Guadalajara, México.- La primera vez que César Fabián de Anda Navarro se fugó de Puente Grande supuestamente lo hizo con ayuda de su esposa y de su hermano.

Registros periodísticos de los años 2000 consignaron que él y sus familiares estudiaron los movimientos de la Comisaría de Sentenciados, en la que estaba, así como los horarios y el flujo de visitantes, para determinar cuál era el mejor momento y la mejor forma de salir sin ser detectado.

En aquel entonces al penal se le conocía más por el nombre de Centro de Readaptación Social o CRS.

Los parientes del reo se las arreglaron para introducir ropa de distintos colores a los permitidos a los internos y para burlar los filtros en las aduanas.

El día de la fuga, el domingo 18 de febrero de 2001, César Fabián, entonces conocido como Juan Carlos Espinoza Gutiérrez, se preparó en su dormitorio, salió a recibir a su esposa y permaneció con ella. Julio, su medio hermano, también fue pero dijo que iba a visitar a un amigo.

La diferencia en los apellidos entre los hermanos ayudó a que las autoridades no sospecharan del parentesco.

Las autoridades presumieron que antes de ingresar al lugar, Julio solicitó un "pase especial" en el área de trabajo social para entrar por única ocasión, aunque no lo utilizó e ingresó de forma ordinaria.

Esa táctica, de acuerdo a las investigaciones de entonces, le habría dado la posibilidad de sacar a otra persona.

En algún momento, César Fabián recibió de su hermano el "pase especial", esperó la hora de la salida de la visita, se puso la ropa que le llevaron y se encaminó a la puerta.

Los domingos son los días que más visitantes tiene el penal; en aquel entonces, la cifra oscilaba las 800 personas, lo que hacía que hombres, mujeres y niños se amontonaran en las aduanas para salir lo más rápido posible.

La esposa de César Fabián, quien entonces compurgaba dos penas, una de 9 años por robo y otra de 6 por portación de arma de fuego, salió antes para evitar que los custodios los asociaran al verlos juntos.

Posteriormente, el reo, presuntamente, se confundió entre la gente, entregó el "pase especial", recogió la credencial que su dejó hermano a cambio del dicho permiso, firmó en el libro de visitas y se retiró.

En las celdas, personal del penal encontró después un cuaderno donde César Fabián estuvo practicando la firma Julio. Fuentes que conocieron a los hermanos sostuvieron que los dos eran muy parecidos, lo que ayudó en la confusión.

Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer cómo sucedió la nueva fuga del interno, registrada el miércoles en el Reclusorio Metropolitano, justo cuando había un movimiento de visitantes importante en la prisión, por ser Navidad.