Debo aclarar que abordar temas de seguridad pública, no es mi fuerte, no considero tener experiencia al respecto, (aún cuando soy abogada); sin embargo, dadas las circunstancias, escribiré como ciudadana común, que se preocupa por lo que está sucediendo.
No comprendo, como es que hay gente todavía cegada, ante lo que les ofreció Andrés Manuel; creen y confían en que su política del sexenio que acaba de finalizar, en materia de seguridad, era buena, aquello del: “abrazos no balazos”; y, que por lo que se vislumbra, continuará así, con la Señora Sheinbaum.
Cientos de muertes violentas, en los primeros diez días del gobierno federal. Todos los casos son importantes y deberán investigarse; resalta, el más significativo, triste y patético: el del Alcalde de Chilpancingo, decapitado. Su cuerpo encontrado dentro de un vehículo y su cabeza, sobre el toldo de la misma camioneta. Había pedido seguridad a la gobernadora morenista. Días antes, habían matado a funcionarios de su gobierno, a colaboradores cercanos.
“Un promotor de la Paz, un promotor de la Felicidad, del Desarrollo…. Yo veo a Chilpancingo, como veo los ojos de mi hijo; me imagino a Chilpancingo, al ver el rostro de mi hijo…. Aquí he vivido toda mi vida, nunca me he ido y aquí me quiero morir, pero me quiero morir luchando por mi ciudad, por mi municipio”. Transcripción textual, de segmentos de una entrevista efectuada al joven Alejandro Arcos, asesinado a unos días de haber tomado posesión al frente del Ayuntamiento de la capital del Estado de Guerrero. Así quería ser recordado. Con toda una vida sana y una carrera política por delante; el crimen organizado le arrebató su vida, sus ideales, sus virtudes.
¿Será que realmente investiguen el asesinato? ¿Qué intereses políticos acabaron con él? ¿Quién se beneficia con su muerte? ¿Es un llamado a la conciencia? ¿O es, un premio a la inconsciencia?
Por otra parte, Culiacán, Sin., sitiado, paralizado, amedrentado, en total indefensión. Balaceras, quema de vehículos y propiedades. Negocios cerrados. Nadie se mueve. Nadie sale. Eso está pasando desde hace un mes. Bueno, en realidad desde hace 6 años, pero en las últimas semanas es más grave ¿Y el gobierno?
Apenas este martes pasado, se presentó el Secretario García Harfuch y el de Sedena, Ricardo Trevilla Trejo. Caminaron plácidamente por unas calles, junto al inútil gobernador, Rocha Moya. (Resguardados por una gran cantidad de elementos de seguridad y la milicia). Lo hicieron cuando la Presidenta Claudia, anunció su “estrategia de seguridad”. Al retirarse los integrantes del gabinete, quizá todavía ni salían de Sinaloa, para cuando grupos delincuenciales mataron a 6 personas. Al día siguiente, llegan refuerzos especiales del ejército. ¿Servirá de algo? ¿Dicho operativo terminará con los enfrentamientos entre “Chapitos” y “Mayos” (que creo que eran de los mismos y ya se separaron; así lo entiendo, prefiero no investigar).
Y así, por todos lados. En todas las entidades federativas, prevalece el clima de inseguridad. Las autoridades son rebasadas por los grupos delictivos, que cada vez son más violentos y sobrepasan límites.
Si desde el gobierno federal, con todo el gabinete y Secretarías dedicadas a esta materia, no se organizan, no se coordinan con las autoridades estatales, mucho menos, cooperan con los ayuntamientos; nunca, se podrá aminorar la cantidad y magnitud de los eventos delictivos en nuestro país. Parece que desde el ejecutivo, eso quieren: caos, preocupación, angustia, desasosiego. Que la gente viva con temor. Mientras los grupos criminales son dueños de la calle, las carreteras, los negocios, la vida entera de los mexicanos.
¿Y todo para qué? (como dice la canción); la respuesta es evidente: es sabido, público y notorio, que el narco es quien patrocina campañas y candidatos de Morena y sus aliados. Que quieren el control del territorio, para producción, distribución y comercialización de sustancias. Por eso, amenazan, castigan, torturan, matan y decapitan a quien no les deje hacer lo que quieran.
Entiendo lo delicado de mis palabras en este editorial. No estoy diciendo nada que no sea por todos conocido.
Ya es momento, de vivir en paz. Momento de acabar con la violencia. Ya es momento, de terminar con la criminalidad y el narcotráfico. Momento de cuidar y educar a nuestros niños y jóvenes. Momento de una sociedad armónica.
Ya es momento…