El PRIAN perdió todo. Morena es y sigue siendo en todo, más poderoso. Pero en política nadie está derrotado para siempre. En el caso, de la derrota prianista se han dado varias facetas: perdió todos los espacios de poder que había detentado por más de 80 años, hoy no le queda ninguno de ellos; más importantes; aún así, moribundo y todo, se resiste a morir. Aunque las 18 reformas constitucionales que ha aprobado Morena hasta hoy, sean clavos en su ataúd, sigue sacando las manos por una fisura; y en ocasiones se le ve corriendo, como intentando huir de la muerte.

Lo nuevo, recién creado por las reformas, aún no aprende a dar sus primeros pasos; y lo viejo, sigue sin morir, persistiendo en la cabeza y el corazón de las instituciones y de los protagonistas conservadores. El proceso histórico del cambio sigue impecablemente imperturbable su paso por la nuestra historia, mientras el conservadurismo no tiene fuerzas para salir de sus constantes errores; sigue atontado, la derrota y las reformas han sido golpes brutales, para volver locos a cualquiera. Los funerales del PRI y del PAN se perfilan en su horizonte.

Es tan intensa la politización que impulsa el cambio en todos los rincones de la sociedad, que las reformas históricas, ya se ven como hechos cotidianos. En ese entorno de transformación, esta semana se aprobaron las 3 leyes reglamentarias de la reforma constitucional del poder judicial; se aprobó el presupuesto de egresos del gobierno federal sin problema alguno, ajustando a la baja los presupuestos y eliminándole los fideicomisos al poder judicial; y al INE también le ajustaron a la baja su presupuesto, incluido el de la elección de ministros, magistrados y jueces de junio. El PRIAN optó por la estrategia de hacerle a las “guerrillas”, tirándole con todo piedras, flechas, “recordándoles a su madre” en cada discurso, mordidas de orejas, patadas, manotazos, al gigante guinda, que lo avasalla por todos lados. Se perciben los estertores de muerte en el PRIAN.

Alito Moreno sigue usando el dinero y el cascaron del PRI para sus intereses personales y busca evitar su, hasta nuevo aviso, inminente desafuero, aún no sabe, o no encuentra, la manera de negociar y grita en sus conferencias de prensa que “quiere morir tirando trancazos” para emular a Vázquez y Vargas en el Senado.

A la vez, Marko Cortés, aunque ya puso a Jorge Romero de sucesor, esta semana se le apareció el diablo de la traición, pues su otrora leal aliado, Claudio X González le declaró la guerra, pues ya organiza un nuevo partido político para él y sus ONGs panistas y tiene una campaña en todos los medios, señalando una gran cloaca de corrupción del grupo de Cortés, Romero y Vargas en Huixquilucan, donde pidieron a constructores, cientos de millones para construir edificios ilegales. La finalidad de la guerra de X González contra el liderazgo panista es para destruir al PAN y quedarse él como nuevo líder único del conservadurismo.

También el PRIAN explota hasta donde puede, los escándalos que en la fiesta de la victoria, está generando el bando progresista.

En efecto, a Layda Sansores, una de las más emblemáticas representantes del obradorismo, le estalló en las manos un escándalo político, por designar en su gabinete de Campeche como Secretario de Economía, al reo con brazalete electrónico Luis Ovalle, el cual, está procesado penalmente junto con Emilio Lozoya y Ricardo Anaya, debido a los sobornos millonarios que recibieron de Odebrecht para votar y aprobar la privatización de Pemex y otorgar ilegales a la empresa brasileña. Al respecto, cuando se le pregunto a la presidenta de México Claudia Sheinbaum su opinión acerca de esa designación, respondió “La gobernadora es libre de designar a sus funcionarios; pero yo no lo hubiera designado”. Y el escándalo sigue vivo y vigente en los medios y la política nacional. Habida cuenta de que la gobernadora Sansores, insistió en que “no va a remover de su gabinete a dicha persona; tengo mis razones y lo sostengo”.

Ahora bien, el senador Vázquez de Chihuahua, sí interpuso la denuncia por “amenazas”, dijo “de muerte” que le hicieron Adán Augusto López y Miguel Ángel Yunes en aquella sesión multi publicitada. Sin embargo, evitó acusar formalmente a Adán Augusto López. Lo cual es lógico, en un escenario local, en el que la gobernadora al parecer, ha logrado establecer una relación cordial y de institucionalidad, “cuando menos en la colaboración contra la inseguridad”, con la federación, la cual “no debe ser motivo de politiquería” entre los poderes del Estado Mexicano. Habida cuenta de que, la próxima semana estará en nuestro estado, la presidenta de México para hacer entrega de tierras a los pueblos originarios rarámuris; y todo indica, se ha agendado encuentros de ambos equipos para atender y resolver la agenda estatal.

Lo nuevo en la lucha por la gubernatura, es que Morena arrasó al PRIAN en las elecciones de Ocampo y Belisario Domínguez, lo cual ha generado un gran debate entre los estrategas electorales, pues tratan de ver en ello, una tendencia irreversible, o no, de que el pueblo de Chihuahua, quiere a Morena en la gubernatura. Lo cual será obviamente, motivo de más análisis durante meses.