La gobernadora Maru Campos Galván sostuvo ayer una reunión con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en la cual acordaron reforzar conjuntamente las acciones de seguridad con el fin de detener a los principales generadores de violencia en Chihuahua.

El encuentro, realizado en la Ciudad de México, ocurrió luego de que la Presidencia de la República informara que Chihuahua fue el de mayor cantidad de homicidios dolosos durante julio y que el gobierno de Estados Unidos emitiera una alerta de viaje para evitar distintas regiones de la entidad.

De acuerdo con los datos del Gobierno federal, Chihuahua registró 182 asesinatos el mes pasado, cifra que representa el nueve por ciento de casos ocurridos en el país en dicho período y que triplica la media nacional mensual de 62.9 asesinatos.

Mientras que las autoridades norteamericanas lanzaron una nueva alerta de viaje para sus ciudadanos y restricciones para sus empleados en la cual especifica los puntos que considera inseguros en el estado, incluyendo la capital, Ciudad Juárez, la región occidente y la zona serrana.

Ante este contexto, la mandataria y el secretario trabajaron para establecer líneas de acción definidas para abatir la incidencia delictiva y detener a los objetivos prioritarios, para así pacificar las áreas que han sido más golpeadas por la violencia. Dichas acciones permitirán tener un intercambio ágil de información, la implementación de operativos coordinados y la aplicación de estrategias focalizadas en las regiones con mayor incidencia delictiva.

Junto a la gobernadora estuvieron el fiscal general del Estado, César Jáuregui Moreno, y el secretario de Seguridad Pública estatal, Gilberto Loya Chávez, quienes también intercambiaron propuestas con el funcionario federal.

Ambos servidores refrendaron ante García Harfuch el compromiso de las instituciones locales de trabajar a la par con la federación, con el objetivo de garantizar la seguridad de los chihuahuenses.

Establecen Estado y federación líneas de trabajo para detener objetivos prioritarios y así pacificar áreas más golpeadas por el crimen organizado