Previo al evento faraónico de sus primeros cien días al frente del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum anuncia reformas contra la reelección y el nepotismo. Con el típico 4Tole con el dedo que le receta al pueblo el séptimo año de gobierno del López Obrador en la interpósita persona de CSP, y ante el evidente control de los clanes morenistas en el poder, dicen que van terminar con la reelección de los cargos públicos y detener el acaparamiento de puestos en el gobierno por familiares de los que mandan.

Tan hueca como la narrativa de honestidad y austeridad que presume Morena (dime de qué presumes y te diré de qué careces), es la incongruencia de quien cada mañana de lunes a viernes empalaga y distrae a la prensa con su monólogo de mentiras.

Así es estimado lector (a), la titular del Ejecutivo federal trae como distractor a la brutal inseguridad en el país, la crisis migratoria que se viene y el aumento en el desabasto de medicamentos, el de revolcar como gata reformas en materia electoral y del servicio público.

Para el que se cree todos los embustes de la propaganda gubernamental, sepan que en el Diario Oficial de la Federación (DOF: 19/11/2019) se publicó la ley federal de austeridad republicana; y se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Responsabilidades Administrativas y de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

En estas reformas impulsadas por el jefe máximo transexenal de la 4T se establece, entre otras disposiciones, lo siguiente:

“Artículo 20”.Fracción V: Tienen prohibido utilizar las atribuciones, facultades o influencia que tengan por razón de su empleo, cargo o comisión, para que de manera directa o indirecta designen, nombren o intervengan para que se contrate como personal de confianza, de estructura, de base o por honorarios en el servicio público a personas con las que tenga lazos de parentesco por consanguinidad hasta el cuarto grado, de afinidad hasta el segundo grado, o vínculo de matrimonio o concubinato.

El 4 de diciembre de 2019 el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal aprobó el Plan Integral de combate al nepotismo, signado por el entonces presidente consejero, ministro Arturo Zaldívar lelo de larrea -con minúsculas como su integridad moral-, hoy incondicional propagandista de Morena.

En el documento se menciona la reforma impulsada por López Obrador, y se reconoce que, hasta ese momento, 89 redes familiares en 21 entidades del país estaban enquistadas en el poder Judicial.

De qué tamaño será la incongruencia del régimen comunista de México que, o hacen tonta a su presidenta, o simplemente les vale que haga el ridículo al reformar una reforma que su mesías político apenas impulsó hace apenas cinco años y dos meses.

Pero no sólo es imperdonable la burla a la inteligencia de los mexicanos, también lo es el cinismo que los caracteriza -y se quejaban de los neoliberales-, ya que datos duros recientes encueran de cuerpo entero a la 4T, ya que los clanes se están sirviendo con la cuchara grande, como si no hubiese un mañana.

Además de la imposición de su carnal como secretario general de Gobierno en el más violento que nunca estado de Tabasco, Andrés Manuel impuso a Andrés el ‘Jr.’ como secretario de organización de Morena, dando el banderazo para que, al menos otros 7 clanes, hagan lo propio con el poder en México.

Tan repudiable como las 89 familias enquistadas en el poder Judicial, los Batres, los Monreal Dávila, los Taddei, los Alcalde Luján, los Godoy, los López Hernández, entre otros clanes, hacen y deshacen con el poder absoluto que se abrogaron.

Dañinos como la humedad, los nuevos “machuchones” del poder enterraron la república con una mayoría artificial y a través de reformas constitucionales que, como pan caliente, adecuaron y aprobaron para beneficio político de Morena y la 4T.

Es gracias al desmantelamiento de las instituciones y en agravio a los Derechos Humanos reconocidos en los Tratados Internacionales ya desconocidos en la carta mínima guinda, que los clanes de Morena se repartieron el poder Ejecutivo federal, las entidades federativas, el poder Legislativo, el poder Judicial, el INE, el TEPJF y el partido oficialista entre carnales, cónyuges, queridas, vástagos, sobrinos, primos, cuñados, socios y hasta sirvientes.

Resulta entonces que la mentada reforma que Sheinbaum pretende impulsar ante el Congreso federal es ociosa y obscena.

Se dice “que las palabras educan, pero los ejemplos arrastran”. Para Claudia, Morena y la 4T solo aplica la parte del choro.

Ahora imaginen con qué cara los adictos al régimen actual podrán reprochar el nepotismo que por años practicó el prianismo, ese del que todavía quedan restos de humedad, porque la hinchada grande ya milita en Morena.