Al menos cinco incendios activos en el condado de Los Ángeles, California, han devastado a extrema velocidad más de 11 mil hectáreas, destruido miles de inmuebles y obligado a decenas de miles de personas a evacuar.

Estela de destrucción

El incendio de Palisades se convirtió en el más destructivo en la historia de Los Ángeles. En total, los distintos siniestros han consumido casi 12 mil hectáreas.

¿A qué equivale?

  • +2 veces la superficie de la isla de Manhattan.
  • 22000 campos de futbol.

'Vientos del diablo' avivan incendios

Los vientos de Santa Ana, también llamados “vientos del diablo”, son comunes en el sur de California en los meses más fríos.

El saldo

Las autoridades estiman que la cifra de daños es mucho mayor de lo que se tienen reportes hasta el momento.

  • 10 personas muertas
  • 10,000 estructuras arrasadas
  • 130,000 residentes bajo órdenes de evacuación

EN CENIZAS

Las llamas que comenzaron el martes por la mañana dejaron en cenizas miles de estructuras en distintas partes del condado de Los Ángeles.

TESTIMONIO

'Es bíblico'

THE NYT NEWS SERVICE

Delaware y Rhode Island podrían caber, con espacio de sobra, en el condado de Los Ángeles. Conducir de Pacific Palisades a Pasadena toma casi una hora, incluso sin tráfico. Los desastres en el sur de California rara vez son tan grandes como parecen. Pero esta vez es diferente.

En un furioso golpe que comenzó el martes por la mañana y continuaba hasta el jueves, un monstruo de viento y fuego atacó una metrópolis de 7 mil 649 kilómetros y de cerca de 10 millones de habitantes, provocando llamas que arrasaron comunidades de todos los niveles y estratos socioeconómicos.

Mansiones quedaron reducidas a cenizas en Pacific Palisades, un enclave de celebridades al oeste de Los Ángeles. Las casas se quemaron hasta los cimientos 56 kilómetros al este en el ordenado suburbio de Altadena. Los trabajadores de ranchos en la zona rural de Sylmar, 40 kilómetros al norte, huyeron con sus caballos en la noche ardiente. Los nuevos propietarios de viviendas en desarrollos recién construidos a horas de distancia en comunidades del interior como Pomona se prepararon para las evacuaciones mientras vientos de 94 kilómetros por hora sacudían los cristales de las ventanas y las palmeras.

No es sólo que el lugar está en llamas. Es que parece que está en llamas en todos lados a la misma vez, luego de que una andanada de incendios forestales separados estallaron en centros de población de toda la región, cada uno de los cuales generó su propia constelación de incendios puntuales a partir de brasas impulsadas por los vientos. Psíquicamente, si no físicamente, se fusionaron en una especie de megacatástrofe para los habitantes del sur de California. Las cenizas, el humo, el viento y las llamas trajeron la dolorosa comprensión de que un paisaje nuevo y menos manejable está en el horizonte.