Como ya se había anticipado, en los últimos días empezaron a circular varios “acordeones” o listas de las personas preferidas para ocupar los diversos puestos en el Poder Judicial Federal y Estatal, de los cuales nadie se quiere responsabilizar, pero de que están circulando ampliamente nadie lo duda, y en todos los círculos de poder.
Desde luego que nadie interpondrá ninguna denuncia mientras no se brinque la raya, esa pequeña frontera entre lo legal y lo ilegal, además de que la distribución de estos materiales es el inicio de lo que será la peor elección en materia de fraudes, acarreos y hasta manipuleo de votos, lejos de la observancia partidista pero con los pies hasta el lodo, todo lo que se tenga que hacer para tener el control del Poder Judicial.
A una semana de la votación, la presencia de estos “acordeones”, o cómo quiera llamarse a las listas de las y los candidatos más “idóneos” a cada corriente política anima a los que están considerados, pero desanima a cientos que entraron a la contienda con la esperanza de que hoy si habría oportunidad para cualquier mortal de entrar a la casta dorada del Poder Judicial.
Si bien la bomba estalló en el estado de Nuevo León, donde se detectaron las listas que promueve el gobernador de ese estado a favor de los aliados de Movimiento Ciudadano, de inmediato se viralizaron todas las listas que circulan en el país, principalmente las famosas llamadas “Poder Judicial del pueblo”, con el color guinda en la portada para que no dejar dudas.
Para los operadores electorales, de todos los partidos, este será un proceso más, donde las actividades de acarreo, compra de votos, y hasta manipulación de resultados se dará en la medida en que los contrarios dejen los espacios, y como está diseñada la elección esto será de lo más sencillo.
Y así se pueden observar al menos tres estrategias del partido en el poder federal, por un lado las huestes de Ciudad Juárez que ya demostraron en la pasada elección que saben movilizar y llevar votos; los siervos de la nación de la Delegación del Bienestar que deben refrendar el avance que lograron en la región centro y sur de la entidad, así como su presencia en la Sierra Tarahumara; y por último el grupo “Tabasco”, como le han bautizado al equipo que apoya a la senadora Andrea Chávez.
Sin duda, la actividad que desarrollen en este proceso estos tres equipos será una muestra del posicionamiento territorial que tienen en la entidad, una prueba para ver qué pueden hacer con miras a la elección del 2027, así que en la movilización del primero de junio se juegan mucho más que llevar a las personas juzgadoras oficialistas a las posiciones del Poder Judicial.
Por su parte, para el partido en el poder en Chihuahua, el PAN, no sólo representa mostrar que se tiene aceitada la maquinaria electoral en la entidad, sino que al mismo tiempo el poder tener mayoría en el Poder Judicial de Chihuahua, incluida la primer presidencia, le dará tranquilidad para concluir a la actual gobernadora Maru Campos, y porqué no, hasta descansar en el séptimo año.
Y si me apuran mucho, ese mismo método de promoción de voto por “acordeones” se están elaborando entre los trabajadores del Poder Judicial, tanto federal como estatal, todo sea por conservar el “hueso”, o mejor dicho, su lugar de trabajo.
Mención aparte se debe considerar la presión que puedan hacer grupos delincuenciales en la selección de jueces principalmente en el ramo penal, porque es una realidad que ellos mismos están muy interesados en la elección, que se han filtrado para poder obtener el mejor de los provechos y que el tiempo nos dará la razón de la presión y acciones que realizaron para influir en este proceso.
Ahora bien, lo que ha quedado claro en las listas que se están distribuyendo es que ninguna fuerza política, o grupo, tienen la capacidad para ocupar el número tan importante de espacios en los Poderes Judiciales, es más, ni siquiera el formato de las boletas que en muchos casos restringen la cantidad de puestos a elegir, van a permitir que una sola fuerza política tome el control.
Por ello es importante que a pesar de esas mentadas listas, no caiga el ánimo de las personas que se juegan no sólo esa posición, sino en muchos casos, su prestigio y hasta su manera de vivir honestamente.
Ninguna fuerza política tiene la capacidad de ocupar todas las posiciones, por eso se pelean sólo los espacios de poder real, como la Suprema Corte de Justicia, los ahora denominados Tribunales de Disciplina Judicial y desde luego en las entidades, las salas que conforman el Poder Judicial.
A una semana para llegar al famoso primero de junio, la única forma de evitar que los partidos políticos, o mejor dicho, quienes manejan los hilos de la política se sirvan con la cuchara grande, es que salgamos a votar, ni modo, hacer nuestra propia lista o acordeón, pero que una votación importante inhiba la intención de hacer un fraude mayor.