Estimado lector: No sé a Usted, pero a mí el debate me pareció un ejercicio prehistórico y muy inútil, que sólo alimenta al morbo y abona nada a la democracia.
Estos debates se han venido convirtiendo en circos, en un espectáculo muy denostable. Y sí hay gente que los ve, pero no lo hace para definir por quién va a votar.
Hay un juego muy interesante que se da en los debates como el que se realizó el domingo pasado. Los candidatos creen que gana el que le tira más porquería al otro. Entre ellos se dan con todo y eso es lo que mucha gente quiere ver.
Creo que a los electores les gusta que los políticos se digan sus verdades de esa forma, que se ataquen entre sí, pero en realidad eso no abona nada a la democracia, porque de todos modos uno de ellos va a ganar la elección y llegará a la Presidencia de la República.
Los que están ahí ya son candidatos y lo único que vemos en el debate es toda la porquería que traen detrás, todo lo que han hecho mal, pero no vemos nada que los comprometa a hacer las cosas bien.
De acuerdo con el primer reporte del Instituto Nacional Electoral, casi 13 millones de personas siguieron el primer debate presidencial 2024. Según el mismo instituto, en el país 98 millones y medio de electores. O sea que apenas el 13% lo vieron.
Ahora, ¿qué le aporta un debate de este tipo a la democracia, si más del 90 por ciento del público que vio el debate ya sabe por quién va a votar? Según algunas encuestas que estuve viendo, sólo alrededor del 10% de los electores todavía no saben por quién va a votar. El 90% ya sabe.
De todos modos, el que no sabe por quién votará y ve el debate, ¿en qué va a basar su elección de voto? ¿Va a votar por el menos embarrado?
El debate no es gratis. En este año el INE informó que le metieron 10 millones de pesos.
Y yo siempre que hablo de gastos superfluos como este pienso, ¿cuántas PyMEs pudimos haber apoyado con eso? ¿Cuántos empleos? Con una sola empresa nacional exportadora que echáramos a jalar aquí en Juárez ya me daba por bien servido.
Es un desperdicio de dinero, pero también hay que contar el desperdicio de tiempo de 13 millones de mexicanos. El desperdicio de la oportunidad de hacer verdadera política, no este circo que tenemos.
¿Qué debería ser ese debate? Ese debate debería limitarse a que presenten sus propuestas de gobierno, ya con pesos y centavos, y que ahí expliquen de dónde van a sacar el dinero.
Y ya una vez que presenten sus propuestas, entonces sí que se den con todo y que ahí mismo se cuestionen entre ellos. Que digan todas las fallas que ven en los planes de gobierno del otro para que así se enriquezcan las propuestas.
El debate debe convertirse en la presentación de un plan de trabajo lógico, funcional, financieramente sustentable y que trate primero que nada los temas más importantes para el país. En este momento lo primero que se tiene que abordar es la seguridad, el desarrollo y la dependencia económica que tenemos de otros países. Nadie quiere hablar de esa dependencia económica, pero es algo serio.
Lo que se necesita es que el candidato muestre su visión de país y cómo piensa llevarnos hacia allá. Que los candidatos vean todo lo que el gobierno está haciendo mal y que digan cómo van a arreglarlo en cuanto se sienten en la silla presidencial. Con pesos y centavos, no nomás de palabra.
Un debate de estos debería quedar a la vista y a la mano de todos los mexicanos, por todo el tiempo que dure el mandato del que gane, para que haya una constancia de los compromisos que hizo para ser presidente.
Necesitamos que esos debates se conviertan en una plataforma de comunicación con el electorado de análisis, no en una tribuna de circo. Que ahí en el debate nos digan cómo piensan desarrollar México. Somos un país que tiene mucho potencial, por nuestros recursos, por nuestra gente, y lo que se está quedando atrás es el sistema político.
México les está quedando grande a los políticos y tenemos generaciones así. No hay suficientes líderes políticos y los que hay están así como los que vimos en el debate. ¿Eso es lo que se merece México?
Se necesitan líderes responsables en la política. Gente que estudie su ciudad, el país, el mundo, para que pueda ver y ejecutar las oportunidades de desarrollo. Los de ahorita lo único que estudian es cómo ridiculizar al otro, y eso no se vale.
Necesitamos líderes políticos de altura. Necesitamos un sistema electoral de altura, que vaya mucho más allá de organizar debates como este. La política no puede seguir siendo este circo.
Opinión
Jueves 11 Abr 2024, 06:30
Políticos de circo
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Thor Salayandía
