“Esto es un secuestro. Te vamos a matar”, fue lo que alcanzó a escuchar C. F. A. S., el trabajador de Nacional Monte de Piedad que fue golpeado por sus tres captores, quienes ayer fueron enviados a prisión preventiva en su audiencia inicial por los delitos de secuestro, lesiones, daños y posesión ilegal de arma de fuego que presuntamente cometieron.
La tarde del pasado lunes C. F. iba saliendo de Carl’s Jr., un negocio de hamburguesas en la avenida Ejército Nacional, luego de comer ahí. Llevaba algunos remanentes de su cena en una bolsa de papel color café y caminó hacia el hotel donde se quedaba (ya que no es originario de Juárez), el Hotel La Quinta.
En el camino sintió un abrazo no consensuado por la espalda, pero era más que eso, era un apretón seguido de la amenaza al oído, presuntamente por parte de Carlos Armando C. “Te vamos a matar”, le dijo, y siguió un golpe aturdidor en la cabeza, que cree que fue con la cacha de una de las dos armas que llevaba el grupo de tres hombres.
“¡Ayúdenme!” le gritó el primer agresor presuntamente a Benjamín P. y Brayan Eliú M. N., quienes estaban apenas descendiendo de una Dodge Caravan 2014 blanca con placas de Chihuahua.
Corrieron la puerta lateral de la camioneta tipo minivan y empujaron a C. F. pero se resistió. Se negaba a volverse víctima, así que los tres pudieron subirlo de algún modo al asiento del copiloto y cerrar la puerta, pero olvidaron asegurarla así que el hombre abrió la puerta y siguió peleando por su libertad. Los captores cerraron la puerta del copiloto en la batalla y prensaron el dedo meñique izquierdo de la víctima en el marco.
No se veía fin a su pesadilla, hasta que escuchó ulular las sirenas de una patrulla de la Policía Estatal. Era un grupo de detectives que iba únicamente de paso, vigilando la zona, cuando vieron de lejos golpes, empujones y sangre.
“¡La poli, pendejos! ¡Súbelo!”, gritó Carlos, según contó la víctima. Tenían a pocos metros a los oficiales, así que desistieron del “levantón” y huyeron sin C. F., a quien dejaron tirado en el suelo.
Simultáneamente, un vendedor ambulante ayudó a la víctima a llegar al hotel y los oficiales persiguieron a los presuntos agresores.
En la huida, Carlos –al volante– chocó una motocicleta Kawazaki Vulcan 2008 color platino, cuyo conductor salió volando, sin heridas de gravedad, según lo relatado por el Ministerio Público.
Subió entonces al camellón la camioneta Caravan y chocó de frente con una pickup Toyota Tacoma café, y se detuvieron. Bajaron por órdenes policiales con las manos a la vista, se sometieron a una revisión corporal –sin novedad– pero fueron detenidos porque presuntamente debajo del asiento del piloto y en la parte trasera del vehículo había dos armas.
Las dos eran 9mm, tipo pistola; una Sig Sauer P250 con 11 balas útiles y número de serie 57C0507110, y otra Taurus con serie ADD211026 de fabricación brasileña y con 14 balas útiles.
Había lesiones en la cabeza de C. F. y un desgarre de tendón en su mano izquierda, y aunque según la evaluación psicológica el hombre estaba tranquilo y sin afectación emocional, se advertía un posible impacto en días posteriores.
Los daños a la motocicleta fueron valuados totales, con un costo de 95 mil pesos.
Benjamín P., Carlos Armando C. y Brayan Eliú M. N. fueron enviados a prisión preventiva y en los próximos días resolverán su situación jurídica, pues solicitaron 144 horas para reunir pruebas a su favor.