Samoa.- El Rey Carlos III participó en una ceremonia tradicional samoana en la que tomó una bebida narcótica frente a locales tatuados y con el torso desnudo en sus preparativos para ser nombrado gran jefe de esta isla del Pacífico.
Con un atuendo de color crema estilo safari, el Rey Carlos de 75 años, se sentó en un escenario situado frente a una casa comunal de madera, donde le ofrecieron medio coco relleno de una bebida local ligeramente narcótica conocida como "ava".
Junto a su esposa, la Reina Camila, el monarca pronunció las palabras: "Dios bendiga este ava", antes de llevarse la pócima a los labios entre aplausos de los asistentes.
La pareja real visitó la aldea de Moata'a, donde el monarca fue nombrado "tui taumeasina" o gran jefe de esa zona.
"Todo el mundo está deseando recibir al Rey. Estamos orgullosos de que haya elegido ser recibido aquí, en nuestra aldea. Como regalo, queremos concederle un título", dijo Lenatai Victor Tamapua, jefe local.
Lenatai Victor conversó con los reyes sobre el cambio climático y les enseñó los manglares de la zona, amenazados por la subida del nivel del mar.
"Las mareas altas están acabando con nuestros manglares. Nuestra comunidad depende del manglar para el cangrejo de lodo y el pescado, pero la marea ha subido dos o tres metros los últimos 20 años", lamentó Tamapua.
El monarca también participará en Samoa en su primera cumbre de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), integrada por 56 países, en su mayoría ex colonias británicas.
Los gobernantes de la Commonwealth escogerán a un nuevo secretario general nominado por un país africano, acorde con la rotación regional del cargo.
Los tres posibles candidatos han reclamado reparaciones por la esclavitud y el colonialismo. El cambio climático también figura en la agenda del bloque.
Tuvalu, Vanuatu y Fiyi respaldan la adopción de un tratado de no proliferación de los combustibles fósiles y piden a Australia, Canadá y Reino Unido hacer más por reducir sus emisiones de CO2.