Oviedo, España.- El drama corre por las venas de los aficionados del Real Oviedo, por eso no es de sorprender que tras tener el triunfo en la bolsa, el Sporting Gijón les amargara la noche al empatar 1-1 en el Derbi de Asturias.
"No suelen ser partidos espectaculares", decía antes del juego uno de los tantos aficionados oviedistas que abarrotaron el Estadio Carlos Tartiere, con capacidad para 30 mil 500 espectadores. Al equipo lo recibieron con bengalas, cohetones y 80 gaiteros de la ciudad. Lo despidieron sin mucho ruido. Se escapó la victoria ante el archirrival.
Estuvo cerca el Oviedo porque al 48' pegó con gol de Haissem Hassan a pase de Santiago Colombatto, aquel volante que jugó para el León. Hassan aplicaba la ley del ex, ya que justo está temporada fue cedido por el Gijón.
La diana liberaba toda la tensión contenida. El primer tiempo era muestra de ese miedo a equivocarse que pone una camisa de fuerza al jugador.
Lo más destacado era la suspensión del partido a la media hora porque los fans no se cansaban de arrojar objetos a la cancha y por eso los futbolistas se fueron a vestidores, mientras el sonido local advertía sobre la posible suspensión definitiva.
Fortalecidos por el gol, Alemao coqueteó con el segundo y entonces el Oviedo impuso su ritmo. "Quien no salte gijonudo es, ¡es!", gritaba la afición.
Uno de cada 10 habitantes de Oviedo es abonado del equipo. Como en otros Derbi en el mundo, la fiesta que arma la gente suele estar por encima del espectáculo en la cancha. Aun así el local sacaba el resultado justo para afianzarse en zona de Playoffs. Mientras, el rival más abucheado era Dubasin, hace unos meses jugador albiazul.
Así que después de tanto "hate" hay que imaginar cómo fue el desahogo de Dubasin al asistir a César Gelabert para el 1-1 al 79'. Como en gran parte de su historia, el Oviedo otra vez se quedó en el casi.
En un partido con escasas opciones de gol, la gente celebraba hasta las barridas y reclamaba incluso un saque de banda otorgado al rival. En la fresca noche a las faldas del monte Caranco, el rival se salía con la suya.
El Oviedo tiene 36 puntos y se mantiene sexto, pero podría salir de zona de Playoffs si el Levante gana en esta jornada. El Sporting Gijón es noveno, con 31 unidades, más el Zaragoza podría desplazarlo, así que el único consuelo que les queda a los de Gijón es que al menos aguaron la fiesta que montaron los Carbayones.
"El parón me parece necesario. Solo era papel y no era peligroso, pero podría haber pasado que no fuera papel. La decisión del árbitro era necesaria. A partir de ahí nos ha costado a los dos equipos generar ocasiones. Me voy medio satisfecho", dijo el DT del Sporting, Rubén Albés.