Dentro de mis múltiples actividades profesionales, en ocasiones doy cursos, de variados temas, como: liderazgo, gestión de talento humano, comunicación, entre otros. En este último rubro, hago mención a los medios o canales empleados en el proceso comunicativo entre el emisor y el receptor. Uno de estos es la vía epistolar. Es decir, a través de “cartas”. Yo misma sostengo, que es un tanto obsoleto, puesto que ya casi nadie escribe cartas. O, -al menos-, no de la forma tradicional: que la llevabas al correo, le pegabas unas estampillas al sobre y la echabas al buzón, para que tardara días o semanas en llegar a su destino dentro o fuera del país.
En estos días, cobra vigencia la COMUNICACIÓN EPISTOLAR, en virtud de la carta enviada por el mandatario Estadounidense, Donald Trump, a su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum. (Y a otros jefes de Estado).
Con el sello de “The White House”; fechada en July 11, 2025, dirigiéndose a ella como: Su Excelencia (Her Excellency), seguido del nombre, comienza así: Estimada Señora Presidenta (Dear Madam President). Para luego de tanta formalidad, dar paso a su texto en el que evidencia el pésimo gobierno que tenemos en este hermoso país.
En términos generales, para no citar textual, la carta habla de:
⁃ La incapacidad de México, para evitar que los cárteles introduzcan drogas a su país
⁃ Han acordado continuar trabajando con México (relaciones comerciales)
⁃ A partir del 1 de agosto, se cobrarán aranceles del 30% a mercancías mexicanas, enviadas a USA
⁃ El flujo de fentanilo, no es el único desafío que tienen con México
⁃ Si por alguna razón se decide subir los aranceles (a lo que viene de allá para acá); se seguirá subiendo el cobro en lo que sale de aquí para allá
⁃ El déficit comercial es una amenaza a la economía e incluso a la seguridad nacional
⁃ Si México detiene el tráfico de fentanilo, se hará un ajuste en los porcentajes
⁃ Dependiendo de lo que haga el gobierno federal, se podrá modificar hacia arriba o hacia abajo
La Presidenta declaró en primera instancia al enterarse de dicha carta, lo siguiente: "Yo me siento muy segura, porque hay algo que tenemos en el gobierno: Y es que representamos a nuestro pueblo, representamos la dignidad del pueblo de México”. ¿Qué clase de respuesta es esa? ¿Cree que al seguir la línea discursiva de hablar del pueblo, ya se vuelve omnipotente? ¿Con esa absurda frase estará protegiendo a cabalidad nuestra Soberanía? ¿Se siente muy segura de qué? ¿Se atreve a hablar de dignidad, cuando es lo que menos ha tenido en su vida pública?
Los gobiernos emanados de Morena, tanto en los municipios, como en las entidades federativas, como en el plano de la federación (desde 2018); se han caracterizado por dos cosas: por inútiles y por sus vínculos con el narco.
En otros tiempos, los que ahora están en el gobierno, -cuando eran oposición-, ya hubieran hecho marchas y plantones, ante lo que estamos viendo y viviendo.
Cualquier otro presidente, ya le hubiera pedido la renuncia inmediata a unos cuantos secretarios de su gabinete. Por cierto, desde cuando debió dimitir a su puesto, Marcelo Ebrard Casaubón, como Secretario de Economía (¡aunque anda! luego nombran a otro peor); al igual que Juan Ramón de la Fuente, a Relaciones Exteriores. (Y eso que este último es de lo mejorcito de este gobierno, al menos lo era como médico, como académico e investigador).
La prensa internacional señala al gobierno mexicano como aliado de los grupos delincuenciales. Se le denomina como: narcogobierno. Han mostrado evidencias. Sin embargo, esta Presidenta de cuarta, se concreta a decir: “no es verdad”, “no es cierto”, “que denuncien”, “que presenten pruebas”, y ya con eso piensa que nos va a convencer de lo contrario.
Supongo que la señora Claudia estará temblando, (mientras Andrés Manuel está más escondido), luego de las declaraciones de Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio Guzmán. Ya que, fue acusada por él, de actuar “como el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante”. Así de claro. Con todas sus letras. Tal como se lee. Así se lo dijo. Ahora resulta que ella lo va a demandar por difamación, asegurando que esas expresiones no pueden quedar impunes.
Donde no debería haber impunidad, es en los actos de corrupción en los que participan ella y sus aliados; sumándose los hijos de AMLO y su clan; tampoco debería haber impunidad en los cientos de miles de homicidios dolosos perpetrados en nuestro territorio, aunados a la ola de violencia avalada por los gobernadores Rubén Rocha Moya, Américo Villarreal o Alfonso Durazo Montaño, acusados de vínculos con la delincuencia organizada; así como Adán Augusto López y su exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, hoy acusado de encabezar una organización criminal. Y, ya de pasada Andrea Chávez, que también entra en ese mismo costal.
Mientras nuestros gobernantes morenistas, sean comparsas de los criminales, tanto Estados Unidos, Trump, otros países, otros presidentes, o bien, las empresas extranjeras, seguirán subiendo los aranceles, disminuirán sus inversiones, castigarán nuestra economía, se romperán las relaciones comerciales, cerrarán fronteras para nuestros productos, ahorcarán nuestros ingresos, bajarán las remesas, subirá el dólar, etc. Esto es, que tanto la economía como la seguridad van de la mano. Parece que no se dan cuenta.
Ya es momento, de rehabilitar nuestra buena relación con nuestro principal socio comercial. Momento de frenar al narco. Ya es momento de afrontar la realidad y volver al estado de cosas, de cuando vivíamos en paz y tranquilidad.
Ya es momento…