Chihuahua, Chih.- Víctor Humberto Gutiérrez Sotelo es candidato a magistrado del Tribunal de Disciplina Judicial del Poder Judicial del Estado de Chihuahua, órgano creado por la reforma judicial que será instalado en septiembre próximo con tres magistradas y dos magistrados que resulten electos el próximo domingo.

Está el abogado en la boleta azul, en la parte inferior derecha con el número 13.

En entrevista explica que es chihuahuense, del barrio de Santo Niño, aquí en la ciudad, donde creció y donde paradójicamente trabaja en el Tribunal Estatal Electoral.

Es casado desde hace 30 años con una extraordinaria abogada, Martha, con quien ha construido un hogar y tres hijos varones “que son nuestra vida”.

Cursó la primaria en la escuela Eloy Vallina; la secundaria en la 9 y el Bachi en el plantel 3.

Es especialista en Derecho Público y candidato a doctor en Derecho; tiene varios diplomados en instituciones educativas, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, CIDE e ITAM.

Trabajó con Armando López en Hacienda estatal, después en la Contraloría (hoy Función Pública), con 33 años de experiencia en las responsabilidades que desempeñaría de ser electo.

Algún tiempo colaboró con el entonces secretario de Gobierno, Eduardo Romero, donde coincidió con Hugo Gutiérrez, Manuel Tabuenca y Marcos Molina, “extraordinarios abogados”.

Trabajó con Miguel Etzel en el Congreso; pasó por la Secofi y Secodam, y otras oficinas en la Ciudad de México.

Actualmente es director general técnico de Vigilancia y Control desde 2022 en el Gobierno del Estado, además de catedrático universitario.

Su motivación para participar es el riesgo de transición del Poder Judicial del Estado, a partir de septiembre.

“Habrá desajustes en su funcionamiento, desajustes que debemos evitar o, al menos, mitigar para que su impacto no lesione la actividad del Poder Judicial y, sobre todo, a las personas que han acudido en busca de justicia”, explica.

Propone conservar el gran talento que hay en el Poder Judicial, con secretarios de acuerdos y proyectistas, escribientes, y todo el personal que arrastra el lápiz; promover la capacitación permanente de todos los servidores públicos.

“Con ello lograremos que mejore la impartición de justicia, sobre todo los tiempos que tardan los juicios”, comentó.

Percibe un Poder Judicial en choque por la reforma judicial, pero “tendrá que salir adelante sí o sí, recuperarse de este suceso”.

Con sus dos fortalezas, la preparación académica y la experiencia de 35 años en el sector público, tanto en el ámbito del Ejecutivo como en el Legislativo, está listo para asumir su cargo, de resultar electo.

“Soy un libro abierto sin nada que esconder, pero también cuido que nadie quiera arrancar hojas de ese libro para lastimar mi buena fama pública, labrada durante tantos años, porque la buena fama se gana durante toda una vida y se puede perder en un instante, ya sea por errores propios o por la sevicia de algunos malquerientes que uno pudiera tener”, concluyó.