Otro brote de sarampión... pero no en Chihuahua
Lilia sí hizo la tarea con leyes de aguas
Amenaza Morena con llegar a la SCJN

Con una despensa, 200 pesos en efectivo, varios kilos de menudo o una pierna de cerdo para la cena de Navidad, así convencieron a cientos de personas durante los últimos días de diciembre, para asistir a asambleas oficiales de un partido en proceso de formación, el llamado MURO: Movimiento Único de Renovación Opositora.
Habitantes de las colonias del norte de la ciudad, desde la 20 Aniversario hasta Riberas de Sacramento, fueron movilizados a reuniones con esa promesa, presumiblemente frente a los supervisores del Instituto Nacional Electoral, que deben validar determinada cantidad de asambleas en varios distritos electorales federales del país, para legitimar la constitución de los nuevos partidos.
En una de las reuniones, del sábado nueve de diciembre, en un salón frente al Pistoleros, cercano a la unidad deportiva José “Pistolas” Meneses, los tuvieron desde las 10 de la mañana y hasta la cuatro de la tarde, con la esperanza de los dichosos apoyos prometidos.
Les quitaron credencial de elector y todos los datos, además de darles respuestas prefabricadas en caso de que los vigilantes del INE los cuestionaran sobre el motivo de su presencia.
De forma oculta, por WhatsApp, les ofrecieron la luna y las estrellas por aguantar el teatrito de una asamblea de constitución de un partido. Los afectados, según los reportes que han hecho llegar a la GPS, algunas personas identificadas como organizadoras dijeron llamarse Noé Grijalva y Brenda López.
Pues bien, al término del evento en el que era de lo más visible el acarreo y el engaño, menos a los ojos del INE, les dijeron que a las siete de la tarde tendrían su recompensa, el dinero y la despensa, además del menudito para preparar o la pierna ahumada, pero pasaron las horas y los apoyos jamás llegaron.
Los regresaron a sus casas con las manos vacías y la promesa de que antes de las 11 de las noche de ese día llegarían a sus viviendas, así como fueron a motivarlos para asistir, a fin de entregarles sus regalazos navideños, nomás por afiliarse a ese nuevo engendro de la democracia.
Nunca llegaron los apoyos y posiblemente el INE -no lo sabemos hasta la fecha- validó la asamblea consistente en una estafa, un engaño y un vil atraco de los datos y las imágenes de las credenciales de elector de los ciudadanos, que seguramente desconocen por completo qué es el MURO y cuáles son sus intenciones.

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Sólo como cápsula de cultura política, ese intento de partido MURO no es otra cosa más que un conglomerado de intereses con apariencia de ultraderecha, y también ultraflexible, pues el líder nacional del movimiento José Fernando González Sánchez, está emparentado políticamente con la legendaria maestra Elba Esther Gordillo Morales, exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Igual que Gordillo (“La Maestra”, le decían, así con mayúsculas, los agremiados del magisterio, en tiempos de su vertical dirigencia), González Sánchez ha apoyado diversos proyectos partidistas, sin importar la ideología ni los principios.
Tal vez ahora quiere seguir el ejemplo de crear un nuevo partido, sabedor de que es un gran negocio, como lo fue Nueva Alianza y otros que han surgido como rémoras en coaliciones con los grandotes.
Desde el nombre sin sentido y la alusión a una “renovación opositora”, está muy clara la ausencia total de rumbo y de brújula ideológica, especialmente cuando se le agrega el ingrediente de sus asambleas de acarreados estafados.

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Lo que son las cosas: aquí los ganaderos se quejan de las vacas contagiadas de gusano barrenador que ingresan por Chiapas y en aquella entidad podrían quejarse por un inesperado brote de sarampión, enfermedad de la que Chihuahua fue epicentro nacional casi todo este año.
Al comienzo de esta semana, la Secretaría de Salud de Chiapas reportó 80 contagios confirmados que, de acuerdo con los análisis clínicos, se trata de un virus que corresponde a un genotipo de origen canadiense, introducido por el intenso flujo migratorio que atraviesa el estado
En tanto, y a propósito de la época decembrina, cuando las reuniones se incrementan, el secretario de Salud, David Kershenobich, emitió un videomensaje con un llamado a la población a vacunarse, pues basta un solo caso para desencadenar más brotes que pongan en peligro a menores no vacunados.
En Chihuahua se frenó el contagio con una estrategia de vacunación y control muy efectiva que encabezó el secretario de Salud del Estado, Gilberto Baeza, pero la secuela que dejó en 2025 es impresionante.
Hasta el 19 de diciembre en México se habían registrado cinco mil 860 casos confirmados y 24 defunciones: 21 en Chihuahua, uno en Sonora, uno en Durango y uno en Jalisco. Ningún paciente tenía antecedente de vacunación.
Ahora los casos confirmados están presentes en 29 estados y 196 municipios del país, siendo Chihuahua el primer lugar con cuatro mil 473, seguido de Jalisco con 462, Guerrero con 227, Michoacán con 210 y Sonora con 102, el resto de las entidades están por debajo de los cien casos, como Chiapas con 64.
Así, aquí parece ganada la batalla contra el sarampión, pero la guerra nacional sigue vigente.

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Al parecer, la única que hizo la tarea en la 4T con la polémica nueva Ley General de Aguas y las reformas a la Ley de Aguas Nacionales, fue la diputada del Partido del Trabajo, Lilia Aguilar Gil, quien preparó un documento bien sintetizado y explicado del alcance de las normas.
Por supuesto tiene el sesgo del oficialismo federal y del discurso que promete justicia en el manejo del recurso vital, pero también ataca de forma directa los mitos en los que algunos de los movimientos inconformes han fincado sus protestas de las últimas semanas.
En 10 sencillas páginas, Aguilar Gil enlista 24 puntos que ella misma denomina “mitos” difundidos por el PRIAN y otros manifestantes, desde el supuesto de que se rompe el binomio tierra-agua, hasta la supuesta criminalización de los ganaderos que lleguen a utilizar agua de uso agrícola para consumo animal.
Cualquiera podría estar de acuerdo o en desacuerdo con los planteamientos, pero el análisis artículo por artículo y los argumentos expuestos con toda claridad, dan cuenta de que razonó e intentó comunicar de forma acertada su decisión de votar a favor de las leyes del agua, contrario al discurso opositor por sistema que con toda ligereza dice que son traidores a Chihuahua los que avalaron la nueva norma y las reformas.
La polémica, desde luego, sigue, está vigente y causa problemas políticos y burocráticos a los golpeados productores del campo, hasta por la incertidumbre que pesa sobre sus hombros a raíz de la cantaleta de que con la 4T avanza la dictadura.
Pero el análisis argumentado es de lo poco aceptable en un debate que se ha reducido a una simple confrontación de buenos contra malos, de prianistas que defienden sus privilegios contra justicieros de la 4T, de traidores a la patria porque reforman el marco jurídico del agua contra opositores que dicen representar a gritos a los ciudadanos; cuando ambas vertientes tienen, por supuesto, montón de intereses por detrás.

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Con una medio alocada teoría, el coordinador de los diputados de Morena, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, amenaza con llevar disposiciones del Paquete Económico 2026 hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tras la votación en el Congreso del Estado que permitió la aprobación gracias a la ausencia de tres legisladoras, entre ellas dos de su propia bancada.
El alegato que deslizan entre los asesores morenistas es que la mayoría calificada para la votación debería tomarse con base en los 33 legisladores que registraron su asistencia a la sesión del martes 16 de septiembre, aunque al momento en que votaron sólo hayan estado presentes 30.
En ese escenario teórico guinda, la mayoría determinante debería haber sido conformada de 22 diputados, no de 20, como fue, debido a la sospechosa ausencia de Rosana Díaz, Edith Palma y la petista Irlanda Márquez.
Suena de lo más aventurado acudir a presentar un recurso ante el tribunal constitucional. Parece más patada de ahogado que cualquier otra cosa, pero alegar inconstitucionalidad es lo único que le queda al líder del sectario grupo parlamentario.