“¡Tirano, torturas al que no sabe para que hable,

matas al que sabe para que calle!”

Jodorowsky

La llamada “teoría del loco” aplicada a Andrés Manuel López Obrador se refiere a la percepción inicial de que su discurso confrontacional, sus propuestas políticas poco convencionales —como la austeridad republicana, la atención a las “causas” de la migración en Centroamérica o proyectos insignia como el Tren Maya— y su estilo de gobierno, marcado por la conferencia diaria conocida como mañanera, eran una locura o una amenaza para México. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchos de sus seguidores terminaron viéndolo como un líder que cumplió, transformando la percepción de “peligro” en la de “héroe”, especialmente al cerrar su sexenio con un alto nivel de respaldo popular.

López Obrador y la teoría del loco

Políticas sociales y económicas. Programas como Sembrando Vida, la austeridad republicana y la atención a las “causas” de la migración —en lugar de una política de contención como la exigida por Donald Trump— fueron considerados por algunos sectores como irracionales o inviables.

Proyectos de infraestructura. Grandes obras como el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), duramente criticadas por su costo y viabilidad, fueron vistas como caprichos que solo un “loco” se atrevería a emprender.

La transformación. López Obrador propuso la llamada Cuarta Transformación (4T) como un cambio profundo, comparable a las grandes transformaciones históricas del país. Para muchos críticos, se trataba de un proyecto descabellado; para él y sus seguidores, era una necesidad histórica basada en el “humanismo mexicano”.

La evolución de la percepción de AMLO

Crítica inicial. Numerosos políticos y analistas —incluso algunos que después lo apoyarían— lo consideraban un peligro debido a sus ideas, su pasado en la izquierda y su estilo antisistema, llegando incluso a compararlo con líderes radicales.

Consolidación. Conforme avanzó su gobierno, estas políticas, aunque controvertidas, comenzaron a ser percibidas por una parte importante de la población como exitosas en la reducción de la pobreza y en la ampliación de los beneficios sociales, lo que fortaleció su base de apoyo.

Legado. Al concluir su sexenio, su figura dejó de ser vista de manera uniforme como la de un “loco” peligroso y pasó a ser considerada, por muchos, como la de un líder que, con disciplina y convicción, logró imponer su visión de un país distinto y consolidar un movimiento político: Morena.

En este sentido, la “teoría del loco” funciona como una narrativa para explicar cómo un liderazgo polarizante y estrategias políticas no convencionales, inicialmente descalificadas como irracionales, terminaron redefiniendo la política mexicana y generando una base leal que vio en esa supuesta “locura” un camino hacia la transformación nacional.

Para líderes como Nixon o Trump, la “locura” ha sido utilizada como una herramienta de disuasión internacional, destinada a forzar acuerdos mediante el miedo. En el caso de AMLO, sus seguidores no interpretan sus acciones como locura, sino como una Cuarta Transformación orientada a romper con el antiguo régimen.

La herencia del poder

La “locura” de AMLO contaminó la silla presidencial. La presidenta se muestra incómoda frente a las señales que recibe: lo obedece, pero con incomodidad, y cuenta con poco margen de maniobra. Un ejemplo claro son los constantes enfrentamientos entre liderazgos en las cámaras y con el Poder Judicial, particularmente en la Suprema Corte de Justicia, donde se entiende con claridad hacia dónde apuntan las señales de López Obrador y cómo estas condicionan a la presidenta.

Esto se evidencia en los cambios repentinos de decisiones anunciadas en las mañaneras, con mensajes que se modifican de forma continua. La dirigente de Morena parece perdida: ya no sabe a quién obedecer. Sus huestes actúan por cuenta propia, no atienden las señales internas y hacen lo que les viene en gana. Tal vez sería mejor que Morena desapareciera y se dejara al “rey del acordeón” un margen amplio para tomar decisiones con plena libertad en México.

López Obrador:

“Solo yo puedo arreglar todo”.

Salud y larga vida.