"La sospecha siempre persigue a la mente culpable".
William Shakespeare, Rey Enrique VI
Ciudad de México.- Tras ser nombrada fiscal general de la república, Ernestina Godoy prometió: "No fabricaremos culpables y no habrá persecución política, pero desde ahora les digo: tampoco habrá impunidad".
Estas promesas deberían ser innecesarias. Claro que una fiscal no debe fabricar culpables, ni realizar persecuciones políticas. Por otra parte, decir que no habrá impunidad es, a lo mucho, una expresión de buenos deseos. En México no se denuncia el 94 por ciento de los delitos, y de los que sí se denuncian, solo se resuelve el 14 por ciento. La impunidad se eleva así a 99.16 por ciento. Esto no cambiará porque haya una nueva fiscal.
Entiendo, sin embargo, que las promesas sean necesarias. Fabricar culpables y realizar persecuciones políticas es algo que durante décadas hicieron los gobiernos del PRI y del PAN. El problema es que López Obrador también.
No olvidemos que Alejandro Gertz Manero procesó a Rosario Robles por "ejercicio indebido del servicio público", acusación que no ameritaba prisión preventiva, pese a lo cual la encarceló tres años hasta que los tribunales la exoneraron. Al exprocurador Jesús Murillo Karam lo metió en prisión por haber presentado una hipótesis sobre el caso Iguala, la llamada "verdad histórica", que hasta la fecha es la explicación más probable del secuestro y asesinato de los normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014. A Jorge Sánchez Ortega lo acusó de ser el segundo tirador en el homicidio de Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de 1994, pese a que es físicamente imposible que hubiera podido realizar ese segundo disparo.
Pero no fue solo Gertz. La propia Godoy fabricó culpables y realizó persecuciones políticas cuando era fiscal de la Ciudad de México. Recordemos la arremetida contra Uriel Carmona, exfiscal de Morelos, acusado de obstrucción de justicia en el caso de Ariadna Fernanda López Díaz, quien fue detenido en Morelos por policías federales, capitalinos y morelenses en violación de su fuero constitucional. La necropsia que se le hizo a la joven en Morelos, lugar donde se encontró el cuerpo, determinó que había fallecido por broncoaspiración causada por intoxicación alcohólica. Jazmín Herrera Soto, la médica legista, explicó que el cuerpo no tenía heridas abiertas, solo equimosis (moretones) en la parte superior del cuerpo y las extremidades, y ninguna lesión en corazón, cerebro o pulmones. Entre sollozos, por las acusaciones que el aparato de propaganda de la 4T lanzó contra ella y su equipo, señaló que no había "margen de error" en la necropsia. Aun así, la fiscal Godoy realizó una segunda autopsia, según la cual la víctima había fallecido de "trauma múltiple" por golpes.
Cuando en un caso hay dos peritajes contradictorios, el protocolo es buscar un tercero de un especialista independiente. Pero en lugar de hacerlo, la fiscal Godoy ordenó la detención extraterritorial del fiscal Carmona, cuyo verdadero pecado era haber abierto carpetas de investigación contra Cuauhtémoc Blanco, uno de los intocables de la 4T. Después de cuatro fallos favorables, Carmona fue liberado, pero el Congreso de Morelos, dominado por la 4T, ordenó su destitución.
Qué bueno que la nueva fiscal ha prometido que ya no habrá fabricación de culpables ni persecuciones políticas. Es lo menos que podemos esperar de ella, pero hay razones para ser escépticos. Antes teníamos tribunales independientes que nos daban alguna protección contra los abusos de las autoridades. Hoy la fiscalía y los tribunales son controlados por un mismo grupo político, Morena.
Mueren empresas
El salario mínimo subirá 13 por ciento en 2026. No preocupa a las grandes empresas, que pagan más, pero podría eliminarles competencia. En octubre de 2024 había 1,064,028 patrones registrados en el IMSS. Para octubre de 2025 quedaban 1,039,408. En un año se perdieron 24,620 empresas que cotizaban a la seguridad social.
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