Ciudad de México.- Se estima que en México hay más de 76 millones de personas que no cuentan con ningún tipo de registro de información biométrica; por lo que los planes de digitalizar los procesos y trámites de Gobierno serán una tarea titánica, alertaron especialistas.
Jesús Aragón, CEO de Identy.io, comentó que la carencia de datos de millones de mexicanos podría dejarles fuera de la implantación de servicios como la CURP Digital o la nueva aplicación Llave MX.
En un análisis sobre los proyectos que tiene el Gobierno de México, la carencia de registros limita el acceso a servicios básicos y aumenta la brecha digital, especialmente en comunidades rurales, sostuvo.
Lo anterior, se suma a los 23 millones de ciudadanos, equivalente aproximadamente el 20 por ciento de la población, que aún no dispone de una conexión a Internet que les permita efectuar cualquier tipo de trámite de forma no presencial.
"Los datos biométricos que no tienen millones de mexicanos incrementa de forma preocupante el riesgo de exclusión de una gran parte de la sociedad", sostuvo el directivo.
Cada vez es más frecuente que los usuarios deban demostrar su identidad en la contratación de servicios bancarios o de telefonía móvil, al intentar cruzar la frontera de un País, al acceder a su historial médico o en el registro en programas sociales, por citar solo algunos casos.
Aragón recomendó que para abatir la desigualdad digital es necesario contrastar la información personal del usuario con bases de datos cada vez más centralizadas, que permiten esta verificación en apenas segundos.
Por su parte, Alicia Trejo, gerente Ciberlegal de IQSEC, empresa especializada en ciberseguridad, encontró que el Gobierno tiene retos de tecnología importantes que resolver en cuanto a identidad se refiere.
Entre los retos que encontró la empresa se destaca el cifrado de datos de extremo a extremo, a fin de proteger la transmisión y almacenamiento de datos mediante algoritmos avanzados que impiden su lectura o alteración, incluso en caso de ser interceptados.
Además, debe existir un monitoreo activo y respuesta en tiempo real, basado en análisis de comportamiento y detección de anomalías, que permita anticipar ataques antes de que comprometan la operación del sistema; esto luego de que se almacene una gran cantidad de datos.