El tema de la elección judicial seguirá dando para varias semanas, no sólo por la muy cuestionada y controvertida elección, antes, durante y posterior a la jornada electoral del domingo primero de junio de 2025, también por los resultados de la misma donde quedaron electas muchas personas que no hicieron campaña, y son completos desconocidos por las personas que, se supone, los eligieron.
De esta manera poco a poco se van conociendo candidatos “ganadores” de dicha elección, que no cumplían con los mínimos requisitos para ser candidatos y por ende juzgadores, que los respectivos comités “omitieron” revisar y que el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua no verificó para el caso de los juzgadores estatales de Chihuahua, como si lo está haciendo el INE para los cargos federales y donde ya invalidó 24 magistraturas federales.
Es por eso que cobra relevancia la impugnación que hizo de magistrados estatales una organización de la sociedad civil, donde cuestiona el perfil de ocho candidatos “ganadores” y que debería revisar el Tribunal Estatal Electoral, así como de todas y todos los cuestionados mediante impugnaciones, sobre el cumplimiento de los requisitos constitucionales que incluyen calificaciones mínimas en la acreditación de sus grados académicos así como experiencia profesional de al menos tres años, para el caso de los magistrados estatales, que son los superiores a los jueces de primera instancia.
Sin embargo no deja de ser lamentable que el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua (IEE) no haya hecho su tarea de revisar los perfiles de los vencedores en la elección judicial, pues únicamente podrá revisar el Tribunal Estatal Electoral el caso de las y los impugnados, cuando lo deseable es que se hubiera revisado a todas y todos los ganadores, sobre todo para el caso de las y los magistrados estatales, por su importancia y rango, pero sobre todo por su cercanía política al gobierno estatal en turno e inexperiencia.
Por esa omisión del Instituto Estatal Electoral de revisar a los próximos juzgadores y juzgadoras, es que están surgiendo iniciativas como “El curso para jueces” que impartirá la UACH en la Ciudad de Chihuahua, y que se espera sea replicado en Juárez por la misma institución o alguna otra, donde se deja entrever la preocupación de los perfiles que ocuparán estos próximos cargos técnicos y muy especializados. Preocupación que hubiera sido menor o no habría tenido el mismo impacto en la opinión pública, de haberse verificado que las y los próximos juzgadores cumplieran con los requisitos mínimos para ocupar dichos cargos.
En este punto sí tengo que decir que para el caso de las y los jueces de primera instancia de las diversas ramas la preocupación es menor, pues es en dichos puestos donde me consta que las y los que llegaran a ocupar esos cargos, en su mayoría son personas que se han dedicado a litigar en dichos tribunales, siendo técnicos y técnicas de la materia, pues me tocó verlos en la práctica o iniciar en los años en que me tocó litigar, al menos en tribunales estatales penales (de 2009 a 2019), antes de enfocarme en la materia federal y amparo en los tribunales federales, por lo que reconozco y me consta que la mayoría están preparadas y preparados para el cargo, sin atreverme a decir nombres por la injusticia que sería para quienes no conozco y son también excelentes perfiles.
No me preocupan por esto las y los jueces estatales de primera instancia, además que ahí sí se exhiben de manera pública y técnica, pues las audiencias son orales y deben resolver con base en lo que las partes les exponen y acreditan, por lo cual difícilmente alguien que desconozca la materia y carezca de experiencia aplicaría para ser juez estatal de primera instancia, a menos de exponerse al escarnio de colegas y la opinión pública como ignorante (aunque no se descarta).
Pero mi preocupación es mayor para el caso de las y los magistrados estatales, pues ellas y ellos no resuelven sus asuntos de manera pública y oral, lo hacen por medio de secretarias y secretarios en secrecía, atreviéndose a postularse por eso candidatas y candidatos inexpertos y políticos (además de que son cargos muy bien pagados y de cercanía al poder por la influencia que tienen), pues saben que el trabajo técnico no lo realizarán ellas y ellos, sino sus secretarias, secretarios y demás personal a su disposición, sin riesgo a ser exhibidos como si lo será un juez de primera instancia que es videograbado y en audiencia pública y oral.
Mi reconocimiento a quienes ocuparán los cargos a jueces y juezas estatales de primera instancia, que serán jueces orales y videograbados, lo que hace más complicada, valiente y técnica su labor y con un sueldo mucho menor al de las y los magistrados (sueldo que muchos litigantes consideran incluso bajo), razón por la cual las y los abogados estamos tranquilos con los perfiles elegidos, pues al menos de preparación y conocimiento no carecerán, quedando pendiente de verificarse su vocación y profesionalismo, aunque tampoco nos preocupa, pues así como la ignorancia exhibirá a quienes no estén aptos para el cargo, también su falta de profesionalismo y vocación.
Mi preocupación queda, como la mayoría de las y los abogados, para los perfiles elegidos de magistradas y magistrados del Poder Judicial Estatal.
Opinión
Viernes 27 Jun 2025, 06:30
El “curso” para juzgadores y las impugnaciones de su elección
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José Luis Contreras
