Esta semana los mexicanos se cuestionaron la verdadera labor del Poder Judicial, luego que sus estructuras se fueran a un “paro laboral”, organizado por las cúpulas de la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación, algo no visto durante todo este sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde que inició la semana con el paro, para la mayoría de los ciudadanos les es algo ajeno, donde se desconoce a ciencia cierta la función de esas burocracias que salieron a las calles para manifestarse en contra de la reforma al Poder Judicial, según ellos, en defensa de sus derechos laborales, pero que incluso más extraño aún, es que la mayoría de las consignas, ni siquiera eran en ese sentido, sino una aberrante andanada de insultos y calumnias en contra del presidente y de Morena.
Veíamos ahí, situaciones muy parecidas a aquellas manifestaciones de la extinta “marea rosa”, que en Chihuahua, pues eran en su gran mayoría las burocracias del gobierno estatal y el ayuntamiento, y que expresaban odio contra el presidente, se les olvidaba el objetivo de su marcha para despotricar contra AMLO, y ahora en este “paro” del Poder Judicial, pues la cosa no era muy diferente. 
Quienes los reconocieron, y los conocen, muy al contrario de sentir una empatía con su causa, por el contrario generaban malestar y coraje, pues para todos es bien sabido que es el Poder Judicial en donde actualmente se aglutina la esfera de poder de la oposición, con corrupción y amiguismos, y que un día sí, y el otro también, liberan amparos injustos y deshonestos, liberan delincuentes como grandes narcotraficantes y otros de cuello blanco, liberan pederastas como el “Gober precioso”, o defienden la deuda millonaria de algunos empresarios como Ricardo Salinas Pliego, tan solo un botón de muestra, aquí en Chihuahua acaban de liberar al exgobernador César Duarte.
Entonces, ¿cómo quieren el respaldo de los mexicanos?, si durante esta administración de López Obrador, lo único que han hecho es oponerse de manera ciega y con intenciones políticas, a las reformas e iniciativas del presidente y de la Cuarta Transformación, aún y cuando el pueblo manifiesta su respaldo a estas reformas, nada más recordar como echaron atrás la reforma eléctrica, para defender los intereses de empresas extranjeras, o la vez que respaldaron a la gobernadora Maru Campos y el panismo rancio de Chihuahua para secuestrar y arrebatar los libros de texto gratuitos de todos los estudiantes del estado. 
No hay por dónde, y es increíble que de manera descarada salga ahora a manifestarse en contra de una reforma que busca liberar al Poder Judicial de una larga casta mafiosa que ha controlado el sistema de injusticia que se vive en México, porque gran parte del problema de la inseguridad que padecemos, es por las deficiencias de este poder, que debemos recordar, debe ser emanado del pueblo.
El presidente ha sido muy claro al respecto, las y los trabajadores están en su derecho de manifestarse, así como del paro de labores, sin embargo, la reforma que presentó, no vulnera sus derechos, ni la plantilla laboral, la reforma va enfocada en acabar con la corrupción y los privilegios de los altos funcionarios, de jueces, magistrados y ministros.
Este paro de labores, deja muy en claro a quienes representa, y cabe aclarar que no todos los trabajadores, ni los jueces, ministros y magistrados son parte de esa cloaca de corrupción, pero actualmente la cúpula está en manos de quienes se resisten al mandato popular, porque en las pasadas elecciones los mexicanos votaron de manera masiva por el “Plan C”, y este plan todos lo conocían, tener una mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado de la República para poder aprobar las reformas del presidente López Obrador, sin que la oposición la bloqueara, y principalmente, para reformar al Poder Judicial. No nos dejemos engañar, ¿cuándo habían salido a manifestarse? ¿Por qué ahora que se pretende limpiar el Poder Judicial? ¿Por qué esa negativa a que los ciudadanos puedan elegir a quienes imparten la justicia? La Cuarta Transformación llega a su segundo piso, y llegó para quedarse.