A más de tres años del accidente en el set de Rust, Alec Baldwin dijo que el proceso legal y el escrutinio público derivados del caso dejaron secuelas profundas en su salud física y emocional.
El actor aseguró que la experiencia lo marcó de forma permanente y que el desgaste vivido le quitó al menos 10 años de vida después de que fuera acusado de homicidio involuntario tras la muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins.
"Lo que le ha hecho a mi salud. Es decir, si les contara cuál ha sido mi estado de salud desde el 21 de octubre de 2021, me ha quitado 10 años de vida", dijo.
Baldwin también habló sobre el impacto que tuvo el disparo que provocó la muerte de Halyna Hutchins.
"Esto rompió cada nervio de mi cuerpo", confesó al describir el nivel de estrés al que estuvo sometido durante el proceso judicial.
Además, Alec Baldwin compartió que atravesó un periodo prolongado de depresión y agotamiento extremo. Lo que más le preocupaba era su familia, pues es padre de 8 hijos.
"Dormía siestas todos los días durante casi un año. Me sentía paralizado. Las personas que más me preocupaban, las personas por las que sentía un dolor más profundo, eran mi esposa y mis hijos", declaró.
Baldwin señaló que los episodios más difíciles coincidieron con la reapertura del caso y la reactivación de los cargos en su contra.
"Cuando volvieron a presentar cargos, todo regresó con más fuerza", explicó, al admitir que el estrés constante afectó tanto su mente como su cuerpo.
Aunque el juicio fue desestimado en 2024 por irregularidades en el manejo del caso por parte de la fiscalía, el actor afirmó que el daño emocional ya estaba hecho.