-El voto por voto en Belisario
-Los 170 mil en asesorías en El Oro
-Las observaciones de Oly por camiones de basura

Dos mandos de la Policía Estatal de la capital y uno relevado hace unos meses de Cuauhtémoc andan desaparecidos. Tanto que, nos reportan de la corporación, crecen los rumores de que podrían estar prófugos, por varios problemillas que traían en Asuntos Internos y hasta en la Fiscalía General del Estado.
Por aquello de la presunción de inocencia y los problemas que le representa esa situación al subsecretario de Despliegue Policía, Simeón Esparza, el asunto ha estado manejándose a un alto nivel entre la Secretaría de Seguridad Pública, su instancia interna y la dependencia investigadora estatal.
Pero el hecho de que anden desaparecidos agentes policiacos con nivel de mando, involucrados desde luego en varias tropelías, nada bien le hacen a la dependencia, que no acaba de sacudirse un escándalo cuando le cae otro u otros en montón.
Apenas en la semana, los estatales en Juárez hicieron gala de la falta de preparación en el enfrentamiento con un escolta que lamentablemente acabó muerto. No se reponían de ello en la corporación cuando acá en la capital tuvieron esta nueva sacudida que insisten en mantener en secreto.
Corre entre los estatales la especie de un reacomodo de mandos policiacos en todo el estado, que buena falta le hace la rotación porque siempre terminan con señalamientos de que unos apoyan a determinado grupo criminal y otros lo hacen con el grupo contrario.
En este posible esquema de complicidades, señalan, es que tienen su origen la mayoría de los escándalos que casi todos los días padece la Policía Estatal, que no acaba de consolidar los objetivos de la Plataforma Centinela en el rubro de la preparación de su personal.
Además de los mandos operativos, como siempre, también hay mucho ruido en el sentido de que también el cuadro directivo de la SSPE puede tener una sacudida, pues además de las complicidades achacadas a los operativos, los funcionarios también cargan lo suyo.

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Salieron las 25 primeras resoluciones del Tribunal Estatal Electoral, y todas ellas han confirmado los cómputos o desechado las reclamaciones de los partidos y candidatos.
Entre las que faltan están las polémicas elecciones de Guadalupe y Calvo, y Ocampo, las cuales se hicieron mediáticas durante la jornada electoral y días después dada la intromisión del crimen organizado, sin dejar de mencionar las causales que los partidos políticos mencionan en sus demandas. 
Hay quienes aseguran que al menos una estaría condenada a la elección extraordinaria, pero habrá que esperar a la resolución, porque en las dos hay elementos para anular, nada más por el hecho de que los paquetes hayan salido del control del órgano electoral.
Deberá revisarse si los paquetes regresaron intactos, con sellos y todo, y que los números coincidan con las actas que tienen los partidos políticos, si es que alcanzaron a tomar su copia al cierre de la casilla.
Pero nos dicen que no hay que perder de vista los comicios en Dr. Belisario Domínguez, específicamente en la sindicatura, en donde el cómputo solo da un (1) voto de diferencia al ganador: 535 votos para Gabriela Frías candidata del PT; 534 votos para David Loya, candidato del PAN-PRI-PRD.
El TEE puede confirmar el triunfo de Gabriela o bien darle el empate a David, lo que significa en términos llanos una elección extraordinaria; por descontado que ambos impugnarán y será la Sala Guadalajara del TEPJF, quien tenga la última palabra.
Entonces estará el magistrado quien le toque la ponencia de éste último asunto, haciendo recuento, voto por voto, para analizar la voluntad ciudadana. La mirada estará en los 122 votos nulos. La alegata estará de época.

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Muy buen desorden el que trae el alcalde de San Francisco del Oro, Arturo Huerta; ahí se darán festín los sabuesos de la Auditoría Superior del Estado, con “carnita” de observaciones por todos lados.
Sólo basta con echarle un vistazo al presupuesto de egresos publicado en el Periódico Oficial del Estado del 30 de diciembre del año pasado para observar a simple vista que el alcalde y su tesorero pasan por alto las mínimas normas de contabilidad gubernamental y disciplina financiera.
Es el presupuesto un listado de gastos reburujados entre ellos, sin la ordenación clásica de agruparlos aunque sea por recursos materiales, humanos y financieros, ya no se diga en clasificación más compleja y necesaria.
En la revisión de dichos gastos encontrará con facilidad el auditor aspectos que llaman la atención, como el pago de 170 mil pesos por servicios legales, de contabilidad, auditoría y relacionados.
A quién le pagaron ese dinero y bajo qué conceptos de servicios, porque el desorden salta a la vista; cero cuidado contable, mucho menos jurídico y financiero; el alcalde contrató deuda con una empresa particular por seis millones, cuando las arcas municipales están comprometidas con otros ocho millones con Gobierno del Estado.
No tardan entonces en entrar los especialistas de la Auditoría Superior, que ya deben conocer muy bien el caso, de las revisiones del 2022 y 2023, más un copetín del 2021.

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Tiene trabajo José Luis de Lamadrid, el responsable de Servicios Públicos Municipales, después de los hallazgos encontrados, en la revisión realizada en conjunto con la síndica Olivia Franco, y que quedaron expuestos en el décimo informe.
Inspeccionaron 55 camiones recolectores de basura, en el patio sur, relleno sanitario, talleres externos, y rutas de servicio, y encontraron una importante área de oportunidad, con 20 camiones que tienen más de diez años de antigüedad.
Todos los camiones carecen de kit de emergencia y primeros auxilios; 26 presentan problemas hidráulicos, y seis tienen daños en la tolva; nueve tienen problemas mecánicos.
En suma, “existe un déficit en lo que respecta a la modernización de los modelos de camiones recolectores, por lo que es recomendable llevar a cabo un análisis en lo que respecta el costo beneficio de seguir operando con vehículos de antigüedad mayor a 15 años, lo que puede repercutir en un gasto excesivo en los diversos mantenimientos preventivos y correctivos y por consiguiente una disminución significativa en la eficiencia y eficacia en el servicio”.
Ahí está la anotación de lo que viene en los próximos meses, en un área que no descansa, y tiene que estarse modernizando de manera continua.