Cd. de México.- Por más progreso y erudición con que la humanidad busque diferenciarse de otras especies, su voracidad y la continua sofisticación de la hostilidad ponen en duda toda pretensión supremacista.
Es por ello que en Silvestre, obra de teatro performático interdisciplinario que tendrá funciones a partir de este jueves y hasta el 27 de julio en el Teatro Benito Juárez, la compañía La Historia de Todxs dirige una mirada crítica al proceso civilizatorio humano, en contraste con la naturaleza y la ley universal de vida y muerte.
"El motor de este trabajo viene de una pregunta bastante orgánica para los tiempos que estamos viviendo, que es: ¿Qué nos civiliza, qué nos vuelve humanos? En ese sentido, frente a toda la situación actual, la sensación es de impotencia, de repente", apunta en entrevista telefónica Kaleb Oseguera, autor del texto y codirector del montaje junto con Nathalia Fuentes.
Por medio de una serie de paisajes visuales y sonoros, esta puesta estrenada el año pasado y realizada con apoyo del Circuito Nacional de Artes Escénicas Chapultepec hace un recorrido de "lo humano a lo no humano y de lo civilizado a lo salvaje".
"Pareciera que la razón y la capacidad de articular la realidad con el lenguaje es lo que nos hace humanos. Pero justo lo vamos desintegrando o desvaneciendo a lo largo de la obra para llegar a un espacio mucho más contemplativo. Diría yo que es una invitación a la escucha", expone Oseguera.
"Cuando uno se relaciona a partir de la escucha con todo lo que lo habita, como que se puede entender otro tipo de relaciones con aquello que comparte el espacio con nosotros; (...) se propone una especie de relación más horizontal", dice, a su vez, Vania Fortuna, quien ha incluido en el diseño sonoro de la obra parte de su trabajo haciendo grabaciones de campo en distintos ecosistemas en riesgo en México y América Latina.
Fue durante la pandemia de Covid-19, comparte Oseguera, cuando la incertidumbre que acompañó a la crisis humana global detonó la escritura de este proyecto.
"El hecho de estar aislados durante tanto tiempo, de tener latente la presencia de la muerte constantemente, me devolvió a una conciencia de mí mismo, es decir, a la conciencia de mi cuerpo, a la conciencia de qué es lo que me hace estar vivo", detalla el creador escénico.
"Y a partir de esto que nos atravesaba a todos y a todas, empecé a investigar corporalmente", prosigue.
"Así llegué a una relación entre mi respiración y la luz que ya verán planteada en Silvestre".
Las inquietudes plasmadas en ése texto inicial terminaron por adquirir forma a través del trabajo colaborativo con el resto de los involucrados en este esfuerzo, como los performers Andrea Cosette y Raúl Josephe Meléndez; los artistas Ángela Leyva y Óscar Salem en el diseño escénico y la iluminación, respectivamente, y hasta los hermanos chinamperos Isaías y Emiliano Mendoza, por mencionar a algunos.
Interesados por un teatro que refieren como más "ritual", los integrantes de La Historia de Todxs han creado no una pieza dramática típica, sino una experiencia sensorial a partir de lo simbólico; "dentro de este desdibujamiento de lo humano, transitamos y apostamos por ese espacio poético", subraya Oseguera, quien insiste en el llamado a escuchar "lo que no es humano".
"Creemos que la situación actual es tan como es porque vivimos en una realidad antropocentrista; no nos hemos detenido a escuchar que vivimos en un planeta vivo", remarca el creador.
"Es una invitación verdaderamente a conectar con ese otro cerrando los ojos y a partir de esa escucha", suma Fortuna. "Al final, es una invitación a preguntarse por lo otro, a dejar que lo otro lo habite a uno internamente".
Toma nota
Qué: Silvestre
Quién: compañía La Historia de Todxs
Dónde: Teatro Benito Juárez (Villalongín 15, Renacimiento)
Cuándo: jueves y viernes 20:00 horas; sábados, 19:00 horas y domingos, 18:00 horas, hasta el 27 de julio.
Boletos: 229 pesos en taquilla.