A un costado de la carretera Delicias-Naica, el vivero Fernando Pueblo Miramontes alberga un proyecto que combina producción agrícola, investigación y promoción del vino chihuahuense. Se trata de un viñedo de seis hectáreas cultivadas con Cabernet Sauvignon y Shiraz, que año tras año entrega un promedio de 10 toneladas de uva.

El cultivo inició en 2017 como una parcela demostrativa para explorar alternativas de reconversión productiva en una región donde el agua debe administrarse con precisión. Lo que comenzó como un ensayo técnico pronto se convirtió en una experiencia productiva y educativa que hoy involucra a vinícolas locales, universidades y al propio Gobierno del Estado.

La cosecha se canaliza mediante convenios con empresas como Vinícola Amelia, Pinesque, Casa Porras y Caval, muchas de ellas integrantes del Sistema Producto Vid. Las instituciones educativas también participan: la Universidad Autónoma de Chihuahua, a través de sus facultades de Ciencias Agrotecnológicas y de Ciencias Agrícolas, colabora en la capacitación de estudiantes y productores.

El esquema es sencillo: el Estado entrega la uva, los vinicultores la transforman en vino y devuelven parte de la producción embotellada. Estas botellas se utilizan para promover el producto en eventos y ferias, y sirven para difundir el potencial de Chihuahua como región vitivinícola emergente.

Aunque Baja California concentra cerca del 80 % de la producción nacional, Chihuahua ha comenzado a ganar presencia en este sector. Delicias, tradicionalmente reconocida por sus cultivos de nogal, chile, jitomate, cebolla y por su industria lechera, suma ahora un cultivo que aporta valor agregado y diversifica la economía local.

Más allá de la producción, el viñedo funciona como un laboratorio abierto. Recibe visitas de productores, estudiantes y público interesado en conocer el proceso de cultivo, cosecha y elaboración del vino. Este carácter didáctico fortalece la cadena productiva y siembra entre las nuevas generaciones la idea de que el campo chihuahuense puede ir más allá de lo que dicta la tradición.

Con un potencial que todavía se encuentra en etapa de consolidación, el viñedo del vivero Fernando Pueblo Miramontes es, para muchos, la primera hoja de una historia que apenas empieza a escribirse en las tierras soleadas de Delicias.

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