Los increíbles, o “The Incredibles”, es película de animación y aventuras, el argumento gira en torno a una familia de superhéroes de apellido Parr, integrada por Mr. Increíble, Elastigirl y tres hijos: Violeta, Dash y Jack-Jack, quienes llevan un estilo de vida como las demás familias; los hijos en ocasiones emplean falacias para justificar su comportamiento, no reconocen fácilmente sus errores, y cuestionan la autoridad de los padres.
La falacia es un término que los escolásticos aplicaron al silogismo sofista de Aristóteles[1], este significa engaño, fraude o mentira[2] mediante el cual una persona pretende hacer creer a otra u otras mediante un razonamiento que una cosa, hecho o situación, es algo que en realidad no es. Dicho de otro modo, es un razonamiento erróneo que se presenta con las apariencias de verdad.
Esta forma de argumentación cuando es de mala fe, tiene como finalidad el engaño o mentira que de algún modo manipula o persuade a los demás. También encontramos la falacia que no se considera de mala fe, sino que es un tipo de error que se presenta en una persona cuando esta pretende refutar o responder a un argumento, sin embargo, lo hace con otro argumento que no guarda relación con lo que pretende rebatir.
El error puede presentarse de dos formas o derivar de dos causas, la primera, cuando éste proviene del lenguaje [3] que se emplea para expresar algo y, el segundo, de las ideas de que se compone el razonamiento que hace la persona, las cuales se refieren a las cosas.
Existen algunos tipos de falacia; es común escucharla en las relaciones familiares, cuando uno de los miembros de la familia afirma una cosa y el otro responde con otra, de tal modo que se ataca y ridiculiza a quien está expresando algo y no al argumento, esto se conoce como “Falacia ad hominem”.
Por ejemplo, cuando el padre o madre le dice a un hijo “oye, el baile esta fuera de orden, se salió de control, están realizando actos vulgares, ya parece baile satánico” y el hijo responde -tú no sabes de bailes modernos, es más ni siquiera bailas-, como ves, la respuesta del hijo no ataca el argumento, es decir, las vulgaridades, actos impropios o groseros que se están observando en el baile, sino que ataca a la persona descalificándola como si fuera necesario bailar para saber lo que es un acto vulgar.
En otro caso y en el mismo ejemplo, una madre le dice a la hija “Oye, si viste que estaban realizando actos vulgares, impropios o groseros debiste salir de la pista”, la hija responde “Hay mamá, si todos estaban haciendo lo mismo, ¿por qué no yo?, si los papás estaban viendo a sus hijos y no los sacaron, ¿por qué me iba a salir yo?”.
En el caso anterior, se presenta lo que se llama “falacia ad populum” que a decir de Raúl Gutiérrez [3]. Luego entonces, ésta consiste en argumentar con entusiasmo a favor de algo, tomando como base de sus dichos el hecho de que todo mundo lo aprueba, aunque lo aprobado sea malo.
Frente a esto los padres en ocasiones quedan confundidos y en aprietos, no saben qué hacer para contradecir y buscar que reine la verdad, la justicia y la honestidad; lo adecuado es observar el sentido del lenguaje, vocabulario o ideas empleado y verificar si los argumentos son correctos o incorrectos.
Una vez analizado, cualquier persona debe tener el valor de aceptar si la falacia la realizamos consciente o inconscientemente, y advertido el error debemos tener la honestidad de corregir, y decir: me equivoqué, no es así, es de este modo.
Si no tenemos el valor de corregir errores, y seguimos por el camino de la falacia, será imposible la comunicación, las discusiones serán interminables, pleitos, enfados, enredos y, si no hay humildad para reconocer, los odios y rencores al interior de los integrantes de la familia irán en crecimiento. Tú decides.
[1] Abbagnano, N. Diccionario de Filosofía. FCE. México.
[2] Diccionario de la real Academia Española. https://dle.rae.es/falacia.
[3] Gutiérrez, R. Introducción a la lógica. Editorial Esfinge. México.
Opinión
Sábado 24 May 2025, 06:30
Hijos falaces, padres confundidos
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Jesús Guerrero
