Washington DC, Estados Unidos.- El Presidente electo Donald Trump terminó de dar forma esta semana al equipo de funcionarios de su próximo Gabinete encargado de instrumentar una draconiana política migratoria, ya no sólo enfocada en el endurecimiento fronterizo, sino de deportaciones desde el interior de Estados Unidos.
Considerado por Trump como el tema de mayor interés para sus votantes, el control migratorio estará a cargo de un equipo que incluye a personajes como una leal Gobernadora republicana hasta funcionarios de carrera pasando por la elevación de su principal asesor migratorio a un puesto más prominente.
A pesar de que los "encuentros" de migrantes irregulares en la frontera con México disminuyeron de 2.4 millones en el Año Fiscal 2023 a 2.1 millones en el Año Fiscal 2024, el equipo de línea dura de Trump encabezado por su Asesor de Seguridad Interna, Stephen Miller, percibe una invasión que debe terminar.
"Todo va a cambiar el 20 de enero, porque el Presidente de los Estados Unidos va a utilizar todas las herramientas legales, diplomáticas y financieras para detener la entrada de todos los extranjeros ilegales a este País", dijo Miller esta semana a la cadena de televisión Fox News sobre los planes inmediatos.
Con apenas 32 años de edad al llegar a trabajar en la primera Casa Blanca de Trump en 2017, Miller es descendiente de refugiados judíos de la ex Unión Soviética, pero eso no ha sido obstáculo para llegar a convertirse en el arquitecto del restriccionismo migratorio trumpista con un nivel de influencia mayor.
Definido como "El Agitador" en una reciente biografía escrita por la periodista Jean Guerrero, Miller es el autor de buena parte de los discursos del próximo Presidente acuñando frases insignia de Trump -como la de una supuesta invasión migrante- así como la principal propuesta de hacer deportaciones masivas.
"No habrá beneficios (para migrantes). No habrá entrada (de migrantes). No habrá asilo. No habrá admisiones. (Los migrantes) podrán enfrentar un proceso legal, seguramente serán arrestados, y definitivamente serán deportados (de EU)", dijo Miller sobre su plan migratorio a partir de enero.
Desde su lugar como asesor en la Casa Blanca, Miller incubó las principales medidas de control migratorio de Trump -incluyendo una drástica reducción en las admisiones de refugiados- y fue frecuentemente acusado de invadir las atribuciones de los Secretarios de Seguridad Interna sobre política migratoria.
Conocida por su irrestricta lealtad a Trump en los últimos años, la aún Gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, fue presentada ya como la nominada a Secretaria de Seguridad Interna en el próximo Gabinete, pero analistas dan por descontado que el diseño de la política migratoria estará con Miller.
De 53 años y proveniente de origen ranchero, Noem ha sido señalada por no tener las calificaciones necesarias para liderar una burocracia de 260 mil funcionarios y sin experiencia suficiente particularmente en áreas clave como antiterrorismo, seguridad costera, inmigración y seguridad de transporte.
"Tal vez sea demasiado duro decir que (Noem) 'realmente no sabe nada de Seguridad Interna', pero parece bastante preciso decir que (Noem) sabe muy poco", aseguró la publicación The Bulwark tras hacer una revisión del currículum de la próxima Secretaria, un puesto clave para la relación con México.
A pesar de que Dakota del Sur está a más de mil 700 kilómetros de la frontera de Texas con México, Noem desplegó a la Guardia Nacional de su Estado en al menos tres ocasiones en los últimos años para apoyar operativos del Gobernador texano Greg Abbott, incluyendo el colocar alambre de púas en la frontera.
"El Gobernador Abbott ha hecho exactamente lo correcto. Y le enviaré más alambre de púas desde Dakota del Sur si es necesario para que pueda hacer su trabajo", dijo Noem a la cadena de televisión Fox News en enero y quien previamente había llamado ya a la frontera con México como una "zona de guerra".
La disposición de Noem para usar efectivos militares en labores de control fronterizo es relevante dadas las intenciones legalmente cuestionables del asesor Miller para movilizar a Guardia Nacional de Estados republicanos para apoyar al Departamento de Seguridad Interna a realizar deportaciones de migrantes.
Tras la primera Presidencia donde algunas de sus políticas enfrentaron la inexperiencia de algunos colaboradores, Trump anunció también a experimentados funcionarios de carrera que en los últimos años se han convertido en acólitos de su movimiento comenzando por el flamante Zar Fronterizo, Tom Homan.
De 63 años de edad y tras una larga carrera en la burocracia incluyendo deportaciones de migrantes., Homan fungió como director interino de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), pero ahora será un asesor dentro de la Casa Blanca donde junto a Miller delineará las líneas de acción.
"Tenemos gran gente (en nuestro equipo) como Tom Homan. ¿No es él un personaje perfecto para el rol?¿No es perfecto para el rol?", dijo Trump esta semana en un evento organizado por la cadena Fox News muy en su estilo para aplaudir el aspecto físico y forma de hablar del ex funcionario de control migratorio.
En la primera Presidencia de Trump, Homan fue el principal arquitecto de la polémica política de separación de menores de sus padres indocumentados al ser detenidos -como una estrategia para disuadir los cruces ilegales en la frontera- y recientemente dijo que las deportaciones podrían ser de familias completas.
Convertido en otro de los principales ex funcionarios fronterizos que apoyaron la campaña de Trump, el ex Jefe de la Patrulla Fronteriza, Rodney Scott, será el nuevo jefe de la Oficina de Protección y Control de Aduanas (CBP, en inglés), la agencia estadounidense encargada de la vigilancia de todas las fronteras.
En agosto de 2021, la Administración del Presidente Joe Biden forzó a Scott a dejar el cargo al frente de la Patrulla Fronteriza al oponerse públicamente a la prohibición de usar el término "extranjero ilegal" (ilegal alien) para referirse a los migrantes irregulares y tras su retiro se acercó al movimiento trumpista.
Pero ante la intención de Trump de enfocarse en deportaciones de indocumentados desde el interior del País, la agencia que resultará clave en este esfuerzo es la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) para la que el ex Presidente anunció un líder interino, el funcionario de carrera Caleb Vitello
Con la meta de deportar a un millón de personas al año, Vitello enfrentará limitaciones básicas para cualquier deportación masiva, pues su agencia ICE sólo tiene unos 6 mil agentes disponibles y 41 mil camas en centros de detención; esto sin contar la oposición de industrias y otros actores afectados por la falta de trabajadores.
"Esperamos que los votantes sientan remordimiento cuando sus billeteras, vecindarios y congregaciones se vean afectadas por los planes de deportación de Trump. No es demasiado tarde para que los líderes clave en los sectores empresarial, religioso, gubernamental y policial se manifiesten contra el daño inminente", dijo esta semana Douglas Rivlin, director de comunicación de America's Voice, un grupo pro-inmigrante.
Pero incluso en el caso de Vitello, la cercanía con el asesor principal de Trump, Stephen Miller durante el primer mandato trumpista en la Casa Blanca es considerada la principal carta de presentación al haber probado lealtad a la política restriccionista que ahora contará con menos obstáculos también en el Capitolio donde los republicanos tienen el control.