Ciudad de México.- Queda la impresión de que el Instituto Nacional Electoral (INE) no está actuando de una manera imparcial y desde la oposición ya empiezan a posicionar la idea de que Guadalupe Taddei, la presidente del Instituto que logró el cargo gracias a los buenos oficios del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, quien también preside el Consejo Político Nacional de Morena, es una “quinta columna” que opera en favor de la parte oficial.
El propio Andrés Manuel López Obrador viene diciendo que en la campaña hay suelo parejo para todos los candidatos y que en su caso, lo único que hace en sus conferencias mañaneras es decir que en la elección hay dos opciones: la de la trasformación que encabeza Claudia Sheinbaum y la de “la corrupción y regreso al pasado” que lleva a Xóchitl Gálvez como abanderada.
Lo anterior no es más que una confesión de que efectivamente hay una intromisión presidencial en la elección, pero el INE se niega a aplicarle una sanción dado que no quiere “afectar su libertad de expresión”.
Situaciones como esta son precisamente las que generan sospechas en torno a la imparcialidad que debe exhibir el árbitro de la elección y que de alguna manera crispan todavía más un ambiente político-electoral que de por sí ya está muy contaminado por agentes externos.
Pero esta percepción que empieza a gravitar sobre la humanidad de la sonorense y que es alimentada por algunas decisiones que el INE comunica y que terminan por perjudicar a candidatos de la oposición, no es totalmente achacable a la señora Taddei Zavala.
Van algunas situaciones:
El INE ordenó a Lilly Téllez que dejara el espacio radial en el noticiero que conduce Ciro Gómez Leyva, esta determinación violenta su libertad de expresión; pero en el caso del presidente López Obrador, quien tiene 51 sanciones derivadas de expresiones en la conferencia mañanera, no le ordenan cerrar ese espacio aludiendo que no pueden “violentar su derecho a expresarse”.
A Xóchitl Gálvez, el mismo INE le ordenó no volver a referirse a Claudia Sheinbaum como “la narco candidata” e incluso pidió borrar esa expresión de la grabación del segundo debate presidencial, sin embargo, no hay ningún pronunciamiento por el adjetivo de “corrupta” que Sheinbaum le aplicó a Gálvez y que fue el punto detonante para que le respondiera que ella es la candidata del crimen organizado.
La actuación del INE y la coptación de organismos locales por parte de autoridades estatales, son otro aspecto que debe considerarse, particularmente porque los gobernadores están mucho más ocupados y preocupados por la elección local que por la nacional y es en lo local donde desean poder tener argumentos políticos para la gobernabilidad y la proyección electoral futura.
Esos gobernadores se han convencido de que la integración de las Cámaras, de diputados y senadores, les puede resultar más benéfica si la oposición gana mayorías; estos mandatarios estatales, están convencidos de que un Congreso totalmente leal al o la presidente de la República, lo único que volverá a traerles son reducciones presupuestales, carencia de apoyos federales y estarán abandonados a su suerte en la realización de proyectos de obra pública trascendente, por eso es importante para ellos controlar la elección local y no tanto la nacional.
Pero en ese escenario hay situaciones mucho más graves; según un diagnóstico presentado por la organización “Signos Vitales. El Pulso de México”, que denomina “México, elecciones 2024. Ilegalidad, Crimen, Violencia, Inequidad” hay aspectos todavía más alarmantes.
Por ejemplo, existen 15 entidades que presentan focos rojos por la injerencia del crimen organizado en el proceso electoral y son: Colima, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Chiapas, Sonora, Morelos, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas, Guanajuato, Estado de México, Tabasco y Veracruz.
En esas entidades hay regiones donde será imposible contar con funcionarios de casillas ciudadanos dado el miedo que estos tienen a participar, e incluso no hay garantías para ningún candidato de los partidos político; ante esta situación y para poder instalar las urnas la propuesta es que estas se instalen por elementos militares, pero esto genera desconfianza en la oposición dado el papel que viene jugando el Ejército en el sexenio de López Obrador.
En todo este contexto, la amenaza principal la resiente la democracia que gozamos en los últimos años y en este escenario tan crispado y con tantos elementos externos nocivos inciden de manera negativa, lo único que se avizora es un alto abstencionismo y con esto siempre sale ganando la parte oficial.