-Hincan el diente a nómina de jubilados
-Alistan merecido homenaje a don Humberto
-No pueden fallar a Maru vs el sarampión
Tal vez su narcisismo -tan evidente en publicaciones de redes sociales como la que mostramos en versión digital de GPS- podría explicar las decisiones de los últimos días del director del Fideapech, Roberto Martínez, mejor conocido como "Cupido" en esa parte de la burocracia estatal.
El titular del Fideicomiso para el Impulso de las Actividades Productivas del Estado de Chihuahua, instancia de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico (SIDE), corrió recientemente a todos los jefes de departamento, diciéndoles que eran unos buenos para nada y que por falta de liderazgo era hora de que se fueran.
Despachó a seis funcionarios de un plumazo y únicamente dejó a la jefa administrativa, Grisel Peralta, por alguna extraña razón.
Bueno, es la oficina que maneja el presupuesto y por algo tiene ese apodo el funcionario estatal, de acuerdo con las quejas de quienes han tenido que padecer su errática gestión de un fondo estatal importante, pero que no ha dado los resultados esperados en los últimos años.
Por eso ahora el Fideapech anda apurado en el fichaje de funcionarios para suplir los que fueron echados en un arranque, más que en alguna decisión planeada o ejecutada de forma estratégica.
Tras la tremenda sacudida, ahora la administradora presume de ser la que realmente manda dentro de la dependencia dedicada, básicamente, al otorgamiento y gestión de créditos para pequeños negocios que buscan subsistir en la entidad.
Eso parece verdad porque, además, "Cupido" deja largo rato las oficinas para disfrutar de la viaticada en compañía de unos cuantos privilegiados de la nómina pública, un gastadero que sale mucho más caro que todos los ahora exfuncionarios despedidos.
Eso sí, como moderno Narciso, le gusta aparentar en redes sociales la imagen de que tiene un gran liderazgo, aceptación y respaldo, con autoelogios que hasta penita ajena dan a quienes los leen.
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Entre otras cosas cuestionables de la transición administrativa y política del Poder Judicial del Estado, los jubilados recibieron una sorpresa de hasta 15 mil pesos descontados de sus ingresos, debido a una ambigua e incomprensible retención fiscal.
Nos reportan que nomás les retuvieron recursos a los que están en retiro, sin explicarles el motivo ni el criterio aplicado para esa decisión, supuestamente contemplada para el cumplimiento del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que ahora se tasa en Unidades de Medida y Actualización (UMAS), como todo lo que antes estaba indexado al salario mínimo.
Las retenciones causaron extrañeza, sorpresa y, sobre todo, enojo entre quienes contaban con su ingreso líquido seguro, el que habitualmente se paga a los beneficiarios tras hacerles las deducciones fiscales correspondientes.
Pero nadie sabe a ciencia cierta cómo es que ahora se afectaron esos ingresos netos de los trabajadores en retiro si la lógica indica que es responsabilidad del patrón, en este caso el Tribunal Superior de Justicia del Estado, realizar la retención sin lesionar el ingreso final de las personas, para luego enterarla al Servicio de Administración Tributaria.
El descuento aplicado roza el 20 por ciento del ingreso y, por ahora, ha sido de forma selectiva, nomás pegándoles a los jubilados y no a todo el personal, con el pretexto de regularizarlos desde ahora para que a partir de 2026 no caigan en incumplimientos.
Sin embargo, es una brutal injusticia afectar el derecho adquirido a causa de normas fiscales de las que debe responsabilizarse el patrón.
Por ello, hasta ayer estaban los jubilados del TSJE en pie de guerra, mientras avanza la transición con la que llegarán los nuevos magistrados, a la vez que se incorpora la nueva burocracia del Tribunal de Disciplina Judicial y del Órgano de Administración; este último recibirá el grueso de las broncas, tanto por los ajustes fiscales como por compras, licitaciones en marcha y demás aristas manejo presupuestal.
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A cuatro meses de su deceso, hoy habrá de realizarse en Cuauhtémoc el segundo conversatorio en memoria de don Humberto Ramos Molina, mejor conocido por su apodo de “El Pingüino”, tanto por sus aliados como por sus rivales políticos.
“Seis décadas de frutos” es el eje que abordarán quienes participan en este homenaje, agendado para hoy a partir de las seis de la tarde en el Centro Cultural San Antonio de la ciudad manzanera.
La bienvenida a la actividad estará a cargo de Alma Aguirre y Raúl Ávila, para dar paso a una entrevista de Ismael Beltrán Zamarrón; un documental de Efrén Chavira y otro de Armando Serrano; una entrevista de la periodista Doany Domínguez y homenaje a Serafín Luna Sánchez.
El programa incluye otra entrevista del periodista Ismael Carrillo, una participación del arquitecto Miguel Delgado y otra de Fernando Sandoval Gutiérrez; el cierre estará a cargo de Carolina Jiménez.
No es una selección aleatoria de ponentes sino la síntesis de la influencia de Ramos Molina en la vida de Cuauhtémoc; todos los participantes representan etapas, alianzas, actividades e instituciones que impulsó “El Pingüino”: el Tecnológico, la radio, el beisbol, la extensión de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en aquella ciudad, el Instituto Enlac, Casa Amor, Ponte la Gorra y otras.
Más que merecido el reconocimiento al panista que nació en 1939 y falleció el pasado mes de abril, cuya trayectoria fue mucho más allá de la alcaldía que encabezó de 1983 a 1986, cuando la oposición derrotó al PRI en los principales ayuntamientos de la entidad; y de la diputación de 1998 a 2001.
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Cuando surgió la epidemia de sarampión en una comunidad menonita derivada de los mitos de los “antivacunas” y las costumbres propias, las autoridades de salud iniciaron con el cerco sanitario en la región de Cuauhtémoc.
Posteriormente, luego de que el contagio saltara a otras entidades del país, la gobernadora Maru Campos tomó la iniciativa de establecer brigadas multidisciplinarias, integradas incluso por instancias federales como la Sedena, el IMSS y el ISSSTE.
El énfasis especial fueron los trabajadores jornaleros agrícolas, por su alta movilidad. Ahí se establecieron líneas de coordinación con todas y todos los presidentes municipales.
Ahora bien, si bien ha habido una razonable contención del problema, lo preocupante es que ha saltado a la población tarahumara, quizá la más vulnerable de toda la entidad, que suma ya casi 500 contagios, y de los 14 decesos a la fecha, 10 son de indígenas tarahumaras, incluido el más reciente de un adolescente de 15 años de la etnia rarámuri.
A la fecha, en la entidad se registran tres mil 874 contagios con 14 fallecidos, con 129 que permanecen activos y 11 hospitalizados.
La distribución está en mil 386 en Cuauhtémoc, Chihuahua capital con 743, Nuevo Casas Grandes con 203, Guachochi 166, Ojinaga 163, Ahumada 113 y Ciudad Juárez 111.
Sin embargo en la región tarahumara sobresalen Guachochi con 166, Guerrero con 87, Carichí 79. Se suman Bocoyna con 67, Guadalupe y Calvo con 28, Batopilas 25 y Urique 18.
Por eso la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas se ha sumado a las brigadas de vacunación y se ha fortalecido la entrega de dosis en Guazapares, Cusihuriachi y Urique.
Para la gobernadora, Maru Campos, la contención y reducción total del sarampión es una prioridad. Ahí no le pueden fallar las autoridades, sean del nivel que sean.
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El alcalde, Marco Bonilla, trae al personal de la Dirección de Mantenimiento Urbano con la rienda bien apretada.
Aseguran sus colaboradores a GPS que tiene muy clara su promesa de lograr la reconversión de 100% del alumbrado público de la ciudad y no le gusta nada andar incumpliendo promesas.
En 15 días concluyeron la modernización del alumbrado público de la zona denominada Panamericana que abarca 23 colonias y donde habitan casi 20 mil personas.
Apenas el tres de agosto se anunció el inicio de los trabajos de reemplazo y ayer comunicaron la conclusión de la instalación de poco más de 900 lámparas; incluso, el mismo alcalde Bonilla en sus redes sociales levantó bandera blanca en ese sector.
Lo interesante de este reemplazo fue que también incluyeron los parques de la localidad, para dejar bien iluminado y seguro cada rincón de la zona Panamericana que abarca colonias como la Unidad Presidentes, Progreso, Los Frailes, Colinas del Sol, Arboledas, entre otras donde los vecinos en redes sociales le agradecen a Marco Bonilla el empeño por mejorar la seguridad con una mejor iluminación.