Cd. de México.- Max Verstappen tuvo en Brasil uno de sus peores y, al mismo tiempo, mejores fines de semana en la Fórmula 1.

Salir desde el pitlane y llegar hasta el podio es una hazaña pocas veces vista en la historia de la F1. El neerlandés es apenas el tercer piloto que lo logra, uniéndose al selecto grupo en el que están Sebastian Vettel y Lewis Hamilton... todos multicampeones.

El cuatro veces monarca de la Máxima Categoría ya había enfrentado una situación similar hace un año, precisamente en Interlagos. Clasificó 12, pero cayó 5 posiciones más en la parrilla por un cambio de motor, se enfrentó a la lluvia y superó a sus rivales para quedarse con la victoria.

Esta vez, Red Bull confiaba en su corredor y en la velocidad de su monoplaza, así que el que terminara en el tercer escaño del podio no les sorprendió.

Los austriacos experimentaron con varias configuraciones hasta que acertaron en la correcta y repitieron la fórmula pasada de utilizar una unidad de potencia nueva.

"Crédito a Max por la sensacional carrera. La verdad es que no estábamos contentos con dónde estaba el coche en términos de equilibrio y sensación del conductor después de la Sprint. El coche estaba vivo. Eso era lo más importante. El coche probablemente era lo suficientemente bueno como para luchar por la victoria.

"Nos equivocamos en la Calificación y hemos asumido muchos de estos riesgos en los últimos meses. Insisto en que es la forma en que este equipo va a competir, es el espíritu en nuestras carreras actuales", explicó Laurent Mekies, jefe de la escudería de las bebidas energéticas.

El resto del trabajo lo hizo Verstappen, quien culminó detrás del McLaren de Lando Norris y del Mercedes de Kimi Antonelli y aún puede pelear por un quinto título de la F1 al hilo.

LA HAZAÑA DE VETTEL


En la campaña de 2012, con 3 carreras restantes en el calendario, Sebastian Vettel mantenía vivas sus esperanzas de sumar su tercer campeonato en la F1.

El piloto alemán ya le había recortado 40 puntos al líder Fernando Alonso, de Ferrari, pero le esperaba una dura prueba en Abu Dhabi.

El piloto de Red Bull había marcado la tercera mejor vuelta en la Qualy, pero fue descalificado por falta de combustible y enviado a pitlane para la carrera.

Un poco de suerte con los constantes autos de seguridad, los adelantamientos y el monoplaza lo beneficiaron para llegar al tercer escalón del podio.

HAMILTON ARRIESGA


El Gran Premio de Hungría en 2014 impulsó a Lewis Hamilton hacia su segundo título en la Fórmula 1.

Sorpresivamente, el Mercedes de Hamilton se encendió por una fuga de combustible durante la Calificación, lo que ocasionó que el británico se quedara sin tiempo clasificatorio.

Ante los daños, el monoplaza fue regresado al garaje y, para evitar otro accidente, el equipo optó por cambiar el motor y arrancar desde los boxes.

Con varias maniobras y un Safety Car que arruinó la carrera de Nico Rosberg, el bólido número 44 alcanzó el Top 3 al desobedecer la orden de su escudería de dejar pasar a su coequipero.