamente feliz con su cargo a juzgar por las mega grillas que arma junto con otra funcionaria de otra área de Fiscalía, Lluvia Velázquez, para tratar de quedarse con la titularidad de Comunicación.
No han sido una ni dos veces las que el corralista del 2016 al 2021 ha intentado el paso de la muerte sino varias más. Obviamente su objetivo es quedarse con la posición de su jefa inmediata, Laura Calzadillas, quien ha tenido que aguantar y superar las andanadas...hasta ahora.
No sabemos que ahora ande Rodríguez en posibilidad de agenciarse el cargo más allá de la intensa grilla pero todo puede ocurrir en ese impredecible mundo político-ministerial.