Édgar R. F., acusado del homicidio de Gabriel Alejandro, fue vinculado a proceso en una audiencia en la que fue evidenciado que no han sido localizados los videos en los que el imputado puede verse en distintos momentos en una escena de los hechos.
Blanca Ascencio, madre de la víctima comentó que desde un inicio de las investigaciones señaló una serie de irregularidades que afectan el proceso, como la tardanza que tuvieron las autoridades en actuar para detener al imputado y a su hijo Brian R.
Ayer en varias ocasiones mostró su consternación al ver cómo evidencia importante había sido desaparecida. “Me da mucha impotencia ver cómo trataron de protegerlos”, expresó.
En el transcurso de la audiencia, la defensa intentó desestimar las pruebas de los análisis de los videos, los cuales supuestamente habían grabado al imputado en distintos momentos cuando pasadas las dos de la mañana del 2 de marzo, iba en trayecto hacia la casa del amigo de Gabriel Alejandro, a donde habría llegado con armas y “cortando cartucho”.
El argumento de la defensa fue que no les habían dado copias de las grabaciones, pero la respuesta de la representación social fue que los videos no habían sido localizados o fueron borrados sin un motivo.
Esta situación había sido expuesta por la madre de Gabriel Alejandro, ya que recalcó que desde dentro de corporaciones de seguridad hubo la intención de proteger a Édgar R. al eliminar las evidencias.
Según explicó uno de los integrantes de la asesoría de la víctima, tuvieron que ser ellos quienes encontraron un video de una cámara de seguridad de otro residencial que alcanzó a captar un auto que ingresa al residencial en donde estaba Gabriel Alejandro, y que presumiblemente era en el que viajaba Édgar R. F. y los demás implicados.
Agregó que fueron solicitados los videos de esa noche a la Unidad de Homicidios de la Fiscalía General, pero esas pruebas no fueron localizadas.
Ascencio expresó que a la hora de los hechos que perdió la vida, su hijo habló con el personal de seguridad de la caseta del residencial y ella vio cómo entró el vehículo marca Dodge a la zona habitacional y les dijo que cuidaran bien de esas grabaciones porque se les iban a pedir en las investigaciones, pero fue la última vez que los vio.
Sin embargo las declaraciones de 4 testigos que estaban en el lugar de los hechos, colocaron a Édgar R. F. en la escena y lo señalaron como quien accionó el arma contra el hombre de 19 años de edad sin una justificación, ya que incluso la víctima trató de calmar la situación y proteger a uno de sus amigos que estaba siendo golpeado.
Al respecto, el juez dijo que las declaraciones de los testigos que coinciden con la descripción del imputado son una prueba relevante, además de que la premeditación puede acreditarse en que el imputado habría estado en su casa, cuando su hijo llegó a decirle que en un bar lo habían amenazado, por lo que decidió cambiarse, tomar dos armas e ir hasta el residencial para amedrentar a Gabriel Alejandro y sus amigos, lo que ocurrió presuntamente después de las dos de la mañana.
“A las dos de la mañana uno ni se levanta por un pan”, destacó el juzgador.
Agregó que es preocupante cómo los jóvenes toman actitudes retadoras y amenazan a la ligera, pero en este caso cumplieron al ir a la casa y disparar contra Alejandro. Explicó que Edgar R. F. queda vinculado y en prisión preventiva por 24 meses.
De acuerdo con el Código Penal del Estado, el imputado podría enfrentar una pena 50 años de cárcel como máximo, en caso de ser responsable de este crimen.
Los hechos descritos en la audiencia de lo ocurrido el dos de marzo apuntan a que Gabriel Alejandro salió con sus amigos del bar República y que uno de ellos vio a Brian R. con una botella en el exterior y que solamente le preguntó si le habían dejado salir con la botella, lo que fue respondido con insultos. Diego Z., amigo de Brian y prófugo actualmente, también empezó a insultarlos, incluso dijo que irán a la casa de uno de ellos a “balacearla”
Gabriel Alejandro y los demás se fueron a la casa del joven que recibió la amenaza y permanecieron en el exterior de un domicilio en el Residencial Rincones de San Francisco, mientras que Bryan R. iba a su casa y presuntamente le dijo a su padre que lo amenazaron, por lo que tomaron las armas y fueron en el auto Dodge hasta el residencial, en donde entraron sin obstáculos
Un testigo señaló que Édgar R. preguntó quién amenazó a su hijo al tiempo que cortaba cartucho del arma que llevaba, en ese momento Diego Z., empezó a golpear a un joven, Alejandro trató de detener la agresión y fue cuando recibió el disparo. Los agresores dejaron el lugar.
A pesar de que pasaron por cámaras de seguridad pública y de seguridad privada, no hay grabaciones disponibles, pero sí existen los reportes por escrito de lo que fue captado.