Damasco.- Grupos de sirios se paseaban este domingo por los palacios del Presidente Bashar al-Assad tras la caída de su Gobierno, deambulando de sala en sala, posando para fotografías y llevándose algunos objetos de mobiliario u ornamentos.
Un video obtenido por Reuters mostraba a la gente entrando en el Palacio Presidencial de Al-Rawda, mientras los niños corrían por las grandes habitaciones y los hombres deslizaban un gran baúl por el suelo ornamentado.
Varios hombres cargaban sobre sus hombros sillas elegantes.
En un almacén había armarios saqueados y objetos esparcidos por el suelo.
Un video de otro palacio, el de Muhajreen, verificado por Reuters, mostraba a grupos de hombres y mujeres caminando por un suelo de mármol blanco y atravesando altas puertas de madera. Un hombre llevaba un jarrón en la mano y un gran armario estaba vacío con las puertas entreabiertas.
Otros salieron a las calles este día, entre disparos de celebración después de un sorprendente avance rebelde que llegó a la capital, en acciones que por ahora plantean dudas sobre el futuro del país y la región en general.
Multitudes entusiastas se reunieron en las plazas centrales de Damasco, ondeando la bandera revolucionaria siria en escenas que recordaban a los primeros días de la Primavera Árabe, antes de una brutal represión y el surgimiento de la insurgencia en 2011.
Los rebeldes sirios tomaron el control de Damasco, obligando a Assad a huir y poniendo fin a 50 años de Gobierno de su familia tras más de 13 años de guerra civil, en un momento histórico para Medio Oriente.
Assad, que no había hablado en público desde el repentino avance rebelde hace una semana, voló fuera de Damasco hacia un destino desconocido a primera hora del domingo, según dijeron a Reuters dos oficiales de alto rango del Ejército, mientras los rebeldes decían que habían entrado en la capital sin señales de despliegue militar.
Rusia, un aliado cercano, dijo que Assad dejó el país después de negociaciones con grupos rebeldes y había dado instrucciones para transferir el poder pacíficamente.
Muchas personas se reunieron para rezar en las mezquitas de la capital y celebrar en las plazas, cantando "Dios es grande".
La multitud también coreaba consignas contra Assad y tocaba las bocinas de los coches.
Varios adolescentes recogieron armas aparentemente abandonadas por las fuerzas de seguridad y dispararon en júbilo.
Una multitud llenó la plaza de los Omeyas en el centro de la ciudad, donde se encuentra el Ministerio de Defensa. Varios hombres dispararon al aire en celebración y algunos ondeaban la bandera siria de tres estrellas, que precede al gobierno de Assad y fue adoptada por los revolucionarios.
Soldados y policías abandonaron sus puestos y huyeron, y los saqueadores irrumpieron en el Ministerio de Defensa. Videos de Damasco mostraban a familias entrando en el palacio presidencial, algunas de las cuales salían cargando pilas de platos y otros artículos domésticos.
"No dormí anoche, y me negué a dormir hasta que escuché la noticia de su caída", dijo Mohammed Amer Al-Oulabi, de 44 años, que trabaja en el sector eléctrico.
"De Idlib a Damasco, solo les tomó (a las fuerzas opositoras) unos días, gracias a Dios. Que Dios los bendiga, los leones heroicos que nos hicieron sentir orgullosos".
El periódico sirio al-Watan, tradicionalmente afín al Gobierno, escribió: "Estamos ante una nueva página para Siria. Agradecemos a Dios por no derramar más sangre. Creemos y confiamos en que Siria será para todos los sirios".
Añadió que los trabajadores de los medios no deberían ser culpados por publicar declaraciones gubernamentales en el pasado.
"Solo cumplimos con las instrucciones y publicamos las noticias que nos enviaron", dijo.
"Ahora quedó claro rápidamente que era falso".
Una declaración de la comunidad alauí -a la que pertenece Assad y que ha sido el núcleo de su base de apoyo- llamó a los jóvenes sirios a estar "tranquilos, racionales y prudentes y no dejarse arrastrar por lo que desgarra la unidad de nuestro país".
Abu Mohammed Al Golani, un excomandante de Al Qaeda que rompió lazos con el grupo hace años y dice abrazar el pluralismo y la tolerancia religiosa, lidera la facción rebelde más grande y estaba posicionado para trazar el rumbo del país.
El comandante rebelde Anas Salkhadi, que apareció en la televisión estatal este día, intentó tranquilizar a las minorías religiosas y étnicas de Siria, diciendo: "Siria es para todos, sin excepciones. Siria es para drusos, suníes, alauíes y todas las religiones".
"No trataremos a la gente como lo hizo la familia Assad", agregó.
Assad ha sido acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra civil, lo que incluye un ataque con armas químicas en 2013 contra las afueras de Damasco.
El fin de su Gobierno supone un golpe importante para Irán y sus aliados, ya debilitados por más de un año de conflicto con Israel.
Israel toma zona cercana a Siria
El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció hoy que fuerzas israelíes habían tomado una zona de amortiguación en las Alturas del Golán que data de 1974, luego que tropas sirias abandonaron sus posiciones.
El Ejército israelí dijo este domingo que había desplegado fuerzas en una zona desmilitarizada de separación a lo largo de su frontera norte con Siria tras la ofensiva rebelde allí.
Agregó que también envió tropas a "otros lugares necesarios para su defensa", afirmó que el despliegue pretendía prestar seguridad a los residentes de los Altos del Golán. Israel capturó la región en la Guerra de los Seis Días de 1967 y la comunidad internacional, salvo por Estados Unidos, la considera territorio ocupado.
Los rebeldes sirios enfrentan ahora la desalentadora tarea de sanar las profundas divisiones en un país devastado por la guerra y aún dividido entre diferentes facciones armadas.
Combatientes de la oposición respaldados por Turquía luchan contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos en el norte, y el grupo Estado Islámico sigue activo en algunas áreas remotas.
Las fuerzas opositoras no habían llegado a Damasco desde 2018, cuando las tropas sirias recapturaron áreas en las afueras de la capital tras un asedio de varios años.
Peticiones de transición ordenada
Los avances rebeldes desde el 27 de noviembre eran los más grandes en los últimos años y vieron caer las ciudades de Alepo, Hama y Homs en cuestión de días mientras el Ejército sirio se desmoronaba.
Rusia, Irán y el grupo político y militar libanés Hezbollah, que han prestado un apoyo crucial a Assad durante el conflicto, le abandonaron en los últimos días, ocupados por otros conflictos.
Los rebeldes están liderados por el grupo Hayat Tharir al-Sham, o HTS, que tiene su origen en Al Qaeda y está considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y Naciones Unidas.
Su líder, Al Golani, intentado reformar la imagen del grupo y dice estar comprometido con una Siria que sirva a todos sus ciudadanos. HTS estableció un "gobierno de salvación" en 2017 para administrar una gran parte del noroeste de Siria bajo su control.
"Golani ha hecho historia y ha encendido la esperanza entre millones de sirios", dijo Dareen Khalifa, asesora senior del Grupo de Crisis Internacional y experta en grupos sirios.
"Pero él y los rebeldes ahora enfrentan un desafío formidable por delante. Solo se puede esperar que estén a la altura de la ocasión".
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió ayer conversaciones urgentes en Ginebra para asegurar una "transición política ordenada".
La nación del Golfo de Qatar, un mediador clave en la región, celebró el sábado por la noche una reunión de urgencia de ministros de exteriores y altos funcionarios de ocho países con intereses en Siria. Entre los participantes estaban Irán, Arabia Saudí, Rusia y Turquía.
Majed bin Mohammed al-Ansari, vocero del Ministerio qatarí de Exteriores, dijo a los periodistas que habían acordado la necesidad "de implicar a todas las partes sobre el terreno", incluido HTS, y que la principal preocupación era "la estabilidad y una transición segura".