-Acarrea jefe de Bienestar a gira de Claudia
-Concreta Luis convenio con Universidad de Arizona
-Bianca Nevárez vs los periodistas en El Grito

No hay antecedente alguno, en un caso de alto impacto social, de un beneficio como el recibido por el secuestrador sentenciado a medio siglo de prisión, Edgar Hermán Escárcega Valenzuela, hermano de la recién electa magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial, Nancy Escárcega, quien además es esposa del dirigente de Movimiento Ciudadano, Francisco “Pancho” Sánchez.
El sujeto, cómplice de otros dos secuestradores, acumulaba dos condenas por plagio, pero ni la reincidencia fue obstáculo para que el juez de Ejecución de Penas, Juan Carlos Erives Fuentes, le conmutara la segunda por la insólita medida de estar preso en Aquiles Serdán únicamente los fines de semana, y libre de domingo por la noche a viernes.
Según especialistas en derecho, ese beneficio puede aplicarse a personas con delitos de menor impacto y sólo después de comprobarse una rehabilitación efectiva, como un paso gradual hacia la reinserción social. Lo extraño es que se haya otorgado tan a la ligera al cuñado del diputado Sánchez, lugarteniente de Alfredo “El Caballo” Lozoya, arrendador estatal del partido naranja.
Las sospechas de un arreglo turbio son inevitables. El caso exhibe a “Pancho”, a su esposa y a Movimiento Ciudadano, que aparece muy beneficiado con posiciones políticas del remedo de reforma judicial, mientras el nuevo aparato de justicia resulta embarrado.
Tanto el legislador como la magistrada han intentado darle la vuelta con la cantaleta de que todo son “calumnias”, pese a las obvias sospechas que levanta el timing: un secuestrador preso desde hace 20 años, con condena hasta 2050, obtiene una ventajosa semilibertad justo semanas después de que su hermana “gana” la elección judicial de los acordeones.
¿Calumnias? Los hechos y el expediente ahí están; es vergüenza nacional.

***

No le basta al todavía nuevo director regional de la Secretaría del Bienestar en Chihuahua, Luis Rascón Sáenz, con maltratar al personal, amenazarlo con no renovar contratos a los sufridos servidores de la nación y obligarlos a asistir a eventos partidistas de Morena.
Tan no le basta, nos reportan, que ahora giró instrucciones —y hasta dejó constancia en WhatsApp, como se muestra en la edición digital de GPS— para acudir, con carácter obligatorio, a la visita de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, programada para mañana en Ciudad Juárez.
Sin importarle que haya madres solteras sin dónde dejar a sus “bendis” o que los empleados tengan compromisos fuera de su horario laboral, amenazó al personal en un grupo de mensajería y reiteró que la asistencia es forzosa, con salida desde la capital a las cinco y media de la madrugada del viernes.
De acuerdo con los servidores y servidoras de la nación, el acarreo descarado, torpe y sin el mínimo cuidado de las formas políticas se suma a la tortura que representa laborar en la Delegación de Bienestar, bajo el mando de Mayra Chávez, quien lo nombró apenas en julio pasado.
De sus yerros sobran ejemplos. La primera semana de septiembre, en una entrega de tarjetas del Bienestar en el Cbtis 122, Rascón citó a más de mil adultos mayores, a quienes hicieron esperar más de tres horas hasta que llegó la delegada Chávez.
Hubo incluso desmayados afuera del recinto y, cuando por fin arribó la funcionaria, fue recibida con abucheos por la demora. Ante los reclamos de los asistentes, el director regional, indolente, apenas respondió: “¿Y yo qué puedo hacer? Tienen que venir por las tarjetas”.
Seguramente, ni la presidenta ni la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, necesitan de acarreos para llenar un estadio Azteca, pero la obsesión por aparentar un arrastre masivo —artificial y forzado— parece formar parte de la concepción local de la política social federal.
O al menos así lo entiende el tal Rascón Sáenz, un funcionario sin experiencia que presume haber llegado por designación directa de Montiel Reyes y que se jacta de tener poder para correr a quien le plazca, incluso por encima de la propia delegada Chávez Jiménez. No lo creemos pero así se conducen.

***

La Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) ha decidido dar otro paso importante en la tecnología que, por cierto, avanza a la velocidad de un nanómetro.
Podemos asegurar que, si las universidades no se atreven a mirar más allá de sus fronteras, quedarán inevitablemente rezagadas.
Por eso, la noticia de que el rector, Luis Rivera Campos, logró concretar un convenio de colaboración entre la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) y la prestigiosa Universidad Estatal de Arizona (ASU) no es solo un titular más.
Es el anuncio de un salto cualitativo para nuestra máxima casa de estudios y, potencialmente, para el futuro económico de Chihuahua.
Dicen los que saben que el camino se preparó durante una reunión reciente en Phoenix, Arizona, donde directivos de ambas instituciones sentaron las bases de lo que promete ser una alianza estratégica.
El objetivo central es tan ambicioso como necesario: la cooperación científica, educativa y de investigación, con un enfoque particular en el sector de los semiconductores.
¿Por qué es esto crucial? Los semiconductores son los “cerebros” de casi todos los dispositivos electrónicos modernos, desde teléfonos inteligentes hasta automóviles y equipos médicos.
La escasez global de estos componentes ha evidenciado su importancia estratégica. La Universidad Estatal de Arizona (ASU) es reconocida como líder internacional en este campo, y una colaboración de esta naturaleza coloca a la UACH en el mapa de una de las industrias más dinámicas y críticas del siglo XXI.
Este convenio representa una oportunidad invaluable para fortalecer las capacidades académicas y tecnológicas de nuestra universidad. No se trata sólo de un intercambio de conocimientos; es una puerta de entrada para que estudiantes e investigadores de la UACH se formen en la vanguardia de la microelectrónica, un sector con una demanda laboral en explosivo crecimiento.

***

¿Qué diantres andaba haciendo la subsecretaria de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno estatal, Bianca Nevárez, la noche de “El Grito”, en la Plaza del Ángel? ¿Supervisando a policías y comandantes? No.
Sólo los reporteros que cubren la fuente del gobierno saben lo que andaba haciendo ahí la alta funcionaria policiaca: buscando impedir por la fuerza que los periodistas llevaran a cabo su labor.
Asuntos Internos metido de cuerpo entero y gustoso en un asunto que no le compete. Pues sí. Quizá Bianca sabe que los apodados “Crickos”, jefes internos y externos de comunicación social de la institución, rechazan hacer su trabajo adecuadamente y entró ella al quite.
Fue mal debut el de Bianca en su relación con los reporteros. No fue a ayudar sino a estorbar, agredir y a decir con su conducta que es dueña soberana de la Secretaría de Seguridad.

***

Anduvo el alcalde, Marco Bonilla, en la comunidad de El Charco no sólo para la sesión de Cabildo, sino en temas de obras para la comunidad, la inauguración de la pavimentación de la calle Tercera y el acondicionamiento del salón de usos múltiples.
En estas obras le invirtieron 4.5 millones de pesos. La comunidad de El Charco solicitaba desde hace tiempo que le metieran mano a estos espacios, Bonilla los atendió y ya es trabajo entregado.
Además, el alcalde hizo un reconocimiento al esfuerzo de agricultores y ganaderos, a quienes llamó “vencedores del desierto” reconociendo su aportación al desarrollo del municipio.
Chihuahua también es zona rural y su contribución a la economía local es de relevancia.