Los Ángeles.- Desde su estreno en 1926, Faust, de F.W. Murnau, ha sido aclamada como una de las mejores películas mudas jamás realizadas. Casi un siglo después, hacer un trato con el diablo se ha convertido en uno de los temas más perdurables del cine.
Him: El Elegido, la película de terror producida por Jordan Peele que llega a los cines de México el 2 de octubre, es el testimonio más reciente de que, al menos en Hollywood, la oferta del diablo nunca pasa de moda.
Cuenta la historia de un aspirante a jugador de fútbol americano profesional, Cameron Cade (Tyriq Withers), quien es invitado a entrenar en un complejo aislado bajo la tutela del famoso mariscal de campo Isaiah White (Marlon Wayans).
Pero Cade eventualmente se da cuenta de lo que significa la pregunta que le siguen haciendo: "¿Qué estás dispuesto a sacrificar?".
"Las personas están tan obsesionadas con todo el tema de venderle el alma al diablo y realmente piensan que es un hombre en un traje que dice: 'Firma en la línea de puntos'", señala Julia Fox, quien interpreta a la esposa de White.
"Creo que venderle el alma al diablo es una metáfora de venderse y hacer cosas que no quieres hacer, comprometiendo tus principios y valores por un cheque".
Al igual que Him, las historias faustianas en el cine a menudo se presentan como terror. Y como las reinterpretaciones literarias y artísticas de la fábula alemana, desde Marlowe y Goethe hasta The Devil Went Down to Georgia, las adaptaciones cinematográficas abarcan lugar, década y género, desde la adaptación de culto de DC Comics de Keanu Reeves, Constantine, hasta la comedia romántica de 2000 de Brendan Fraser, Al Diablo con el Diablo (Bedazzled), una adaptación de la película de 1967 del mismo nombre que protagonizó Raquel Welch.
El diablo puede prometer dinero, como en The Devil and Daniel Webster, la crítica de 1941 a la codicia post-Gran Depresión, o fama, al estilo de la comedia musical de Jack Black de 2006, Reyes del Rock (Tenacious D in The Pick of Destiny).
"Está prácticamente en todas partes una vez que empiezas a buscar", dijo Kirsten Thompson, profesora de Estudios Cinematográficos en la Universidad de Seattle. "Todos queremos tener vida eterna o juventud o poder o estatus. Y las diversas iteraciones del mito a veces enfatizan diferentes cosas".
Him ni siquiera es la primera película faustiana ambientada en el contexto de los deportes. Damn Yankees, la adaptación de 1958 del espectáculo de Broadway coreografiado por Bob Fosse, cuenta la historia de un aficionado del béisbol que hace un pacto diabólico para ayudar a su equipo.
El legado del Faust de Murnau
Aunque Faust de 1926 no es la más antigua reinterpretación cinematográfica de la leyenda (el cineasta francés Georges Méliès hizo varias adaptaciones a partir de la década de 1890), la película de Murnau tiene el mayor legado.
"Tiene estas piezas de escenario muy impactantes que son, visualmente, enormemente iconográficas e influyentes en el cine mudo posterior, incluido el cine estadounidense", destacó Thompson.
Hablando con The Associated Press el año pasado para promocionar su adaptación de "Nosferatu" (la historia original de vampiros también fue realizada por Murnau, en 1922), Robert Eggers describió las formas en que Faust lo ha influenciado como director.
"El cine realmente no mejoró más que eso", aseveró.
Faust de Murnau sigue a su protagonista titular, un alquimista fiel que se desespera por una plaga mortal aparentemente imparable. Finalmente, se encuentra con el demonio Mefisto (la leyenda a menudo se refiere a él como Mefistófeles), quien convence a Fausto de hacer un pacto de prueba para renunciar a Dios a cambio del poder para ayudar al pueblo enfermo.
Pero el trato demoníaco de Fausto se descubre cuando una multitud se da cuenta de que no puede mirar una cruz. Desesperado, Fausto planea suicidarse, pero es detenido por Mefisto, quien regresa con otra oferta: el demonio devolverá la juventud al anciano alquimista.
La búsqueda de la juventud eterna fue un tema importante para el director de Him, Justin Tipping, quien cree que es particularmente apropiado para una historia sobre deportes.
"Esencialmente, lo que está detrás de todas las acciones de estos atletas es que están tratando de detener el tiempo", dijo.
Detrás del título
El título de la película de Tipping es un obvio homenaje a la jerga moderna del deporte.
Utilizada por atletas profesionales como LeBron James y Joe Burrow, la frase "I'm Him" está destinada a connotar un nivel de grandeza.
El GOAT (el mejor de todos los tiempos) es otra frase explotada en Him, una alusión adecuada dado que una cabra a veces tiene asociaciones demoníacas.
Pero Tipping no dirá si el título de la película también cumple una doble función para otro acrónimo utilizado periódicamente en la cultura pop como un eufemismo para Satanás: "His Infernal Majesty."
"Me acogeré a la Quinta Enmienda", sonrió.