María será estudiante de primer semestre en la UACH; se incorporará el próximo ciclo escolar. Durante su primera semana notará que sus clases no solo se centrarán en contenidos teóricos, sino también en proyectos vinculados con problemas reales de su comunidad. En una asignatura trabajará con compañeros de distintas disciplinas; en otra, reflexionará sobre su responsabilidad social. Al final del semestre, un docente le explicará que ese enfoque no es casualidad, sino parte de un modelo educativo que se evalúa continuamente para mejorar. Sin saberlo, María será protagonista de un sistema que concibe la educación superior como un proceso vivo, flexible y comprometido con la sociedad.
Esta breve historia refleja el espíritu que orienta hoy a las instituciones de educación superior en México: formar profesionistas competentes y ciudadanos responsables mediante modelos educativos coherentes, evaluables y socialmente pertinentes, centrados en beneficios tangibles para la sociedad.
El modelo educativo de las instituciones de educación superior está encaminándose a sustentarse en organizaciones institucionales que articulan dimensiones filosófico-conceptuales, metodológicas y operativas. Esta estructura define la identidad universitaria, orienta la planeación curricular flexible e impulsa la innovación pedagógica y tecnológica, en congruencia con los principios establecidos por la Ley General de Educación Superior, que reconoce a la evaluación y la mejora continua como ejes de la calidad educativa.
Las estrategias institucionales se alinean a cuatro ejes rectores: la formación de talento pertinente con enfoque glocal; la investigación y tecnología con impacto regional; el compromiso con la comunidad, y una gestión humanista e innovadora. Estos ejes permiten que la universidad responda a contextos sociales, económicos y territoriales diversos, como las necesidades de salud mental, bienestar físico y desarrollo industrial, entre otros.
El cambio institucional se apoya en seis pilares: adaptabilidad, mejora continua, inclusión, innovación pedagógica, sostenibilidad e internacionalización. Más que directrices administrativas, estos pilares promueven una nueva cultura organizacional basada en la claridad de la misión, la coherencia pedagógica, la optimización de recursos y la participación activa de la comunidad universitaria.
Esta cultura favorece la corresponsabilidad y el compromiso compartido con la calidad educativa, asegurando que las decisiones académicas y de gestión estén orientadas a la formación integral de los estudiantes y al impacto social positivo.
En consonancia con el Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SEAES), la evaluación en la UACH se concibe como un proceso integral, sistémico, participativo y formativo. Se transita de una lógica segmentadora hacia procesos diagnósticos que permiten identificar brechas entre expectativas, realizaciones, logros e impactos.
La autoevaluación institucional abarca cinco ámbitos: la formación profesional de los estudiantes, la profesionalización de la docencia, los programas educativos, la investigación y el posgrado, y la gestión institucional. Estos ámbitos se analizan considerando criterios transversales como inclusión, equidad, interculturalidad, innovación y responsabilidad social.
Volviendo a la historia de María, su experiencia universitaria será el resultado de una organización institucional que se piensa, se evalúa y se transforma continuamente para enfrentar los retos y desafíos de la sociedad actual, cumpliendo con uno de los fines de la Universidad: investigar, generar y transmitir conocimiento verdadero para la formación integral de la persona, orientando el saber y la acción al bien común.
En este sentido, la evaluación, cuando es formativa y participativa, no solo mejora indicadores, sino que fortalece el sentido social de la educación superior. Así, la Universidad cumple su propósito fundamental: formar ciudadanos críticos, competentes y comprometidos con su comunidad, en armonía con los principios del SEAES y la Ley General de Educación Superior.
Opinión
Sábado 20 Dic 2025, 06:30
Una historia de mejora continua que inicia en el aula
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Jesús Guerrero