Estados Unidos.- "Uno de los hombres más brillantes de Wall Street". "Respetado por todos". "Además, es de buen ver".
Así es como el ex Presidente Donald Trump describió recientemente a Scott Bessent, un administrador de fondos de cobertura poco conocido, antiguo partidario de Al Gore y ex inversionista principal de George Soros.
Bessent, en cierto modo un aliado improbable de Trump, se ha convertido en su obsesión más reciente. Trump elogió a Bessent en un mitin en agosto en Carolina del Norte y luego lo sorprendió haciéndolo subir al escenario. El jueves, Trump llamó a Bessent "uno de los máximos analistas de Wall Street" durante un discurso en el Club Económico de Detroit.
Bessent, fundador de la firma de inversiones Key Square Capital Management, llamó la atención del ex Presidente el año pasado cuando respaldó públicamente a Trump mientras muchos otros en el mundo financiero aún se unían en torno a Nikki Haley.
Bessent, de 62 años, decidió apostar con todo cuando vio que los casos legales contra Trump estaban ayudando, no perjudicando, su índice de aprobación. Dijo a algunos que el fenómeno le recordaba a una acción que sube a pesar de malas noticias, una señal alcista para algunos inversionistas.
Ahora Bessent es el asesor económico de cabecera de Trump. Les pasa tarjetas de apuntes a los funcionarios de campaña con datos económicos y mensajes a los que Trump hace referencia en sus discursos de campaña. El nombre de Bessent ha sido mencionado para puestos como el de Secretario del Tesoro en caso de que Trump recupere la Casa Blanca.
El inversionista multimillonario conoce a la familia Trump desde hace décadas, aunque no estrechó lazos con el ex Presidente hasta hace poco.
Bessent visitó a Trump a principios de año en su casa Mar-a-Lago en Florida, donde hablaron de formas en que Trump podría convertir sus ideas en políticas.
Bessent es amigo del senador JD Vance y fue uno de los pocos en Wall Street que abogó por que Trump eligiera a Vance como su compañero de fórmula.
Este reporte se basa en conversaciones con más de una docena de personas familiarizadas con Bessent y su relación cada vez más profunda con Trump.
Del sur a Soros
Bessent creció en un pequeño pueblo de Carolina del Sur. Bessent, que es gay, consideró asistir a la Academia Naval de Estados Unidos, pero no estaba dispuesto a mentir sobre su sexualidad. En lugar de ello, asistió a la Universidad de Yale e incursionó en el campo de las inversiones tras conocer y trabajar para James Rogers, el primer socio de Soros.
Bessent se unió a Soros Fund Management en 1991. Fue una de las fuerzas impulsoras detrás de la enorme apuesta de la empresa a que la libra esterlina colapsaría después de detectar una marcada debilidad en el mercado inmobiliario del Reino Unido. La apuesta le redituó a la empresa más de mil millones de dólares en 1992.
Bessent fue director de inversiones de Soros de 2011 a 2015 y dirigió la empresa durante un tiempo.
Dejó el negocio en el 2015 para fundar Key Square, que se especializa en macroinversiones o en predecir movimientos generales del mercado utilizando información económica y geopolítica.
A junio, la empresa administraba alrededor de 550 millones de dólares, incluyendo dinero prestado.
Bessent es reservado y conocido por soltar datos económicos poco conocidos. Está casado con John Freeman, un ex fiscal de la ciudad de Nueva York, y tienen dos hijos. Vive principalmente en Charleston, Carolina del Sur, donde la pareja restaura mansiones históricas.
Avanzando hacia Trump
Aunque Bessent es muy respetado en Wall Street, no es tan conocido en general como destacados financieros como Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, lo que tranquiliza a Trump, a quien le preocupa que sus asesores le roben atención.
Paradójicamente, la asociación pasada de Bessent con Soros es visto positivamente por Trump, a quien le impresionan los miles de millones que Soros ha ganado en los mercados financieros y a veces pregunta cómo fue trabajar para Soros. Bessent tiene años de no hablar con Soros.
Bessent no estaba de acuerdo con gran parte del trabajo realizado por Open Society Foundations, la organización sin fines de lucro de Soros, aunque no veía conflicto en trabajar para él. Sin embargo, en el 2014, cuando algunas personas de la fundación quisieron restringir que el fondo hiciera inversiones en empresas que hacían negocios en Israel, Bessent acudió a Soros y amenazó con renunciar. La idea fue descartada.
Voceros de Soros Fund Management y la fundación dijeron que sus organizaciones nunca buscaron restricciones a las inversiones relacionadas con Israel.
A lo largo de los años, Bessent ha donado principalmente a candidatos republicanos, donando más de 15 millones de dólares, pero también ayudó a algunos demócratas. Organizó una recaudación de fondos para la campaña presidencial de Gore en el 2000 en su casa, pero ese año también donó a John McCain, el Senador republicano de Arizona.
En el 2016, Bessent dijo a la gente que estaban subestimando las posibilidades de Trump. Después de que Trump ganó las elecciones, Bessent obtuvo una gran victoria apostando a un repunte del mercado y luego donó 1 millón de dólares al comité inaugural de Trump.
'3-3-3' y el 'crash de Kamala'
Bessent habla con regularidad con Trump y busca agregar profundidad intelectual a sus pronunciamientos económicos, que pueden ser escasos en detalles. Ha aconsejado a Trump que aplique una política "3-3-3": reducir el déficit presupuestario al 3% del producto interno bruto para el 2028, estimular un crecimiento del 3% del PIB a través de la desregulación y producir 3 millones de barriles adicionales de petróleo o su equivalente al día.
Bessent, que tiene mucho tiempo de estar preocupado por la onerosa deuda de Estados Unidos, cree que la única manera de reducirla es impulsando el crecimiento, lo que incrementa los ingresos fiscales.
Trump es su fan, en parte porque Bessent ha estado dispuesto a hacer predicciones públicas sobre qué tan bien le irá a la economía estadounidense si Trump gana. En referencia a los llamados eventos de cisne negro que mueven inesperadamente los mercados, ha llamado a Trump un "cisne naranja".
Tampoco se ha quedado callado respecto a lo nefastas que cree que serán las consecuencias si la Vicepresidenta Kamala Harris gana las elecciones.
"Kamala Harris comenzará con el crash de Kamala en el mercado de valores", advirtió Bessent a la multitud cuando subió al escenario en el mitin de Trump en Carolina del Norte. "Luego se dará el crash de Kamala en la economía".
Bessent nunca ha dirigido una organización tan grande como el Departamento del Tesoro, por lo que no está claro cómo manejaría un trabajo de esa talla en una posible Administración de Trump. Algunos amigos se muestran optimistas al respecto.