Ciudad Juárez.- Un panorama pesimista plantearon dirigentes fronterizos de la iniciativa privada, luego de la imposición de aranceles del 25 por ciento a los productos importados de México por parte de la administración de Donald Trump.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Ciudad Juárez, Manuel Sotelo, consideró que la actividad comercial entre México y Estados Unidos no podrá soportar aranceles del 25 por ciento.
“Yo no creo que vayamos a aguantar cinco días sin que México no acepte o que Trump no rectifique. Somos un bloque comercial que compite contra el mundo, ni México aguanta con aranceles del 25 ni Estados Unidos aguanta, eso se tiene que resolver en días”, consideró.
Recordó que el comercio entre los dos países se vio afectado por una situación similar en el 2019 en la que el gobierno de Trump, ante el avance de caravanas migrantes al norte de México, amagó con el incremento de aranceles a las mercancías nacionales.
“En el 2019 vivimos una situación parecida en la que Trump exigía a López Obrador que parara las caravanas y empezó a presionar con ‘tortuguismo’ en el cruce de cargas con hasta 30 horas de retrasos. Amenazó con el 25 por ciento, incluso vivimos una semana con el 5 por ciento de aumento; cuando se anunció que se aplicaría el 10 por ciento, el Gobierno mexicano paró las caravanas”, apuntó.
El Gobierno de Estados Unidos impuso ayer aranceles del 25 por ciento a los productos importados de México hasta que el país coopere contra las drogas como el fentanilo. Según un comunicado de la Casa Blanca, el Gobierno mexicano tiene una “alianza con cárteles” de la droga.
“Dice la presidenta Sheinbaum que tienen plan A, plan B y plan C, que un pueblo unido jamás será vencido. Son palabras que no alientan, que necesitamos ver acción, ya estamos tarde con esto que está pasando”, dijo Isela Molina Alcay, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en esta frontera.
Explicó que los sectores más afectados por la imposición de aranceles en Estados Unidos son el automotriz, petróleo, gas, médico y alimentos.
“Tendrá consecuencias graves, podrían pausarse las exportaciones, esto generaría pausas laborales, despidos, obvio aumento en los insumos, salida de industria y no seremos competitivos para atraer inversión extranjera. Encarecen la producción afectando la eficiencia de las cadenas productivas integradas”, adelantó.
Dijo que es necesario impulsar el mercado interno, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y suplir productos que se importarán.
“Es un foco rojo. En la frontera estamos más en desventaja que en otras partes del país, dependemos mucho de la industria maquiladora de exportación. El 60 por ciento de nuestro empleo formal está metido ahí. Le va a pegar muy duro a toda la industria maquiladora”, expuso Jesús Manuel Salayandía, coordinador del Bloque Empresarial Fronterizo (BEF).
“No sabemos si mañana habrá fuga de maquiladoras”, advirtió.