En días pasados tuvimos la oportunidad de deleitarnos a través de los medios masivos de comunicación, del triunfo impresionante de una atleta de 24 años de edad, que un año atrás tropezó a cinco metros de la meta, cayendo con ella la oportunidad de los Países Bajos de obtener el triunfo, una medalla y un récord mundial.
A un año de aquella caída, la capacidad de recuperación de Femke Bol mostrada en los Juegos Olímpicos de París 2024, al reponerse y remontar de un cuarto lugar en relevos 4X400 mixtos, para llegar al primero dejando atrás a atletas de Estados Unidos y Reino Unido, es producto de algunos factores, entre ellos la disposición para aprender de lo pasado y de entrenarse todos los días.
Para ganar músculo de saber o conocimiento bueno y verdadero, es necesario quererlo y entrenarse para ello todos los días, no se puede alcanzar con lo poco lo mucho, se debe comportar como los deportistas que se mantienen en forma día a día, con la finalidad de competir y ganar honestamente, anticipándose a los retos que se les presentan.
El conocimiento para los seres humanos es como el peso, la estatura y el color en las personas, no podemos vivir o ser sin ellos; todos nacemos con determinado número de kilos, unos más pesaditos que otros; igualmente contamos con estatura, unos más altos que otros; asimismo encontramos que hay personas blancas, morenas, rubias, etc.
Lo mismo sucede con el conocimiento, unos en el transcurso de su vida poseen más conocimiento que otros, unos poseen conocimiento empírico, aquel que aprendemos por los sentidos que se traduce en experiencia, por ejemplo: cambiar un tanque de gas, preparar un sándwich, peinarse, etc.
Hay otro conocimiento que busca sustituir al empirismo con conocimientos ciertos, generales y metódicos, éste se denomina conocimiento o saber científico, éste nos hace ver la verdad de forma segura y clara mediante un razonamiento o prueba, por lo mismo va acompañado de una certeza razonada.
El próximo lunes 12 de agosto la Universidad Autónoma de Chihuahua inicia su ciclo escolar agosto diciembre, una Universidad que a sus 70 años cumple con los fines que toda institución superior debe cumplir, la investigación, la docencia y la difusión de diversos saberes, subordinados al servicio de las personas, de la sociedad en general.
Con lo anterior contribuye al desarrollo social, cultural, científico, tecnológico, humanístico, productivo y económico del país, a través de la formación de personas con capacidad creativa, innovadora y emprendedora con un alto compromiso social que pone al servicio de la sociedad como lo establece el marco normativo mexicano.
Por su parte, las personas que ingresan a cursar un programa de la Universidad tienen la obligación de estudiar todo lo que a su profesión compete para ganar músculo de saber, o conocimiento bueno y verdadero, y ponerlo al servicio de la sociedad.
A su vez, el personal docente tiene el deber de seguir ganando músculo de saber o conocimiento bueno y verdadero, para transmitir a la comunidad estudiantil el saber que a aquella compete conocer, para que alcancen su desarrollo y perfeccionamiento como miras a su realización y para el bien común de la sociedad.
No omito comentar que se debe evitar la “falsa verdad” que se busca por consensos, es decir, la que se asume cuando es generalmente aceptada por la mayoría y “válida” para todas las personas, sin permitir argumento alguno, ético, científico o filosófico; una “verdad” así nos llevaría al absurdo de afirmar que la naranja no posee vitamina c y que ésta no ayuda a mejorar un resfrío, solo porque lo mayoría así lo resuelve, ¡imagínese! y eso en lo elemental.
En cuanto a las cosas nocivas que no escapan a la vida universitaria, lo recomendable es ignorarlas o evitarlas, lo correcto será siempre saber lo necesario para nuestro desarrollo y realización profesional con miras a un bien mayor al servicio de la sociedad.
Así la gran responsabilidad de los futuros profesionistas: ganar músculo de saber para servir a la sociedad, para su desarrollo y bien común.