El Juglar de la Red

Rafael Cano Franco
Ciudad de México.- La presidente Claudia Sheinbaum Pardo se equivocó en la respuesta que dio al gobierno de Estados Unidos luego de enterarse que tres instituciones financieras privadas de México fueron señaladas por el Departamento del Tesoro de aquel país como parte de un entramado para el lavado de dinero y el pago a empresas chinas por la compra de precursores químicos para la producción ilícita de fentanilo.
Como se sabe, el Departamento del Tesoro estadounidense emitió sanciones contra las instituciones financieras mexicanas: CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa, estas empresas habrían realizado lavado de dinero para los cárteles: de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo y el de Los Beltrán Leyva, los cuatro grupos criminales incluidos en la lista de organizaciones terroristas que operan en México.
Al anuncio emitido por el gobierno de EU, la presidente Claudia Sheinbaum respondió con ideología, cuando lo esperado era una contestación con elementos de diplomacia, política y legal.
Expresiones como las de “pedimos coordinación, no subordinación” conllevan más un impacto ideológico y tiene como destino un mercado interno, pero en nada ayudan a resolver el asunto; incluso quedó la impresión de una reacción demasiado exaltada por parte de la Mandataria Mexicana.
Hay que poner en perspectiva lo que esas tres empresas representan: ninguna de ellas forma parte del sistema financiero oficial, todas son del sector privado y eso saca al gobierno federal de cualquier sospecha; el impacto que tienen en el mercado financiero interno de México no llega al uno por ciento de todas las operaciones del sistema bancario nacional, que suma los 14 mil billones de dólares.
¿Cuál fue entonces la motivación para que Sheinbaum Pardo declarara en el sentido que lo hizo? La respuesta la encontramos en el Vector Casa de Bolsa, una empresa de la cual es socio fundador mayoritario y presidente honorario, Alfonso Romo, consejero presidencial de Andrés Manuel López Obrador. De esa misma empresa proviene el actual secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora.
Vector Casa de Bolsa fue vetada del sistema financiero de Estados Unidos debido a que facilitó operaciones financieras para empresas ligadas al Cártel de Sinaloa y al del Golfo; lo anterior no solamente es un duro golpe para el personaje, le pega a la línea de flotación de toda la Cuarta Trasformación pues las evidencias de que, en las campañas electorales, incluida la del expresidente López Obrador, hay dinero proveniente del narco surgen cada vez con mayor frecuencia.
Que el nombre de Alfonso Romo aparezca como socio principal de una de esas empresas financieras es un claro mensaje de que el gobierno estadounidense no se anda por las ramas y más allá de los esfuerzos de México por capturar a narquillos que controlan ciertos territorios, lo que ellos quieren es ir por los grandes peces, aquellos que desde el poder mismo fueron beneficiados con dinero ilícito.
Y como las malas noticias no llegan solas, ni son casualidad, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, también incluyó a México en la lista de naciones que son adversarias de su país, posicionándolo en una lista donde estarían Irán, Rusia y China.
Esa declaración de Pam Bondi, sumada a la de Kristi Noem, quien habría declarado algo similar, no se trata de una simple coincidencia, en realidad apuntan al sexenio pasado al que consideran protector y beneficiario de las operaciones de trasporte de drogas sintéticas a Estados Unidos.
Por esa la reacción de la presidente Sheinbaum Pardo, al responder con posturas ideológicas antes que, con aceptar investigar a dichas empresas, se considera un error; la que enmendó la plana fue la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), un organismo del sistema financiero mexicano que opera con independencia de la Secretaría de Hacienda.
La CNBV emitió un documento donde anunciaba la intervención gerencial de CIBanco e Intercam; dejaba por un lado a Vector Casa de Bolsa, pero la tarde-noche del mismo jueves 26 de junio giraba un comunicado donde también anunciaba la intervención gerencial de dicha institución.
Lo sucedió es un auténtico misil que lanzó el gobierno de Estados Unidos; es una bomba que detonó en el corazón de Palacio Nacional y donde no supieron contener la crisis, sea por inoperancia, sea por incapacidad, sea por conveniencia y las esquirlas terminaron por llegar hasta una finca de Palenque, Chiapas.
Pareciera que el gobierno de Estados Unidos ya no considera suficiente quitar visas a gobernadores y alcaldes, los avisos ahora llegan a otros niveles de poder y si en México no captan el mensaje, es seguro que la escalada en los nombres de empresas y políticos involucrados puede subir de tono.
Por lo pronto no solamente nos declaran “adversarios”, también empiezan a incluir personajes de alta relevancia y ligados al expresidente López Obrador, como “lavadores de dinero” de los cárteles de las drogas.
Y mientras ellos investigan para tener el cuadro completo, con las carpetas bien estructuradas, en México los desestimamos y les pedimos pruebas de sus actos soberanos.