Ciudad Juárez, Chih.- Un hombre, identificado como Christian Iván M. R., de 46 años, fue sentenciado a 53 años, 7 meses y 20 días, de cárcel, por los delitos abuso sexual agravado; violación agravada y violación agravada calificada, en perjuicio de su hija biológica; las agresiones iniciaron cuando la niña tenía 4 años y se prolongaron durante ocho años.
Cuando la víctima contaba con 12 años, su padre le suministraba metanfetamina, conocida como ‘cristal’, a fin de someterla sexualmente sin resistencia física, hechos que acreditó el Ministerio Público, adscrito a la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razón de Género y la Familia (FEM) ante la jueza oral Michelle Rodarte.
En el desarrollo del juicio oral 120/25 se estableció que Christian Iván agredió sexualmente a su hija de manera repetida durante ocho años, escalando la gravedad de las agresiones conforme ella crecía.
Los ataques sexuales iniciaron en el año 2014 hasta el 2022, evidenciando la representación social una progresión delictiva con escalada de gravedad
En el primer año, cuando la niña tenía cuatro años, el padre hizo el primer contacto sexual, oral-genital (abuso sexual).
En junio de 2019 cuando la víctima tenía 9 años, manipuló psicológicamente a su hija y la violentó sexualmente hasta que en entre los meses de octubre a diciembre de 2022, cuando la niña ya tenía 12 años, la violación completa era precedida al suministro de cristal para anular su resistencia.
La juzgadora expuso que “esta progresión demuestra un patrón de abuso sexual infantil crónico e intrafamiliar, donde el agresor aprovechó su posición de autoridad paterna, incrementando sistemáticamente la gravedad de las conductas conforme la víctima crecía, hasta alcanzar la máxima expresión de violencia sexual”, dijo al dar lectura a la sentencia este jueves.
Rodarte presidió el Tribunal Unitario de Enjuiciamiento y resolvió que el acusado deberá permanecer en prisión durante 53 años, siete meses y 20 días; sentencia que inicia desde el tres de febrero del 2024, cuando inició su prisión preventiva.
Además está obligado a cubrir casi 300 mil pesos por la reparación del daño causado a su hija.
Esta sentencia, expuso la jueza, es en consideración de la gravedad extrema de los hechos, ya que la víctima solo tenía 4 años cuando iniciaron las agresiones sexuales en su contra y el padre trasgredió la relación de confianza y autoridad como progenitor.
Además, se contempló el periodo prolongado del abuso de ocho años y la progresión en la grave-dad de las agresiones y el uso de drogas, altamente adictivas, para facilitar la violación, lo que ocasionó un severo daño psicológico a la ahora adolescente.
El acusado pasará su sentencia en el Cereso 3 y no tiene derecho a la libertad condicional, resolvió la jueza Rodarte.