Días después de amenazar con imponer un arancel del 30 por ciento a México por lo que dijo que era su incapacidad para detener a los cárteles del narcotráfico, el presidente Donald Trump redobló la apuesta el miércoles, acusando a los políticos del país de estar controlados por esos cárteles.
Los cárteles tienen “controles muy fuertes sobre México”, dijo mientras firmaba una ley relativa al fentanilo. Luego añadió: “No podemos permitir que eso ocurra. Las autoridades mexicanas están petrificadas para ponerse a trabajar porque los cárteles tienen un tremendo control sobre México y los políticos”.
Las autoridades mexicanas llevan meses negociando con Estados Unidos con la esperanza de evitar un mayor daño a la economía de su país, impulsada por las exportaciones. Pero esos esfuerzos —y su labor para abordar las preocupaciones de Trump sobre los cárteles y la migración— parecen haber tenido un efecto limitado.
En una carta a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, publicada el sábado, Trump afirmó que los países mantenían una “sólida relación” y que “México me ha estado ayudando a asegurar la frontera”. De hecho, el número de personas que cruzan ilegalmente la frontera sur ha descendido a niveles no vistos en décadas.
Pero Trump dijo que, como México “aún no ha detenido” a los cárteles ni el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, impondría un arancel del 30 por ciento a partir del 1 de agosto.
Sheinbaum, quien anteriormente había rechazado las acusaciones de Trump sobre los vínculos de funcionarios mexicanos con los cárteles, defendió esta semana los esfuerzos de México y afirmó que las autoridades incautaban y destruían laboratorios de drogas “todos los días”. Añadió que Estados Unidos también debe controlar el flujo de armas desde su lado de la frontera que da poder a los cárteles.
Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha ido y venido sobre los aranceles a México, a pesar de que negoció un acuerdo comercial durante su primer mandato con México y Canadá.
En su carta reciente, Trump añadió que las drogas no eran la única preocupación de Estados Unidos y señaló otras políticas mexicanas que, según dijo, habían contribuido a un déficit comercial “insostenible”.
Pero los cárteles parecían ser su centro de atención: si México “tiene éxito en desafiar a los cárteles y detener el flujo de fentanilo”, escribió, “consideraremos un ajuste”.
¿Qué significa esto para México?
Aunque Trump amenazó con imponer gravámenes similares a Canadá y la Unión Europea, México es un caso único. El año pasado, el país superó a China, un objetivo más grande de los aranceles del presidente, para convertirse en el mayor socio comercial de Estados Unidos.
Pero Trump se ha quejado reiteradamente del déficit comercial de bienes de Estados Unidos con México. En 2024, el gobierno estadounidense dijo que había importado de su vecino bienes por valor de 506.000 millones de dólares, mientras que había exportado 334.000 millones.
En México existe la esperanza de que el efecto de la última amenaza de Trump pueda minimizarse. Dos días después de que el presidente impusiera en marzo un arancel del 25 por ciento a las importaciones mexicanas, eximió a los bienes que comercian al amparo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el pacto comercial de su primer mandato.
Actualmente, debido a esa exención, alrededor del 87 por ciento de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos no incurren en gravámenes, según el gobierno mexicano. (Sin embargo, algunos productos mexicanos, como los automóviles, el acero y el aluminio —y pronto, los tomates— están sujetos a aranceles separados, específicos de cada sector).
Aunque la carta de Trump no mencionaba esa exención, un funcionario de la Casa Blanca que no estaba autorizado a hablar públicamente dijo el sábado que lo más probable era que continuara. El funcionario también dijo que la tasa del 30 por ciento sustituiría a los anteriores gravámenes del 25 por ciento que Trump impuso al país.
Sheinbaum dijo esta semana que era necesario aclarar la continuación de la exención.
Guillermo García, exnegociador comercial del gobierno mexicano, dijo que si la exención continúa, los aranceles de Trump tendrían un efecto, “pero va a ser atenuado”.
“Pero una de las cosas que más está dañando a la relación económica de México es la incertidumbre”, dijo García, quien actualmente es asociado de De la Calle Madrazo Mancera, una firma de consultoría económica y comercial en México. “Para México, lo que más necesita es parar la ola de incertidumbre”.
En parte debido a los aranceles, los analistas han proyectado que la economía de México apenas crecerá, si no es que se contraerá, este año, un análisis que Sheinbaum ha rechazado.
¿Qué más podría hacer México para combatir a los cárteles del narcotráfico?
Desde que asumió el cargo en octubre, Sheinbaum ha adoptado un enfoque agresivo contra los principales cárteles de la droga de México y el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.
Su gobierno ha detenido a miles de agentes de cárteles, entre ellos altos cargos del Cártel de Sinaloa; ha desplegado soldados en la frontera entre México y Estados Unidos; ha incautado grandes cantidades de fentanilo y otras drogas; y ha entregado a 29 miembros de cárteles a las autoridades estadounidenses.
A pesar de que Trump ha celebrado estas acciones, ha llegado a la conclusión de que el gobierno de Sheinbaum se ha quedado corto, lo que ha dejado a muchos en México preguntándose qué es lo que realmente quiere y si los esfuerzos por desmantelar los cárteles serían suficientes para evitar consecuencias económicas negativas.
Carlos Bravo Regidor, analista político en México, dijo que los nuevos aranceles podrían tener la intención de presionar a Sheinbaum para que se dirija a figuras políticas sospechosas de tener vínculos con el crimen organizado.
“Trump ha identificado astutamente una gran vulnerabilidad en su contraparte, una que seguirá presionando y explotando mes tras mes para extraer concesiones de México”, dijo.
Perseguir a funcionarios públicos de alto rango sospechosos de corrupción conlleva un enorme costo político para el gobierno de Sheinbaum, dijo Bravo Regidor.
“Estados Unidos ya ha creado esta situación en donde toda expectativa de cambio está depositada en México, diciendo: ‘¡México tiene que cambiar! Tiene que hacer más’, pero hay muchas cosas que necesitarían cambiar en Estados Unidos para que los cambios acá realmente fueran efectivos”, dijo, señalando el consumo masivo de drogas y la producción de armas en Estados Unidos.
Otros analistas argumentaron que, en lugar de buscar victorias llamativas como las detenciones masivas, Sheinbaum debería centrarse en cambios estructurales duraderos, como el fortalecimiento de las fuerzas policiales en todo el país y el refuerzo de las investigaciones sobre el lavado de dinero.
“Estamos en este ciclo de materia política de seguridad, donde respondemos a presiones ciudadanas y de Estados Unidos con acciones rápidas”, dijo Iliana Padilla Reyes, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Reaccionamos al tapar la fuga en la tubería. Le ponemos solución momentánea pero sabemos que hay un problema estructural en toda la tubería de la casa”.
¿Qué ocurrirá ahora?
Sheinbaum dijo a principios de esta semana que estaba “muy segura” de que los países podrían llegar a un acuerdo antes del 1 de agosto que mejorara la posición de México.
Señaló que las partes estaban cerca de finalizar un acuerdo de seguridad. Dijo que el pacto no incluiría la posibilidad de que soldados estadounidenses operaran en México, algo que Trump había propuesto anteriormente para luchar contra los cárteles, y que en su lugar se centraría en compartir información e inteligencia.
Trump dijo en su reciente carta que si el gobierno de Sheinbaum imponía aranceles de represalia, esos gravámenes se añadirían al 30 por ciento que había anunciado.
Pedro Casas Alatriste, director general de la Cámara de Comercio Americana de México, dijo que los funcionarios mexicanos, que han estado en Washington con frecuencia, deberían acelerar las negociaciones con sus homólogos estadounidenses y empezar a retirar temas de la mesa, como el acero y el aluminio o los tomates.
“El tema es empezar a descomplejizar el problema”, dijo.