Cd. de México.- Luego de la pandemia de Covid-19 el mundo se reconfiguró. Junto con el proceso de digitalización, creció a la par la Creator Economy (Economía del Creador) o la monetización del trabajo de creación por parte de personas conocidas como creadoras de contenido.

Según la fuente, varían los números, pero el alza se repite. Por ejemplo, el reporte Adobe Future of Creativity, publicado en 2022, indicó que 165 millones de personas se sumaron a la creación de contenido entre el 2020 y 2022, para un total de 303 millones en el mundo.

Por su parte, en 2023, Goldman Sachs explicó en una entrada de blog que en Estados Unidos el mercado total de la economía de los creadores podría duplicarse en los próximos años al pasar de 250 mil millones de dólares en 2023 a 480 mil millones en 2027.

Esto causó un incremento en la demanda de dispositivos como smartphones, cámaras y micrófonos. En este último caso, si nos concentramos en el mercado nacional, acorde con datos de la Secretaría de Economía (SE), las importaciones de micrófonos aumentó anualmente desde 2019.

En 2019, se importaron micrófonos por un valor de 88.6 millones de dólares, mientras que en 2022 fue de 125 mdd, con una variación del 13.1 por ciento entre 2021 y 2022, es decir, que el mercado incrementó su valor. Se tomó como referencia el 2022 porque son los últimos datos disponibles de la SE.

De pronto, los mexicanos descubrieron que su voz podía ser monetizada en Twitch, Instagram y Podimo. Las marcas tecnológicas, oliendo la oportunidad en esta nueva economía de los creadores, se lanzaron a una carrera armamentista (¿sonidista?) para convertir un periférico general, en uno más específico.

Sin embargo, ante la saturación de modelos con luces neón y promesas de calidad de estudio, el usuario quedó a la deriva.

Para no naufragar en el marketing, hemos segmentado el mercado en cuatro perfiles, basados en las necesidades técnicas descritas por los propios ingenieros de Shure, Logitech y HyperX.

Creadores con enfoque en voz



Aquí entran los podcasters, narradores y educadores. Su materia prima es la palabra pura. No hay música estridente ni explosiones de fondo, solo la voz buscando intimidad y autoridad. Este perfil busca captar matices ricos y cálidos y una gran presencia vocal.

Si tienes un espacio controlado sin ruido de calle ni ecos, la recomendación de Logitech es optar por el Yeti X. Al ser un micrófono de condensador con un arreglo de cuatro cápsulas, actúa como una red fina capaz de atrapar el máximo detalle y textura de la voz.

HyperX de HP coincide en el uso de condensadores para situaciones íntimas. Modelos como el HyperX QuadCast 2 son ideales para captar sutilezas como en el ASMR, gracias a su alta resolución de grabación de 24-bit/96kHz, donde la sensibilidad es virtud y no defecto.

Si buscas un estándar más alto, Shure sugiere la transición al sistema XLR con micrófonos dinámicos. Antes, usar el micrófono SM7B requería comprar amplificadores costosos para levantar su señal, pero hoy la marca ha lanzado el SM7dB con preamplificador integrado que borra la complejidad técnica para el creador que solo quiere sonar como locutor de radio sin hardware extra.

Creadores con cámara



Aquí entran una gran cantidad de creadores, desde el lifestyle, moda, vlogs y de videos informativos. Aquí el micrófono no es solo una herramienta de audio, sino un accesorio que vive a cuadro y compite por la atención visual. El equipo no puede tapar la cara ni verse como un ladrillo de oficina.

Marcas como Logitech y HyperX admiten que el micrófono ahora forma parte de la identidad visual del creador. La apuesta aquí son dispositivos como el HyperX QuadCast 2 S, que integra iluminación RGB personalizable y un diseño icónico para comunicar estilo sin saturar la toma.

Para el creador que graba en hoteles o eventos, la prioridad es la resistencia y el tamaño. HyperX impulsa modelos compactos USB-C como el SoloCast, diseñados para lanzarse a una mochila y funcionar al instante gracias al Plug-and-Play y obtener nitidez en espacios improvisados sin requerir brazos mecánicos ni infraestructura compleja.

Creadores en vivo



En este entran todas las personas que realizan streaming en vivos en TikTok o Twitch, como los gamers. Estos creadores operan en el caos, con gritos de euforia, tecleo frenético de teclados mecánicos y alertas constantes en un cuarto sin tratamiento acústico.

Usar un micrófono de condensador aquí sería un error fatal, pues captaría cada tecla y ventilador. En su lugar, se sugiere una cápsula dinámica. Logitech ataca este problema con el Yeti GX, que utiliza un patrón de captación supercardioide para actuar como un láser auditivo que ignora el ruido del teclado mecánico y se centra solo en la voz del jugador.

Shure propone el MV6, un dinámico USB creado específicamente para este entorno. Su ventaja radica en el software Digital Popper Stopper y un Denoiser que elimina digitalmente los ruidos molestos que se cuelen.

Por su lado, HyperX añade soluciones físicas, pues sus micrófonos integran suspensiones elásticas, denominadas shock mounts, en el hardware para evitar que los golpes en la mesa tras una derrota retumben en la transmisión.

Creadores cotidianos


Aquí entran los pequeños negocios que realizan clips rápidos o personas que producen contenido espontáneo. No son ingenieros de audio, no saben qué es una frecuencia de muestreo y no tienen tiempo para editar. Necesitan conectar y sonar bien inmediatamente.

Se recomiendan micrófonos USB todo-en-uno que calibren automáticamente la ganancia. Logitech ofrece opciones de entrada como el Yeti Orb o el Snowball iCE, cuyo diseño esférico y conexión simple permiten mejorar el audio de una videollamada o un clip de Instagram al instante.

En tanto, HyperX diseña la ingeniería de sus modelos de entrada para que tomen decisiones por el usuario, entregando una firma sonora pre-calibrada que realza la voz humana y minimiza la distorsión sin que la persona tenga que tocar un ecualizador.

Shure, por su parte, apuesta a que herramientas como el MV6 funcionen en modo Auto Level, ajustando el volumen por sí solo.