Quito, Ecuador.- Unos 14 millones de ecuatorianos votan este domingo para elegir al próximo Presidente, en un país desangrado por la violencia del narcotráfico, endeudado y dividido entre el regreso de la izquierda o la continuidad del actual Mandatario Daniel Noboa.
Los sufragantes llegaban en la mañana abrigados por el frío de la capital andina, rodeada de volcanes y a 2 mil 850 metros sobre el nivel del mar.
"(Necesitamos) seguridad, salud, educación, todo está peor", dijo Richard Calle, ingeniero mecánico de 44 años en Quito.
Aunque rige la veda para la publicación de encuestas, varias firmas dan como favoritos a dos candidatos opuestos: Luisa González, delfina del ex Presidente socialista Rafael Correa (2007-2017), y Noboa, el actual gobernante.
Los candidatos votaron temprano en sus bastiones costeros: El Presidente, acompañado de su familia en el balneario de Olón y la abogada, en Canuto.
En Toacaso (centro), región con fuerte presencia indígena, votantes de los pueblos originarios también acudieron a las urnas desde temprano.
Los ecuatorianos esperan que el próximo Gobierno pueda reflotar un país en crisis económica y anegado por la guerra entre una miríada de carteles enfrentados por el botín de la cocaína.
Bajo la sombra de un magnicidio en 2023, las campañas transcurrieron en medio de fuertes esquemas de seguridad y propuestas enfocadas en frenar la violencia, que deja una tasa de 38 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El servicio de emergencias alertó sobre "graves denuncias de un posible atentado contra la democracia", sin ahondar en detalles.
Las fronteras están cerradas hasta mañana, mientras unos 100 mil miembros de la fuerza pública vigilan los comicios.
"He tenido amenazas (...) Hay informes de inteligencia que dicen que hay riesgos, que quieren atentar contra mi vida", dijo la candidata González a la AFP.
Los ecuatorianos ejercerán el sufragio obligatorio para elegir Presidente y Vicepresidente de entre 16 binomios, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
"Tenemos la fe y la esperanza de que cambie" el país, dijo Evelyn Criollo, administradora de 30 años.