Antes de la guerra, la versión ucraniana de Bailando con las Estrellas era uno de los programas más queridos de la televisión, un espectáculo que cautivaba al público con celebridades y bailarines profesionales.
Hoy, el formato regresa en un episodio especial con un giro profundo: esta vez, los protagonistas son héroes de guerra ucranianos, en un mensaje de resiliencia y esperanza en medio del conflicto.
Muchos aún recuerdan que el presidente Volodymyr Zelenskyy, entonces actor, ganó la competencia en 2006, el mismo año en que Tantsi z zirkamy, como se conoce al programa en Ucrania, se emitió por primera vez.
En esta edición especial, los bailarines se presentan con extremidades protésicas, integrándolas a sus coreografías como símbolo de fortaleza y superación. El elenco incluye figuras públicas que se han vuelto reconocidas desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022.
Al igual que la Ucrania actual, el programa -parte de una franquicia internacional- ha tenido que adaptarse a las duras condiciones de la guerra, entre ellas los constantes cortes de energía.
Todos los ingresos del episodio serán destinados al Centro para Superhumanos, una clínica especializada en la rehabilitación de víctimas del conflicto.
Una nueva realidad
Durante una grabación previa realizada la semana pasada, los bailarines giraron, saltaron y se deslizaron bajo las luces del estudio, algunos incorporando con naturalidad sus prótesis a la danza.
Para el productor creativo Volodymyr Zavadiuk, cada segmento del programa adquiere un valor especial en tiempos tan complejos.
"Se trata de nuestra resiliencia y se trata de nuestro futuro", afirmó Zavadiuk, quien también dirige Big Brave Events y el departamento de Big Entertainment Shows en 1+1 Media.
Entre los participantes destacó Ruslana Danilkina, veterana de guerra que perdió una pierna en combate en 2022 y que hoy es ampliamente reconocida por su labor ayudando a soldados heridos a adaptarse a la vida con prótesis.
Su actuación estuvo centrada en la recuperación de su feminidad tras la lesión.
El bailarín Dmytro Dikusar, muy querido por el público, también regresó al programa, esta vez como juez, compaginando las grabaciones con su servicio en el frente junto a su pelotón.
Antes de su número, el músico de rock Yevhen Halych reflexionó sobre la determinación detrás del regreso del programa.
"Estamos filmando este proyecto en un país en guerra. Tenemos cortes de energía, puede sonar una alerta aérea o haber bombardeos", dijo. "¿Qué siento? Un deseo genuino de vivir una vida plena, pase lo que pase".
Desafíos en tiempos de guerra
La producción del episodio especial estuvo llena de obstáculos. Una transmisión en vivo resultó imposible ante el riesgo constante de ataques. A ello se sumaron problemas técnicos: durante la grabación de la semana pasada, un generador clave dejó de funcionar.
Cuando el programa se emita el domingo, el público podrá votar por su actuación favorita.
Danilkina, que tenía solo 18 años cuando perdió su pierna y que hoy trabaja en el Centro para Superhumanos, conmovió al público con una coreografía en la que su prótesis formó parte esencial de la rutina.
"Nuestro baile trata sobre la vida, sobre aceptar el amor", dijo a The Associated Press. "Cuando tu cuerpo está herido, es muy difícil amarte a ti mismo, y permitir que alguien más te ame es aún más difícil".
Su lesión, subrayó, no marcó el final de su vida. Ahora busca inspirar a "miles de chicos y chicas heridos que están empezando de nuevo" a creer que tampoco es el final para ellos.
Para el veterano Ivan Voinov y su esposa Solomiia, con apenas tres meses de casados, el programa fue más que una presentación: fue apenas la segunda vez que bailaban juntos desde su lesión, la primera ocurrió el día de su boda.
Solomiia recordó con una sonrisa cómo insistió durante mucho tiempo para convencerlo de participar.
Añadió que ya estaba planeando su próximo baile: una bachata, un estilo de baile rápido y con movimientos de cadera que se originó en la República Dominicana.
"Vamos a seguir bailando", dijo. "Eso significa que hay futuro".