La Liga de Ciudadanos Americanos Latinos Unidos, una de las organizaciones de derechos civiles de latinos más antigua del país, dijo que muchos de los perseguidos eran líderes demócratas y voluntarios electorales, y que algunos eran adultos mayores residentes de 70 y 80 años.
Gabriel Rosales, director de la sección del grupo en Texas, dijo que los oficiales que estaban realizando las redadas se llevaron teléfonos celulares, computadoras y documentos.
Catalogó las redadas como “alarmantes” y dijo que eran un esfuerzo para suprimir a los votantes latinos.
En una conferencia de prensa de este lunes afuera de las oficinas del procurador general en San Antonio, miembros del grupo, conocido como LULAC, dijeron que estaban entablando una demanda de derechos civiles ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Roland Gutiérrez, senador estatal, anunció que iba a solicitar una investigación en el Senado estatal sobre las redadas.
Esos actos se llevaron a cabo en condados cerca de San Antonio y en el sur de Texas.
En un comunicado de la semana pasada, Paxton, quien es republicano, dijo que eran parte de una “investigación sobre integridad electoral” que empezó hace dos años para atender los alegatos de fraude electoral y promoción del voto.
Su oficina señaló que no comentaría sobre el tema porque estaba en marcha la investigación.
Esa indagatoria está siendo realizada por una unidad de la oficina de Paxton, la Unidad de Integridad Electoral, que fue creada después que el ex presidente Donald J. Trump empezó a hacer afirmaciones falsas de fraude después de la elección del 2020 y los estados gobernados por republicanos buscaron imponer medidas estrictas sobre ese supuesto delito electoral.
Expertos han encontrado que el fraude electoral sigue siendo algo que en raras ocasiones ha ocurrido.