Cd. de México.- La Armada de México acumula alrededor de 51 toneladas de cocaína aseguradas en altamar durante la administración de Claudia Sheinbaum, informó la Secretaría de Marina.

La última incautación fue registrada el 6 de noviembre con 2.5 toneladas frente a las costas de Michoacán.

Sólo este volumen de droga equivale a unas 5 millones de dosis y una afectación económica cercana a los 980 millones de pesos para las organizaciones criminales, de acuerdo con estimaciones.

Se indicó en ese hecho que patrullas de la Armada en funciones de Guardia Costera detectaron, durante un patrullaje de vigilancia marítima y aérea, primero 47 bultos y luego otros 40, hasta sumar 87 paquetes con unas 2.5 toneladas de presunta cocaína.

Detrás de esos 51 mil kilos hay una estrategia criminal que se concentra en el Pacífico, donde EU y México reconocen la principal ruta marítima de la cocaína.

En los dos últimos años, la Marina ha golpeado embarques frente a Colima y Michoacán -con un operativo de 7.2 toneladas en 2024-, en Guerrero con decomisos sucesivos de 900 kilos y 1.3 toneladas "navegando" en mar abierto, y en Baja California Sur, donde en 2023 se interceptó un semisumergible con 3.5 toneladas de cocaína frente a La Paz, el mayor de este tipo asegurado en la administración.

A estos golpes se suman eventos como el aseguramiento de más de media tonelada frente a Oaxaca y decenas de embarcaciones ligadas al narco en 2023.

El hilo conductor es el empleo del "trinomio" de la Marina: un buque oceánico que funge como plataforma y centro de mando, un helicóptero embarcado que amplía el radio de vigilancia y una patrulla interceptora de alta velocidad que cierra la pinza sobre las lanchas rápidas o semisumergibles.

La Semar ha explicado que este concepto operacional permite que el buque abastezca y controle tanto a la aeronave como a la interceptora, mientras éstas aportan alcance, velocidad y flexibilidad para asegurar blancos en alta mar.