YouTube es un sitio web de origen norteamericano creado en 2005. Es el segundo de más uso en internet. A partir de 2019 diariamente son “subidas” más de 500 horas por minuto. Registra ingresos anuales por 15 mil millones de dólares.
Casi todo se puede publicar en YouTube. Pero no es posible subir spam, prácticas comerciales engañosas o estafas, suplantación de identidad, videos que promuevan o enaltezcan la violencia, terrorismo, contenidos que representen riesgos de lesiones físicas, bromas peligrosas sobre todo cuando van dirigidas a menores de edad, audios e imágenes que promuevan la violencia. Y claro, la pornografía.
Los límites entre la pornografía y el erotismo son líneas muy delgadas. Se decide qué es una u otra cosa según su significado. La Real Academia de la Lengua define pornografía como “representación explícita de actos sexuales que busca producir excitación”. Erotismo es lo que “excita el placer sexual” o “cualidad de ciertos hechos y situaciones que estimulan la sensualidad” (¿¿¿). Por tanto es subjetivo si un producto es artístico o no, obsceno o no. Así, la Venus de Milo, “El nacimiento de Venus” de Botticelli o las obras de Rubens están en esa sutil frontera entre lo impúdico y lo fino. La literatura no se queda atrás “Las once mil vergas” de Apollinaire (así se llama. Sírvanse las almas puras saltarse este título) o las novelas y cuentos del Marqués de Sade, o la aburridísima “Cincuenta sombras” de E. L. James o el extraordinario medieval “Decamerón” de Bocaccio o el análisis de los elementos eróticos del antiguo testamento ¿qué son? Todo depende de la definición aceptada.
Hace unos pocos años en YouTube aparecían productos francamente pornográficos aparentemente de origen japonés o al menos asiáticos; lo digo por los actores. Pero eran rápidamente eliminados. Parece que la palabra “porno” está prohibida en esa plataforma y algunos se la brincan escribiendo “artistas nopor” o “3róticas” y otras más. Los desnudos están prohibidos excepto si su contenido es educativo, documental, científico o artístico. 
No hay reglamentos perfectos que regulen todo lo que se puede hacer y lo que no. Hace algunas semanas o pocos meses, aparecieron videos con mujeres jóvenes y otras no tanto (algunas aparentan ser menores de edad) de pechos pequeños, medianos, grandes (para todos los gustos) y evadieron la censura porque se muestran con vestimenta transparente. Le precede la siguiente aclaración “This video is a review of clothing, focusing on form and function, and it´s no intlenden for sexual gratification. This video may contain certain transparent clothing ítems, and as a result, certain body parts may be visible. We strive to maintain a respecful and tasteful approach to our content. Veiwer discretion is recommended. All participants in the video are aged 18 anda above”. Lo interpreto libremente: es una exposición de ropa sin propósitos de gratificación sexual. Es posible contenga prendas de vestir transparentes y que eventualmente ciertas partes del cuerpo sean visibles. Afirma que son respetuosos y que procuran mantener el buen gusto. Finalmente, que está dirigido a un público de más de 18 años. En algunas vistas primero te preguntan “¿Quiere reproducir este video? Este video puede ser inapropiado para algunos usuarios”. Y entonces decides “Deseo Continuar” o “Cancelar”.
Vamos al punto ¿debe ser censurado el cuerpo humano total o parcialmente? ¿por qué para las mujeres mostrar sus pezones es pecaminoso y para el hombre no? ¿es perjudicial ver bellos cuerpos femeninos o masculinos?  Ya algunos fueron bloqueados. Finalmente, internet, con todos sus contenidos -incluyendo la pornografía- está al alcance de todos: niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, viejos, hombres, mujeres. Debemos abrir las puertas, las pantallas y lo más importante, la mente a los tiempos actuales. Existen temas e imágenes que son verdaderamente perniciosos como ciertos discursos o acciones de políticos nacionales y extranjeros que dan pena ajena, y, sobre todo, temor: Trump, Putin y Maduro, por ejemplo.
Mi álter ego cavila sobre el caso “Mayo Zambada”. Caramba, el gobierno mexicano anda dando palos de ciego. Por un lado, defiende a ultranza al gobernador morenista y por otro hace lo mismo con el presunto delincuente. Dentro de poco le darán el título de héroe nacional. Es decir, a ciencia cierta sólo causa confusión.