Vicente Orozco Ríos, mejor conocido en el mundo de la lucha libre como “Estrella Infernal”, dedicó treinta años de su vida a este deporte, que de acuerdo con sus palabras: “es el más impresionante y bonito”.

En entrevista para esta casa editora, este personaje, de 57 años y originario de Durango, narró cómo desde que tenía 19 comenzó a entrenar.

“Yo iba a ver los ensayos y la verdad es que me gustó mucho; me dediqué a eso alrededor de treinta años y, bueno, hace cuatro que tuve que retirarme, debido a un mal golpe que recibí en la cabeza”, expresó.

Aunque “Estrella Infernal no nació en el estado de Chihuahua y fue criado en Baja California, la vida lo trajo al norte, por lo que logró tener varias presentaciones en Parral, en Villa López y en Delicias.

Según lo que recuerda, sus entrenamientos eran diarios y duraban varias horas.

“En Delicias entrenábamos en el estadio Presidente; ahí, íbamos a unas canchitas que estaban enseguida del salón y entrenábamos en la tarde, poníamos colchonetas y, aunque sí eran duros, valían la pena, puesto que estar en el ring ya era otra cosa”.

A lo largo de su trayectoria, Vicente tuvo varias victorias pero también derrotas.

“Cuando ganaba me sentía muy orgulloso; me sentía un personaje grande, y claro que también hubo peleas que no logré ganarlas porque, como en todo deporte, siempre hay altas y bajas”.

El nombre de “Estrella Infernal” lo tiene por uno de sus compañeros, que lo entrenaba.

“Este nombre me lo puso un compañero que nos apoyaba en entrenamiento desde muchos años atrás, llamado “Memo”, pero ya falleció".

Recordó que él le dijo que le gustó ese nombre "para toda tu vida, no te lo vas a cambiar".

Orozco Ríos es padre de cuatro hijas y, de acuerdo con lo que recuerda, su hija la pequeña también era fan de la lucha, disfrutaba de los entrenamientos y le gustaba mucho.

“Ella subía al ring, llegábamos a la casa y jugábamos a la lucha; por un momento pensé que quería ser luchadora, pero luego me divorcié de mi esposa y ya mis hijas no quisieron ir”.

Entre las cosas más significativas para Vicente Orozco está el “apapacho” que ha recibido de la gente, así como todo el cariño.

“Eso me daba mucha alegría y hacía que yo subera con toda la actitud y me entregara a la lucha libre; para mí, esto es mucho, es muy impresionante y muy bonito”.

Por último, “Estrella Infernal” envió un mensaje principalmente a los menores, así como a las niñas y niños.

“Yo les digo que agarren un deporte, no necesariamente la lucha libre, sino cualquiera que les guste, porque eso los distrae para que no anden de vagos; una disciplina les abre la mente y los lleva adelante, y eso también hace que sean unas personas responsables”, finalizó.