Ciudad de México.- Usar malas palabras durante las conferencias del fin de semana de carreras puede ocasionar castigos, así como le sucedió a Max Verstappen.

En el Gran Premio de Singapur, el neerlandés calificó a su monoplaza como "jodido" haciendo referencia al funcionamiento en la pista, sin embargo, la descripción no fue del agrado de la Federación Internacional de Automovilismo.

"Las ruedas de prensa se retransmiten a todo el mundo. Se dicen más maldiciones que nunca y La rueda de prensa no es el lugar adecuado para eso. Algunos periodistas sugieren que el deporte quiere convertir a los pilotos en robots. Pero no es así. Sólo les pedimos que dejen de insultar. Me parece bien, porque la mayoría de los pilotos no lo hacen.

"El incidente nos fue remitido como comisarios. Tuvimos una conversación buena y abierta con Max durante unos 20 minutos. Fue una situación incómoda. Se le notaba en la cara que estaba muy disgustado. Cuando se marchó, nos pareció que estaba satisfecho con el proceso y con su razón de ser. No nos culpó a nosotros como comisarios", explicó Johnny Herbert, ex conductor y ahora comisario en la F1, a CasinoHawks.

Al piloto de Red Bull le impusieron una multa que tendrá que pagar con trabajo comunitario, actividad que no se ha determinado, lo que generó múltiples opiniones sobre la libertad de expresión de parte de los protagonistas.
"Nosotros, como comisarios, podemos llegar a una amplia gama de sanciones para los pilotos. Estamos ahí para seguir las reglas y tomar una decisión juntos. Podríamos multarle, pero pensamos que sería mejor hacer algo socialmente responsable. Depende de Max y de la FIA decidir qué es eso", finalizó.