"Vulcanizadora Reyes”, podremos recordar aquella triste fotografía que dio la vuelta a México e incluso al mundo, donde se podía observar a un numeroso grupo de policías federales refugiados detrás de esta desponchadora, en una escena de guerra y represión en contra de las y los maestros en Asunción Nochixtlán, Oaxaca el 19 de junio del 2016, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el magisterio a nivel nacional luchaba contra la mal llamada reforma “educativa”, una reforma dentro del paquete de reformas estructurales neoliberales promovida desde la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Eran momentos oscuros en México, el regreso del PRI con la coalición del PAN y el extinto PRD, que había dejado sin descaro alguno su legado de lucha social para sumarse el proyecto neoliberal de Peña Nieto y el “Pacto por México”, un acuerdo político y económico para impulsar la agenda internacional neoliberal, la aprobación de reformas que dilapidaban lo poco que quedaba del Estado mexicano.
La lucha magisterial tuvo todo el respaldo popular, a la par de nuestro movimiento de regeneración nacional encabezada por Andrés Manuel López Obrador, era una lucha desigual en la que siempre acompañamos en mayor o menor grado a las y los maestros, y era una lucha real ahí en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, también en las calles, en los pueblos, y en todos lados, no hubo rincón en el país que la represión no hiciera presencia, hubo muertos y también desparecidos, porque la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa tenía extensos tentáculos con esta lucha, era la lucha por la educación pública.
La reforma educativa de “Peña Nieto”, era en realidad un viejo anhelo de acción nacional, que conforme los acuerdos del pacto por México, tocaba levantar la mano y aprobar las reformas, en algunas la alianza era del PRI con el PAN, y el PRD simulaba estar en contra, por otra, era el PRI y el PRD, mientras el PAN se abstenía o votaba en contra, sin embargo todo era aprobado y avanzaba la agenda; la reforma educativa estuvo impulsada principalmente por el PAN en el Senado, hay nombres y rostros responsables de redactar esa reforma que realmente era “laboral” para cortar cabezas a aquellos docentes que resistían a la agenda neoliberal.
El viejo PRI revivió con Peña Nieto, los medios de comunicación, principalmente la televisión, alimentaban el odio ciudadano contra la movilización magisterial, la represión fue su principal arma, y así fue en septiembre del 2013, cuando los maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, la CNTE fueron brutalmente reprimidos en el corazón de nuestro país, el Zócalo capitalino se convirtió en un campo de batalla donde al final solo quedó carbonizado el campamento, fue el inicio de una guerra contra la educación pública y el magisterio, luego se repitieron estos negros escenarios en focos de resistencia como Michoacán y Oaxaca, sin embargo la lucha era en todo el país; en lo local, César Duarte amarró al SNTE y las estructuras educativas, sin embargo hubo movilizaciones, el Resssiste y otros grupos de maestros no se rajaron, y ahí estábamos nosotros.
Llegó la 4T y los tiempos cambiaron, aquella reforma fue tumbada, y aunque aún hay mucho por hacer en la educación pública y la lucha de los maestros continúa, hoy lo pueden hacer en total libertad, ya no hay represión, ni asesinatos e incluso desde adentro de nuestro movimiento, tienen nuestro respaldo, no olvidamos lo que la lucha representa, son ustedes maestros, el ejemplo para las próximas generaciones, porque no solo son sus derechos lo que defienden, también es lo que representa la escuela pública, sin embargo también de este lado les tenemos un mensaje de confianza en nuestra presidenta, que no serán afectados, sobre todo por el oportunismo político de aquellos que en su momento arremetieron contra ustedes, desde el mismo SNTE, el PAN y el PRI, y que ahora salen sin vergüenza a decir que los defienden, intentando capitalizar el descontento para ver si logran algo de votos, y dentro del movimiento ustedes han sido testigos que hay quienes intentan dirigir este movimiento hacia esa dirección.